- Hoy la Iglesia celebra en todo el mundo el Domingo de la Palabra, instaurado por el Papa Francisco para dedicarlo completamente a la Sagrada Escritura. La Comisión Diocesana de Liturgia y la Dimensión de Animación bíblica nos dicen cómo celebrar.
Diana Laura Mtz-Adriano
A través de su Carta Apostólica en forma motu proprio, titulada Aperuit illis, el papa Francisco estableció que el III Domingo del Tiempo Ordinario (hoy 26 de enero), se dedique a la celebración, reflexión y divulgación de la Sagrada Escritura.
En la Diócesis de Ciudad Juárez, el obispo don José Guadalupe Torres Campos, instruyó impulsar esta iniciativa del Santo Padre.
En un oficio, la Comisión diocesana de liturgia y la dimensión de Animación bíblica, presentó algunas sugerencias, a fin de que las parroquias las puedan asumir en el proceso pastoral que llevan en cada una de ellas.
El padre César Campa, coordinador de la Dimensión de Animación Bíblica dijo que estas propuestan buscan realizar un trabajo en comunión y transversalidad tal como lo plantea el proyecto diocesano de pastoral. Y explicó sobre el Domingo de la Palabra:
“Dedicar concretamente un domingo del Año litúrgico a la Palabra de Dios nos permite, sobre todo, hacer que la Iglesia reviva el gesto del resucitado que abre también para nosotros el tesoro de su Palabra para que podamos anunciar por todo el mundo esta riqueza inagotable”, (Aperuit illis 2).
Alimentarse de la Palabra
El padre César resaltó que se tiene un compromiso como bautizados y que celebrar la Escritura en un domingo en específico, reafirmará la triple misión a la que los católicos están destinados: Sacerdotes, profetas y reyes.
“Después del Concilio Vaticano II, antes del cual había poco acercamiento del pueblo con la Biblia, se han venido fortaleciendo los lazos de comunicación y amor que manifiesta nuestro Dios por sus hijos”, agregó.
Dijo que las sugerencias que se presentan, buscan que las familias vivan este acercamiento a la Palabra con momentos de reflexión y oración.
“Es pues, nuestro gozo y alegría poder tener la oportunidad de celebrar este domingo y que nos recuerde que no podemos contentarnos con escuchar la Palabra como oyentes olvidadizos, sino que debemos llevarla a la práctica, como nos dice Santiago para encontrar la felicidad”, puntualizó el coordinador de la Dimensión de Animación Bíblica.
Instrumento que despierta la fe
El sacerdote informó que para prepararse a celebrar este domingo de la Palabra de Dios, se puso a disposición de los párrocos un subsidio pastoral, disponible sólo en línea, para que los párrocos y los agentes de pastoral puedan utilizarlo para encontrar ideas e instrumentos adecuados para la animación de este día.
Tal y como afirma el material distribuído, esto fue realizado “como una ayuda para hacer de la celebración eucarística un verdadero momento de encuentro, donde los creyentes sepan que son convocados por el Espíritu para celebrar juntos el misterio de la muerte y resurrección del Señor Jesús”.
“La Palabra de Dios nos desafía a seguir los pasos de Jesús y cambiar nuestra vida”, finalizó, el padre César.
Propuestas para acercarnos a la Palabra de Dios
Estas son las propuestas de la Comisión Diocesana de Liturgia, y Dimensión de Animación Bíblica, para que en familia y en un momento de oración, los compartan, de manera que les permita acercarse de una mejor manera y más provecho a la Palabra de Dios.
1.Lecturas de misa
La lectura diaria de los textos bíblicos litúrgicos (las lecturas de la Misa) es una excelente ayuda para profundizar en la Palabra de Dios. De esta manera nos unimos a toda la Iglesia que ora al Padre meditando los mismos textos.
Participar en la celebración cotidiana de la Misa, es una excelente herramienta constituye una «puerta segura» para escuchar a Dios que nos habla en la Biblia.
Aquí te agregamos las citas bíblicas que puedes buscar en tu Biblia, de tal modo que organizándolas puedan haberse terminando de leer antes del Tiempo de Cuaresma.
- Mc. 7, 31-37
- Lucas 6,6-11
- Mateo 1, 18-23
- Lucas 6, 20-26
- Lucas 6, 27-38
- Lucas 6, 39-42
- Lucas 6, 43-49
- Marcos 8, 27-35
- Lucas 7, 1-10
- Juan 19, 25-27
- Lucas 7, 31-35
- Lucas 7, 36-50
- Lucas 8, 1-3
- Lucas 8, 4-15
- Marcos 9, 30-37
- Mateo 9, 9-13
- Lucas 8, 19-21
- Lucas 9, 1-6
- Lucas 9, 7-9
- Lucas 9, 18-22
- Lucas 9, 43-45
- Marcos 9, 38-43. 45. 47-48
- Lucas 9, 46-50
- Juan 1, 47-51
- Lucas 9, 57-62.
2.Evangelio de Marcos
¿Has leído alguna vez un evangelio entero «de corrido»? Es muy interesante descubrir la trama de la vida de Jesús escrita por cada evangelista. Muchos detalles y relaciones entre los textos que cada evangelista utiliza quedan al descubierto cuando uno hace una lectura continuada. Este año dedicado a la Sagrada Escritura es propicio para ofrecerle a Dios este esfuerzo. Te recomendamos la lectura del evangelio de Marcos. No es muy largo, en unas horas se puede leer. Al ser el primero de los sinópticos, los otros (Mateo y Lucas) lo siguen en el esquema general. Por lo tanto, es una muy buena «puerta de entrada» al mensaje de Jesús.
3.Oración de los salmos
Otra posibilidad para poner en práctica este año (y tal vez iniciar un hábito necesario y constructivo) es la oración con los salmos. Los mismos recogen la oración del pueblo de Dios a lo largo de casi mil años de caminata del pueblo de Israel. Nos acercan la voz del pueblo que ora con fe, y la palabra de Dios, que nos señala esta manera de orar para acercarnos y escuchar sus enseñanzas.
En los salmos podemos encontrar una inmensa fuente de inspiración para la oración. Hay salmos que nos hablan de la alegría, de las dificultades y conflictos, de la esperanza, del abatimiento, del dolor, de la liberación y la justicia, de la creación, de la misma Palabra de Dios (salmo 118, el más largo de todos). Aprender a rezar con los Salmos es una «puerta siempre abierta» para el encuentro con el Dios de la Vida.
4.Lectio Divina
La lectura orante de la Palabra (Lectio divina), realizada en comunidad, nos pone en sintonía con la voluntad de Dios. Es un ejercicio clave para el crecimiento en la fe. La fuerza de la comunidad nos alienta para encontrar en los textos la fuerza del Espíritu. Todos aprendemos juntos y nos enriquecemos con el aporte de cada uno. Existen muchos métodos de lectura orante. Simplificando al máximo podemos decir que los siguientes cuatro pasos son los más comunes:
- Lectura
- Meditación
- Oración
- Compromiso
La lectura orante siempre desemboca en un desafío para vivir. La Palabra de Dios nos desafía a seguir los pasos de Jesús y cambiar nuestra vida.
La lectura orante, practicada en comunidad, es una «puerta-espejo» que nos interpela y nos ayuda a discernir cómo vivir y practicar su Palabra en nuestros días.