La Diócesis de Ciudad Juárez se entristeció con la partida a la Casa del Padre del diácono permanente Juan Manuel Muñoz, quien falleció en la víspera de las fiestas Guadalupanas…
Presencia
La madrugada del pasado lunes 11 de diciembre, en la víspera de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe falleció el diácono permanente Juan Manuel Muñoz Rodríguez, quien el próximo 29 de diciembre cumpliría 17 años en el ministerio.
Don Juan Manuel fue uno de los primeros cuatro diáconos permanentes ordenados en la Diócesis de Ciudad Juárez por don Renato Ascencio León, y sirvió en diversas comunidades con gran entrega y obediencia a Dios.
El padre Martín Esqueda, párroco de Nuestra Señora del Pilar informó del fallecimiento de quien hasta el día de su muerte le asistió en las labores parroquiales. Hizo extensivas sus condolencias a la comunidad y a la familia del diácono, quien se distinguió por su servicio alegre y disponible.
Monseñor René Blanco Vega, Vicario general de la diócesis, celebró la misa funeral el martes 12 de diciembre en la parroquia del Pilar, donde los feligreses y su familia despidieron al querido servidor.
Doble llamado
En entrevista con Periódico Presencia previo a su ordenación diaconal (1999), don Juan Manuel compartió que su llegada al diaconado permanente representó el segundo llamado que le hizo Dios a la vida consagrada, pues cuando tenía 17 años estuvo en el Seminario de Cholula, Puebla.
“Pero no pude seguir porque mi padre enfermó y murió, tuve que quedarme al frente de la familia”, dijo en aquella entrevista en la que recordó la alegría que le causó la invitación que le hizo el padre Francisco Herrera (qepd) para ingresar a la Escuela de Diaconado Permanente.
Ya como ministro ordenado, don Juan Manuel sirvió en diferentes parroquias, donde presidió celebraciones de la Palabra, celebró bautizos y otras actividades propias de su ministerio.
A su muerte, se encontraba sirviendo a la comunidad Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza.
Sobreviven a don Juan Manuel su esposa Irene Anaya y sus hijos Juan Arturo y Mario, quienes siempre lo apoyaron en su servicio a la Iglesia.
Descanse en paz don Juan Manuel.