David Blancas predicó en el Segundo Alabanza Fest realizado en la parroquia San Vicente de Paúl.
Ana María Ibarra
Jóvenes de once parroquias, así como integrantes de otros grupos y alumnos de preparatorias católicas participaron en el Segundo Alabanza Fest realizado el pasado 28 de abril en la parroquia San Vicente de Paúl.
En el evento participaron cinco coros que motivaron a los asistentes en la alabanza y danza al Señor durante un espacio de cuatro horas, tras las cuales cerró el evento con la predicación de David Blancas y un momento de adoración al Santísimo Sacramento.
Ser sal
Con gran entusiasmo, los más de 300 jóvenes reunidos alabaron a Dios sin importar el fuerte sol y calor, en un ambiente de fraternidad juvenil diocesana, ya que los participantes procedían de parroquias de distintas zonas de la ciudad.
Después de pasar una tarde gozándose en el Señor, los jóvenes recibieron la visita del predicador David Blancas, quien se distingue por su servicio a jóvenes y esta vez dirigió el tema “Joven, tú eres luz y sal del mundo”.
En el tema dijo a los muchachos que para ser luz y sal necesitan dinamismo y dejar la flojera a un lado.
“Todos fuimos llamados a ser sal del mundo, ustedes jóvenes son llamados a ser esa sal que le dé sabor a la vida, sin embargo, esa etapa que viven ustedes es donde más se puede desarrollar la flojera”, afirmó.
Añadió que la flojera y la pereza son las responsable de que muchos jóvenes sean ‘sal sin sabor’.
“Dice la palabra de Dios que si la sal pierde su sabor, no sirve para nada. Si dejan que la flojera inunde su vida se les van a ir las oportunidades. Todo se puede si te sacudes la flojera. El mundo necesita jóvenes dinámicos, participativos, activos, sólo así cosecharan éxito. Recuerden que las oportunidades las provocamos nosotros mismos”, expresó David.
Irradiar luz
En cuanto al llamado de ser luz de la tierra, David compartió a los jóvenes que la etapa de la juventud es una etapa para ver; y aclaró que para tomar buenas decisiones, es necesario ver con claridad.
“La felicidad no está en las cosas que nos pasan, sino en cómo reaccionamos ante ellas. Si queremos que nuestra vida irradie luz e ilumine, tenemos que aprender a manejar nuestras emociones”, expresó.
David invitó a los Jóvenes a hacer de su vida algo positivo, a sentirse libres, a invitar a Dios a su vida.
“Si Dios está en tu vida, tu sal dará sabor a muchas vidas y tu luz alumbrará muchas vidas”, finalizó.
Después de la predicación de Blancas, se realizó un momento de alabanza y oración ante Jesús Sacramentado, con lo cual concluyó el evento.