Con la presencia del obispo don José Guadalupe Torres Campos, sacerdotes y empresarios benefactores, la comunidad educativa del Centro Multicultural Yermo y Parres inauguró el nuevo edificio de primaria con el que contará esta escuela dirigida por las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los pobres (SSCJyP).
La ceremonia de inauguración se realizó el pasado lunes 22 de agosto. Inició con una Eucaristía celebrada por el obispo don José Guadalupe Torres Campos y concelebrada por los sacerdotes Roberto Luna, Humberto Gurrola, Carlos Daniel López Leonardo García y los misioneros claretianos Carlos Quevedo, Jerome Joseph Lourdu y Francisco Díaz.
Al concluir la misa, los asistentes se trasladaron a la explanada para atestiguar la inauguración formal del edificio, que comenzó con una breve ceremonia.
La madre María Aurelia Flores, superiora general leyó el Salmo 116 “¿Cómo podré pagarte Señor por todos los bienes que nos concedes?”, con el que agradeció a Dios por esta nuevo espacio con el que contará la comunidad educativa del CEMYP, escuela ubicada al nororiente de Ciudad Juárez, junto a Tierra Nueva.
Educar buenos cristianos
Explicó que las SSCJyP son una congregación religiosa nacida del corazón sacerdotal de San José María Yermo y Parres, de quien recibieron un legado y carisma.
“Para nosotras las siervas, el ideal debe ser educar verdaderos cristianos y llevarlos a Dios”, dijo la superiora.
Enseguida la hermana María Lourdes Cuesta Muro, directora del Cemyp dijo: “ Hoy es un día soñado, anhelado, se concreta el esfuerzo de muchas personas, de empresas, de corazones dispuestos a compartir los dones y bendiciones que nuestro Señor nos ha otorgado”. Invitó luego a los alumnos a disfrutar, valorar y cuidar el nuevo edificio.
Tras las palabras de la religiosa se procedió al corte de listón, a cargo del obispo don J. Guadalupe Torres Campos, y de Martín Alonso Cisneros, presidente de FECHAC, organismo que apoyó la nueva construcción
Más adelante, el presidente de FECHAC y la señora Marcela Fernández develaron la placa conmemorativa de la inauguración y enseguida el obispo ofrendó unas flores a la Santisima Virgen para pedirle su bendición para la escuela y su protección a los niños.
Luego se procedió al corte de listón y bendición del nuevo edificio, cuyas instalaciones roció con agua bendita al igual que a los presentes.
En uno de los salones quedó como testimonio del trabajo que se realiza en el Cemyp, una pintura que muestra a San José María Yermo y Parres junto a unos alumnos.