Diana Laura Mtz. Adriano
Con copiosa asistencia y un gran ambiente familiar, la comunidad de la parroquia San Felipe de Jesús celebró su fiesta patronal el pasado domingo 9 de febrero, fecha en que niños, jóvenes y adultos pasaron un momento ameno con las distintas actividades preparadas para la ocasión.
El programa de festejos inició con una carrera recreativa, con la cual los organizadores buscaron impulsar el deporte e inculcar un estilo de vida saludable en niños y jóvenes.
Luego comenzaron las actividades en el atrio y patio del templo, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de saborear deliciosos antojitos mexicanos y pasar un grato momento con la variedad de música en vivo.
Diferentes danzas de matachines se dieron cita para danzar y así celebrar el testimonio de fe de san Felipe, quien fue un mártir y es el primer mexicano en haber sido canonizado.
Ejemplo de vida
Durante la misa solemne, presidida por el obispo don José Guadalupe Torres Campos y concelebrada por el párroco, Juan Carlos López, el obispo invitó a la comunidad a tomar el ejemplo de vida de San Felipe de Jesús y entregar la vida por Cristo, así como el santo lo hizo en Japón a los 24 años de edad.
“Nuestra mirada debe estar centrada en Cristo, así como San Felipe en sus pocos años de vida puso su mirar y su amor en Él… incluso teniendo la oportunidad de salvarse, decidió quedarse a dar testimonio de Jesús abiertamente”, dijo.
Y conforme al Evangelio del día dijo que Dios invita a ser luz y sal de la tierra.
“Ser sal de la tierra, pero desde Cristo, que nos dice con gran certeza: “aquí estoy contigo”, es decir, en esta parroquia. Nosotros tenemos que responderle siendo una comunidad misionera”, dijo.
Que como San Felipe de Jesús, cada uno de los fieles pueda iniciar un camino de desnudez espiritual, apartándose del poder, del ego, del dinero y cualquier lazo del mundo para poderse entregar completamente a Dios.