Ser pacientes y orar para que se otorgue permiso para celebrar misas en El Punto, donde el Papa Francisco presidió una misa multitudinaria, pidió el vicario general de la diócesis, monseñor René Blanco, en la primera misa que se celebró en ese sitio.
Tal y como se anunció, la misa en El Punto se celebró el pasado domingo 28 de febrero, pero debido a problemas con el permiso para la utilización del espacio, monseñor Blanco debió anunciar que se suspendería la celebración hasta nuevo aviso.
Viven con emoción la misa
Familias enteras llegaron desde temprana hora al lugar con sus sillas en mano, dispuestas a vivir la Eucaristía en un lugar tan especial como el que fue escenario de la celebración de la misa del Papa Francisco, en su visita a Ciudad Juárez el pasado miércoles 17 de febrero.
“Gracias a ustedes por su presencia hermosa, muchas gracias por haber respondido con mucha fe a esta invitación sencilla a compartir esta Eucaristía en acción de gracias por la visita del Santo Padre Francisco a nuestra patria mexicana y a nuestra Diócesis de Ciudad Juárez”, dijo monseñor Blanco.
Reiteró la intención que tiene la Iglesia católica de seguir celebrando cada domingo la Eucaristía en este lugar, que ya es considerado como un santuario para toda la comunidad católica.
“Hay que seguir orando para que esto sea posible, pero dado que estos terrenos son públicos, ha habido algunas dificultades para seguir celebrando cada domingo”, explicó el vicario general.
Agregó que se deben clarificar las condiciones de uso de este terreno y establecer un diálogo con las autoridades para poder seguir haciendo uso del espacio.
Llama a la misericordia
En la homilía de ese tercer domingo de Cuaresma, monseñor Blanco invitó a los fieles a renovar en cada uno, en las familias y en la sociedad, el amor y la misericordia.
“Para que podamos ser lo que el Papa nos invita: díscipulos misioneros de paz y misericordia”, dijo.
“Lo más importante en el camino de la conversión es confiar plenamente en la misericordia del Padre, para quien ningún ser humano está perdido, ni el más pecador, si se arrepiente y confía en su misericordia”, dijo.