María, mujer que supo esperar
Hemos tenido la oportunidad de vivir durante estas semanas de Adviento, acompañados de personajes que nos han animado en nuestra esperanza: Isaías; Juan el Bautista y ahora es el tiempo de María.
Hay que recordar que el espíritu del adviento consiste en vivir cerca de la Virgen María porque ella lleva en su seno a Jesús.
No olvidemos que nuestra vida también es un adviento un poco más largo, porque estamos en la espera de ese momento definitivo en el que nos encontraremos con el Señor para siempre.
El cristiano sabe que este adviento que nos prepara para la Navidad, ha de vivirlo junto a la Virgen todos los días de su vida.
El estar cerca de María nos llevará a fomentar la alegría en el alma, porque su trato nos lleva a Cristo.
Como es el lema de los Maristas: “A Jesús por María
Ella es “maestra” de esperanza
Viendo la humanidad de María, sería bueno preguntarnos: ¿en que motivos de apoyaba ella para tener al máximo su esperanza?; ¿Quién era ella, para los hombre y mujeres de su tiempo? Una mujer mas.
En el Antiguo Testamento conocemos a grandes heroínas como Judith, Ester; Débora, que ya en la tierra consiguieron una gloria humana por el reconocimiento de los demás.
No seamos incapaces de sostener el esfuerzo por mantener la esperanza.
Sino se aspira a la santidad o a la vida eterna en esta vida presente, entonces lo mas seguro es que se caiga en el desaliento al vivir las dificultades y el dolor.
Unas tentaciones muy grandes que nos pueden asechar son: la incredulidad, el querer que no nos desacomoden (aburguesamiento), la tibieza y el estar apegados excesivamente a los bienes de la tierra que se pueden considerar con lo único que es verdadero, porque esos si los puedo disfrutar aquí
Si al desaliento no se le pone remedio, paraliza los esfuerzos para hacer el bien y superar las dificultades.
Mañana por la noche veremos en Belén a Jesús en el pesebre, lo que es una prueba de la misericordia y amor de Dios que cumple sus promesas.
Por eso no perdamos la esperanza y el esfuerzo, porque Dios si nos cumple.
Junto con María, preparemos todavía más nuestro corazón, porque ya solo tenemos un día para prepararnos.
Si nos mantenemos cerca de María nuestra esperanza se va a extender a muchas otras personas por las diversas situaciones que estén viviendo.
El Señor nos esta invitando en este domingo a luchar con todas nuestras fuerzas contra la desesperación (que es lo contrario a la esperanza), contra el desanimo, contra el desaliento y luchar contra la preocupación excesiva y exclusiva por los bienes materiales.
La esperanza lleva al abandono en Dios y a poner todos los medios a nuestro alcance para recomenzar lo que tenemos que recomenzar y a ser constantes en el seguimiento de Jesús.
La devoción a la Virgen María es la mayor garantía que tenemos para alcanzar los medios necesarios para ganarnos la esperanza en la vida eterna.
Una persona tuvo un sueño raro. En la plaza mayor de la ciudad habían abierto una tienda nueva. El letrero decía: “regalos de Dios”
La persona entró y un ángel atendía a los clientes.
Entonces la persona le preguntó: ¿Qué es lo que vendes? Y el ángel le dijo: “vendo cualquier don de Dios”
Le pregunta la persona: “¿Y cobras muy caro?” Y el angel le respondió. No, los dones de Dios los damos gratis.
La persona vio los diferentes estantes; y había frascos llenos de amor, otros de fe, había bultos de esperanza, cajas de salvación y muchas cosas mas.
Aquella persona reconoció que necesitaba mucho de todo aquello es por eso que le dijo al ángel: “Dame por favor bastante amor a Dios; dame perdón de Dios; un bulto de esperanza, un frasco de fe y una caja de salvación”
Aquella persona se sorprendió, cuando vio que el ángel, de todo lo que le había pedido, había hecho un solo paquete. Un paquete tan pequeño del tamaño de su corazón.
Y la persona le preguntó:”¿ Esto es todo?”
El ángel le explicó: Esto es todo. DIOS NUNCA DA FRUTOS MADUROS, el solo da pequeñas semillas, que cada quien tiene que cultivar”
Si nos ponemos en manos de María, ella hará que todo lo que Dios nos quiere regalar de grandes frutos.