Experto en gestión y desarrollo de talento hablará a padres de familia de Ciudad Juárez sobre esta generación que causa ciertos dolores de cabeza en la sociedad, pero tiene un gran potencial que se debe aprovechar…La plática será el próximo miércoles a las 7 de la tarde en el Centro Cultural Paso del Norte
Claudia Iveth Robles
La generación Z está integrada por personas nacidas entre 1995 y 2010, quienes han estado expuestos al uso de las diversas tecnologías y en especifico del Internet, pero quienes se caracterizan por la dependencia de sus padres, ya que incluso ahora son los padres quienes les hacen sus tareas, les buscan trabajo y les resuelven problemas para “impedir” que el hijo sufra.
Así lo explicó Juan Pablo Pérez Solorzano, un experto en gestión y desarrollo del talento y que presentara una conferencia el próximo miércoles 21 de febrero en Ciudad Juárez para ofrecer herramientas a los padres de familia respecto a esta generación, que ciertamente genera algunos conflictos en los ámbitos educativo y social.
En entrevista telefónica con Presencia, el conferencista invitado por el Colegio Teresiano, ofreció algunas ideas que presentará en esta charla. Aquí la entrevista.
¿Quiénes forman la generación Z?
Los más grandes ya egresan, empiezan a trabajar y están en ejercicio profesional. Tienen entre 7 y 23 años de edad. Lo que más los distingue es la relación que tienen con sus papás de mucha dependencia, éso los diferencia de los millennials, quienes siempre ‘le pintaron la raya’ a sus papás. Los millennials tienen entre 24 y 35 años, son una generación muy independiente.
Con la generación Z, empezaron a pasar cosas extrañas. Llegaban papás a las universidades y decían: ‘quiero inscribir a mi hijo’, y eso con los millennials no pasó; con la generación Z pasa incluso que los padres de familia acompañan a sus hijos a entrevistas de trabajo.
Son los mismos padres de familia los que generan el currículum, entonces algo que distingue a la generación Z es el estilo parental con el que crecen. En la universidad y en los trabajos es muy notorio. Las instituciones educativas ven que los padres de familia participan en hacer las tareas de sus hijos, literalmente son los papás los que hacen las tareas, y las instituciones educativas se dan cuenta y no saben cómo reaccionar. Hoy les toca vivir con una generación de papás que como nunca antes, es quejumbrosa e inconforme.
¿Cuáles otros retos enfrentamos con esta generación?
Aparte de ese tema de la dependencia, la generación Z nos reta a sacarle todo lo bueno que tienen. Los reconocemos también por sus aspectos positivos, son chicos muy ahorradores y están dispuestos a comprometerse y trabajar más. Ellos son muy diferentes a los millennials, quienes rompieron mucho el esquema por el estilo de trabajo que les tocó enfrentar y sobre todo confrontar con las empresas para las que trabajan y sus jefes.
La generación z están dispuestos a trabajar más, a ahorrar, a ser responsables en lo financiero, ellos dicen que sí les importa su plan de retiro y lo más valioso es el nivel de conciencia ambiental y de justicia social que tiene la generación z.
Los millennials tienen un distintivo marcado por el Facebook, a los de la generación Z Facebook no les gusta; los generación Z usan Instagram y Snapchat y lo que más usan es Youtube.
Los millennials son una generación muy identificada con facebook, y además tienen una pasión por viajar, por un gran viaje están dispuestos a todo; la generación Z no tanto.
Es una generación que tiene muchas cosas que ofrecer, solo hay que dejarlos crecer, pero no los dejamos crecer porque les hacemos todo.
Aquí tenemos que voltear a ver a los papás de la generación z que son generación X.
¿Qué aportan las características de estas generaciones al mundo?
Entender cómo es una generación nos obliga a adaptarnos con cierta rapidez, sobre todo a las estructuras educativas y de trabajo. Nadie avisó que había millennials en las escuelas nunca, se empezó a hablar de millennials cuando dieron su salto a la vida laboral. Hoy ha sido tan problemático para las empresas asumir esta revolución generacional y de alguna manera han tenido que transformar su manera de organizarse.
La estructura laboral ha sido tan costosa y tardada que las instituciones educativas y las empresariales, se adaptan a la generación millennials. Pero por no entender a las nuevas generación se han perdido años de eficiencia, sobretodo en la convivencia generacional.
Hoy sigue siendo un dolor de cabeza lograr que un jefe generación X se pueda llevar bien con un colaborador millennial. Muchas empresas padecen esto.
El no entender a tiempo el cambio generacional, nos obliga a vivir fricciones y procesos costosos para las instituciones, tanto educativas, como los sitios de trabajo profesional.
En el caso de la generación Z, la ventaja de entenderlos es poder optimizar, sobretodo la adaptación de las instituciones educativas a todo lo que esta generación muestra.
La principal ventaja que nos aporta el entender a las nuevas generaciones, es la facilidad de adaptación y por otro lado, el poder plantear de manera estratégica las relaciones humanas, las relaciones interpersonales que son la piedra angular del funcionamiento de cualquier institución.
Es un tema de adaptación al entorno, quizás uno de los capítulos principales en el desarrollo organizacional, la capacidad de adaptarnos al entorno, y en esto está la capacidad de adaptarnos a las nuevas generaciones.
¿Cuál es el propósito de distinguir ahora por generaciones a la humanidad?
El propósito ha evolucionado mucho. En los años 70’s el propósito era únicamente asociado al marketing. Hay una época en la que se trata de entender a las generaciones, para saber cómo venderles o dirigirles la publicidad a cada una de ellas.
Luego el interés sale de la esfera del marketing y los millennials son los que convierten el interés por las generaciones ya en un problema de desarrollo organizacional, sobre todo en un problema de gestión de talento humano y de cultura laboral.
Es un problema en el mundo empresarial que una generación le apueste a permanecer en un trabajo año y medio, y luego vengan las rotaciones, que se convierten en un problema enorme. Hoy el gran problema es el reclutamiento, y reconocer los segmentos generacionales no sólo nos permite ser más precisos también respecto de lo que ofrecemos en la cultura de trabajo, en la estructura laboral, en las aspiraciones profesionales.
¿Por qué es importante la conferencia que ofrecerá en Ciudad Juárez?
Hay un fenómeno enorme de insconciente colectivo respecto de lo que esta generación de papás le está haciendo a la generación Z. Empiezo por el tema el estilo parental, hoy los papas creen que el ser buen papá o ser buena mamá es resolverle todos los problemas a los hijos, por un lado, y por otro no permitir que sufran ningún tipo de frustración. En general los papás tienen un concepto de felicidad muy raro y muy limitado.
Como papás hoy pensamos que la felicidad de nuestros hijos se trata de que no sufran y ya y sin embargo hemos llevado esto al extremo. Hay un tipo de frustración que es muy natural al proceso de crecimiento y de aprendizaje, que es la frustración de hacer mal una cosa, y tenerla que hacer de nueva cuenta. Y hoy en los entornos escolares vemos que los niños ya no se frustran como antes, ya ni siquiera está permitido que reprueben. Hemos protegido hasta el extremo a los niños para que no sufran. Y como papás estamos criando una generación a la que cuesta mucho trabajo crecer, ser independiente y madurar.
Los profesores universitarios lo comparten mucho, que antes el universitario promedio era un adulto joven, y ahora es un niño grande y esto se debe al estilo de papás que somos hoy.
Esta conferencia les va facilitar a los papás de hoy poder ganar esa porción de conciencia que les está haciendo falta ganar, para poder entender cómo formar la independencia de los hijos.
El regalo que un padre de familia le puede dar a sus hijos es la independencia, la capacidad de resolver los problemas, ser autónomos, tener fortaleza emocional… y la generación Z lamentablemente no lo tiene.