Dos sacerdotes de la diócesis comparten su testimonio sobre directrices que pueden ayudar a que los niños vivan mejor la misa.
Diana Adriano
Asistir a la Santa Misa cada domingo o a veces entre semana, puede implicar un gran reto para las familias que cuentan con niños en casa, y más después de un tiempo en el que los niños han salido de una etapa de confinamiento involuntario.
Esto también debido a que en diversas ocasiones, los pequeños sólo quieren jugar, gritar, explorar y descargar toda esa energía que tienen acumulada y que es muy propia de su edad.
La liturgia es un lugar privilegiado para el encuentro con Dios, por ello, el padre Leonardo García y el padre Antonio Urrutia compartieron con Periódico Presencia, desde su testimonio cotidiano, cómo ayudar al niño a entrer en este mundo, de tal modo que pueda encontrar a Dios en la celebración Eucarística.
Festivo, fraterno y meditativo
El padre Leonardo García, párroco de Cristo Rey, compartió que el directorio del Misal Romano presenta algunas recomendaciones a padres de familia y a sacerdotes, las cuales él siempre tiene muy presentes.
“Hay indicaciones propias para la Misa de niños, no se trata de hacer un show de la Eucaristía, ni de meter payasos, sino de celebrar la Misa con las normas que la Iglesia ya nos da. Sin que se quebranten las normas litúrgicas, y sin que nos aleje de la contemplación del Misterio”, expresó el sacerdote.
Añadió que el directorio trae varias alternativas, para hacer estas celebraciones mucho más entendibles y amenas para los más pequeños de las comunidades.
“La liturgia nunca deberá parecer algo rígido y solamente intelectual. Al dirigirnos a los niños -hablando del sacerdote- siempre hay que hacerlo de tal manera que se expresen las cosas con todo el corazón, para realizar una celebración festiva, fraterna y meditativa”, dijo el presbítero.
Agregó: “Es importante organizarse con los coros, con los lectores, con ambientación litúrgica, para que todo nos hable de este ambiente festivo en la celebración, pero también fraterno y meditativo”, añadió.
Hacerlos partícipes
Asimismo, el sacerdote explicó que en su comunidad siempre trata de que sean los niños los que participen en todos los momentos de la celebración, desde los lectores, coros, en el servicio del Altar e incluso al momento de llevar las ofrendas al altar, así como enseñarlos a guardar los silencios.
Como lo explica en el Directorio litúrgico para las misas con participación de niños
Sagrada Congregación para el Culto Divino, n.º 22 … “Los principios de una activa y consciente participación tienen también valor aún cuando la Misa se celebre con niños, de ahí que debe cuidarse en que todas las cosas se realicen para aumentar dicha participación y que se tome así mucho más eficaz”
Estar a su nivel para vivir juntos la experiencia
El padre Antonio Urritua, párroco de Jesucristo Sol de Justicia, compartió que para él es muy importante que los niños aprendan conforme a su edad, pues muchas de las veces los sacerdotes comparten mensajes muy elevados para su comprensión.
Por ello, en un carácter festivo y de esperanza, él como sacerdote siempre les recuerda la importancia de la reunión -La Santa Misa- y de lo que significa para toda la Iglesia. Asimismo, siempre habla a los niños desde un lenguaje del corazón, al poner, durant ela homilía, ejemplos cotidianos que estén al alcance de su comprensión.
“Para mi es importante que los niños no sólo vean espaldas durante la celebración, por eso opto por pasar a los niños enfrente del altar, para así tener un encuentro cercano con ellos y que también se sientan parte de toda la celebración”, añadió el sacerdote.
Equipos de apoyo
Como servidor en una comunidad con una amplia población infantil y juvenil, el padre Antonio está consciente de la importancia de que en las comunidades existan equipos de apoyo para las Eucaristías con los niños.
Dijo que se debe promover que los niños apoyen en las celebraciones, pero no como vigilantes, sino como personas que los auxilien en los distintos momentos de la Eucaristía.
“Este equipo también puede conseguir distintos materiales que permitan a los niños comprender mucho mejor la misa. Antes nosotros implementamos muchas actividades, sin embargo con la llegada de la pandemia esto cesó, pero ya poco a poco lo retomamos”, compartió el sacerdote.
Una de estas actividades realizadas en la comunidad ubicada al suroriente de la ciudad, era llevar a los más pequeños, en cierto momento de la misa, a dibujar y pintar precisamente los momentos que se viven de la Eucaristía, como una forma de enseñarlos mediante el juego y actividades lúdicas.
El padre Antonio resaltó que es importante que los padres de familia ayuden a sus hijos a conocer en profundidad los gestos que en la misa se realizan y esto lo pueden hacer previo a su llegada al templo, así como, por supuesto, animándolos a vivir el Catecismo conforme a su edad.