Se acerca el 10 de Mayo y dado que muchos hijos se ‘quiebran la cabeza’ pensando en qué regalo hacer a mamá Periódico Presencia decidió preguntar a mujeres madres qué regalo no material les gusta recibir y aconsejan dar.
Claudia Iveth Robles
Pero se trata de regalos espirituales, más que materiales, que en realidad las madres disfrutan mucho más, segúno nos explicaron.
Aquí las ideas que compartieron mamás de algunos sacerdotes de nuetra diócesis, así como la psicóloga Victoria Nettel, maestra del Seminario Conciliar.
¿Qué le regalo a mi Mamá?
Me pidieron una idea sobre qué regalo espiritual o no material se le podría dar a Mamá este día (y yo pensé, ¿además del regalo material?) ¡Claro! Pero lo material solo se da el día de la fiesta, el otro puede seguirse dando cada día.
Empecé a pensar y surgieron recuerdos de infancia asociados a esta fecha. La emoción con que me esmeraba en hacer el “trabajo manual” que la maestra ponía para el regalo de mamá. Todavía este día de las madres me quiebro la cabeza pensando qué le voy a regalar a una mamá de 106 años, aunque sé muy bien que lo que más la alegra es que vaya a visitarla. Después mi memoria voló a la etapa en que los hijos eran pequeños, reviví la ternura y alegría de verlos emocionados y confabulados con su papá, para sorprenderme con sus regalos, pero también revive la gratitud por el don de la maternidad que he vivido junto a mi esposo, porque hemos caminado unidos en esta maravillosa aventura de compartir la Paternidad de nuestro Dios y Padre. Hace algunos años llegué a una conclusión: el Día de la Madre es, mas bien, el día de los hijos. Un día en que tenemos la oportunidad de agradecer y festejar con muestras de cariño a la persona que nos ha dado, como dice la canción, su vida, su amor, su cansancio y su cuerpo. Y las mamás nos dejamos querer, aunque a veces ¡implique más trabajo!
Pero, volviendo al motivo de este texto, ¿qué regalo no material o espiritual podría llenar de alegría el corazón de mamá? Al principio no se me ocurría nada, pero poco a poco fluyeron estas ideas que comparto con gusto. Además de las flores, las tarjetas, los perfumes o… la plancha, podemos ofrecer, por ejemplo, acompañarla a Misa entre semana; rezar con ella el Rosario alguna tarde, pedirle que me enseñe esa devoción que ha practicado toda la vida, leer con ella la nueva encíclica del Papa, ir con ella a ver la película sobre San Pablo o la de Fátima, próximas a exhibirse.
Otras experiencias que pueden ser un excelente regalo serían, por ejemplo, acompañarla a dar un paseo caminando por un parque; sentarse, en el jardín o en la cocina, a conversar con un café y un pastel preparado por ti; acompañarla a ver la serie o programa de TV que le gusta. Dejarla contar, una vez más, las anécdotas de cuando eras pequeño, reírte del chiste que te ha contado antes, escuchar sus preocupaciones y opiniones con paciencia, sin lenguaje corporal ni verbal de fastidio. Bajarle a su teléfono la música que le gusta y enseñarle, con paciencia, a usar los dispositivos electrónicos; bailar juntas con los nietos, compartirle el libro que estás leyendo o hacer con ella un “club del libro”; ayudarla a maquillarse para un evento especial, acompañarla al espectáculo que desea asistir, aunque no sea de tu preferencia.
En fin, creo que no se acabaría nunca la lista de detalles de cariño que podemos dar, no solo el día de las madres, sino en cada oportunidad que tengas de estar con ella, porque ahora ella está contigo. Y, sobre todo, ahora y siempre, ora por ella y bendícela. ¡regálale un Feliz Día de las Madres! Y seguramente lo será si ve a toda su familia reunida, compartiendo la alegría de estar juntos.
Victoria Nettel de Robles/ Psicóloga
En familia
Toda mamá, sea su hijo sacerdote o no, disfrutamos mucho de la compañía de los hijos. Cuando tenemos un sacerdote en la familia, es el regalo más grande que uno puede recibir, porque a veces es muy poco el tiempo que puede dedicarnos, entonces es un momento especial para toda la familia.
Toda madre anhela el disfrutar un poco a sus hijos, aunque ya sabe que están ocupados, que tienen a sus familias, es muy valioso para la mamá el momento de ver a todos sus hijos reunidos, a la familia. Que puedan compartir unos con otros, ése es el regalo más hermoso que puede tener uno como madre.
María Luisa Porras/ mamá de padre Felipe de Jesús Juárez
Bello regalo
La Sagrada Eucaristía es mi mejor regalo porque me veo sentada con los apóstoles alrededor de Jesús en la mesa ofreciéndonos su Cuerpo y su Sangre y yo extiendo mi mano y tomo ese pedacito de pan y un poco de vino que me renuevan y fortalecen diariamente. No existe, ni existirá regalo tan grande y maravilloso al que podamos aspirar en este mundo.
Que mi hijo ofrezca la Eucaristía por mí, ese es el regalo espiritual que me gusta, que siempre lo ofrecieran por las mamás.
Entonces, una Eucaristía bien vivida, supera cualquier regalo material.
En ocasiones que mi hijo ofrece la Eucaristía por mí, en mi cumpleaños o aniversario, es el regalo más bello que nos ha entregado.
Ernestina Olivas de Valenzuela/ mamá del padre Istibal Valenzuela
Uno de los mejores regalos espirituales que una madre puede tener es que los hijos se sientan orgullosos de uno como mamá, que digan: me siento orgulloso porque mi mamá siempre fue una persona muy trabajadora, que siempre puso todo en manos de Dios para que todo salga muy bien.
Y si todas las mamas pusiéramos a los hijos en manos de Dios, los hijos irían siempre por un buen camino.
Sara Irene Torres Aragón / mamá del padre Salvador Magallanes
Para la mamá de un sacerdote no hay mejor regalo que el de sus oraciones para uno, es el regalo más importante; que pida por mi conversión, por mi humildad y el regalo más grande, que Dios me ha dado la oportunidad de ver a mi hijo ante el Señor, muy enamorado de Él. Ese es el regalo más grande que Dios me puede dar.
Cada que tengo la oportunidad de asistir a sus misas, de verlo enamoradísimo del Señor, es un regalo muy grande que Dios me da: ver a mi hijo feliz desde que se ordenó.
Y pienso que es igual para todas las madres: me parece que no hay un regalo más grande para una mamá, que nuestros hijos nos tengan en su oración.
María del Carmen Burciaga / mamá del padre Guillermo Sias
El mejor regalo que una madre puede recibir este Día de la Madres es la sencillez y alegría de nuestros hijos. Ver a tus hijos felices es el mejor regalo que uno puede pedir: que no sean complicados, que se entiendan entre ellos y entiendan a los demás, porque eso te lleva a Dios. Decía Santa Teresa: Un santo triste, es un triste santo.
Victoria Bravo/ mamá del padre Alberto Castillo