El Movimiento María Mediadora celebrará dos años de presencia formal en la Diócesis de Ciudad Juárez, como un servicio que responde a necesidades muy actuales…
Ana María Ibarra
Con grandes retos, pero también bellos frutos, este mes de abril, la Comunidad María Mediadora celebra dos años como movimiento diocesano.
Después de haber iniciado como grupo parroquial en la parroquia Nuestra Señora de la Paz, monseñor José Guadalupe Torres Campos, obispo diocesano, autorizó el trabajo diocesano y nombró al padre Jorge González como su asesor espiritual y a Alfredo Gálvez como coordinador diocesano.
17 años de frutos
En entrevista Alfredo Gálvez compartió que fue en el año 2001 cuando se formó un grupo de laicos con la misión de llevar la Virgen Peregrina a las casas. En el 2010 hubo un cambio y el grupo adoptó el nombre de Comunidad María Mediadora, con la misma misión con que nació en Colombia, fundada por William Zuluaga.
“Empezamos con a impartir el Seminario de Sanación y Liberación en la parroquia Nuestra Señora de la Paz. Cuando el padre Carlos Márquez regresó a la Casa del Padre, el obispo tuvo a bien asignar al padre Jorge González como asesor espiritual. María Mediadora salió de la parroquia para convertirse en Movimiento Diocesano”, compartió Alfredo.
Actualmente, la sede de María Mediadora es el CECADE, y hasta el momento han impartido 38 seminarios.
Alfredo dijo que en este tiempo han visto grandes frutos, especialmente al ver a tantas personas que han experimentado la sanación, el conocimiento de la Palabra de Dios, y han aumentado su fe.
“En cada seminario asisten entre 400 o 500 personas. Muchos han sentido el deseo de acercarse a Dios a través del sacramento de la Confesión, incluso del acompañamiento del padre Jorge para ser guiados e iniciar un cambio de vida. Muchos de ellos inician un proceso de formación para ser líderes y trasmitir la Palabra de Dios y la evangelización”.
Alfredo compartió que otras personas, después de la sanación, se involucran en sus comunidades parroquiales en algún ministerio.
Otro fruto ha sido impartir los seminarios en El Paso, Texas.
“A nuestros seminarios viene gente de El Paso, ellos deseaban que sus familiares que no pueden venir vivieran también un seminario e iniciamos allá en la parroquia de San Lucas. Actualmente hemos tenido invitación en Anthony y Chaparral, Nuevo México”, compartió.
Y agregó: “Como movimiento diocesano estamos muy contentos porque tenemos más disponibilidad de atender a los sacerdotes y parroquias”.
Retos
Luego del giro de grupo parroquial a movimiento diocesano otro reto muy grande fue cambiar la opinión de algunos sacerdotes que veían a María Mediadora como grupo separado dentro de la Iglesia Católica, aseguró el padre Jorge González.
“Ya se han dado cuenta que no. El trabajo que se hace es desde la fe totalmente católica, dejando que el Señor Jesús toque y sane la vida de las personas”, dijo el sacerdote, para quien otro reto fuerte tiene que ver con el futuro.
“No sabemos hasta dónde Dios quiera hacer crecer esto, pero estamos abiertos a que finalmente Él haga su obra. Pedimos mucho al Espíritu Santo que nos de la luz, la guía y saber por dónde caminar. El reto más grande es que el Espíritu Santo se nos adelanta, Él va trabajando enfrente y seguirle el paso no siempre resulta sencillo”, afirmó.
Añadió que María Mediadora tiene también como reto conseguir un espacio físico para sus reuniones, oficinas, dar seguimientos y continuar el trabajo.
Movimiento que responde a necesidad actual
El padre Jorge compartió que, a diferencia de otros movimientos que tienen ya una estructura bien fundamentada y bien formada, María Mediadora lleva un camino desde la sanación buscando responder a las necesidades que se presentan en la actualidad.
“María Mediadora quiere responder a un signo de los tiempos que es la herida producida por el pecado que muchas veces se concretiza en la violencia. Vivimos en una ciudad donde no hemos dimensionado la gran necesidad de sanación que requieren quienes han vivido situaciones muy difíciles en sus vidas. Este grupo es el signo que viene a responder”, afirmó.
Compartió que en la diócesis se ha trabajado mucho en la evangelización del kerigma, que es lo básico y esencial para el cristiano, sin embargo dijo que María Mediadora trabaja la misión profética a través de un proceso.
Alfredo explicó que este proceso de sanación inicia con el Seminario de Sanación y Liberación, donde se guía a las personas a buscar la raíz de los daños y que vuelva a Dios.
“Después sigue el seminario ‘Armadura de oración’, donde se enseña a orar, que es lo básico;
Enseguida viene ‘Restauración Económica’ donde se enseña a manejar el dinero en su justa dimensión, saber que Dios va en el corazón y el dinero va en la bolsa”, compartió.
Finalmente está el seminario ‘Para ser libre te liberó Cristo’, con el cuial se cuida la sanación para no volver atrás.
“Se forman pequeñas comunidades llamadas redes y después de un tiempo viene la formación en la escuela de liderazgo que los llevará a impartir los seminarios y seguir formando más redes”.
En este proceso es importante el acompañamiento del padre Jorge a través de la confesión o dirección espiritual.
Invitación
El sacerdote convocó a sus compañeros de ministerio a darse la oportunidad de conocer y vivir este movimiento.
“La vida del sacerdote no está exenta de dificultades y necesidad de sanación, pero si no tiene la oportunidad o el tiempo para vivirlo, que permita que su gente pueda experimentar esta sanación”, invitó.
Y agregó: “Como asesor estoy cuidando mucho que María Mediadora no pierda el enfoque de ser un grupo evangelizador y que todo su trabajo, su esfuerzo y su economía estén empeñados en llevar el evangelio especialmente a aquellas víctimas de atrocidades y que no tienen para pagar ayuda profesional, pero quien más profesional que Dios y su gracia”.
El padre Jorge añadió que en estos dos años de recorrido, las dudas se han ido disipando y algunos títulos de la temática se han ido corrigiendo para evitar confusiones.
“Queremos ser un movimiento católico de evangelización en esta área profética que tantas veces ha sido descuidada. Este movimiento llega como un signo de la gracia de Dios que quiere seguir apoyando el trabajo diocesano”, puntualizó el padre Jorge.
Frase…
“Si un sacerdote quiere y ama a su pueblo y quiere buscar la sanación de su gente aquí tiene el instrumento y la herramienta. Estamos abiertos a las invitaciones que nos hagan los sacerdotes para llevar los seminarios a sus parroquias”.
Pbro. Jorge González/Alfredo Gálvez
Próximos seminarios
En Ciudad Juárez
Miércoles 30 de Mayo, Casa de las Familias, 10:00 de la mañana
Jueves 31 de mayo, CECADE, 7:30 de la tarde
En el Paso, Texas
Miércoles 30 de mayo, Holy Trinity, horario pendiente