Salatiel ya conocía algo de l Iglesia católica, pero cuando lo invitaron a una misa, descubrió algo diferente que luego quiso tener para sí mismo…
Ana María Ibarra
Nacido en el seno de una familia protestante, Salatiel Abel Ramírez Vélez encontró en la Iglesia Católica el camino para la Vida Eterna: el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Y después de conocer la fe católica, no quizo quedarse únicamente como espectador, sino que decidió prepararse para recibir los sacramentos.
“Mi deseo es participar de la vida eterna. Formar parte de esa gran fiesta, de las bodas del Cordero. Quiero estar en esa mesa y probar ese banquete”, expresó Salatiel en entrevista minutos antes de la celebración eucarística donde recibió los sacramentos, el pasado 10 de junio.
Cercano a Dios
“Crecí en la educación protestante en cuanto a la fe, pero por el deseo, el hambre de no quedarme solamente con lo que me decían mis padres o mis familiares, siempre he querido saber y conocer más”, compartió Salatiel, quien recordó que desde niños sus padres le inculcaron el amor y el agradecimiento a Dios.
“De pequeño acudía a los servicios acompañando a mi abuelo. De mi padre y mi madre aprendí que todo lo que tenemos viene de Dios y que debemos estar agradecidos”, recordó el entrevistado.
Añadió que con los años acudió menos a la iglesia, aunque siempre sintió hambre de estar cerca de Dios.
“Me acerqué a la Iglesia Católica por una invitación. Mi abuelo me decía que todas las iglesias son casa de Dios, sea de la denominación que sea. Cuando me invitaron a misa, con gusto vine”, compartió.
Después de esa invitación, Salatiel se fue acercando poco a poco a la Iglesia Católica y así conoció los sacramentos y más de la palabra de Dios. Y aunque ya la había escuchado, descubrió algo diferente.
En busca de la vida eterna
“Al conocer cosas que yo no practicaba me interesó conocer más, entonces vine continuamente: cada domingo, los martes y los jueves, así me fui acercando y poco a poco el Señor me fue envolviendo”, afirmó Salatiel.
Cuando decidió casarse con su esposa por la Iglesia, Salatiel tomó pláticas prematrimoniales. Ya casado formó parte del grupo de matrimonios donde tiene más de tres años apoyando en las pláticas y en el estudio bíblico.
“Miré y escuché por mis propios oídos y mis propios ojos cosas que despertaron el interés de formar parte de esta Iglesia. Siempre he sabido que todo lo que tengo se lo debo a Dios pero despertó ese interés lo que estudiamos aquí”, resaltó.
Refirió que su hambre de estar más cerca de Dios y de ganar la vida eterna lo llevó a decidir recibir los sacramentos, especialmente la Eucaristía.
“Sabía que aunque viniera todos los días a misa, al estudio, si no participaba de los sacramentos, no iba a poder formar parte de la vida eterna”, dijo.
“He visto a mis hermanos que pasan a comulgar y yo también quiero acercarme, quiero formar parte de esa fiesta, de la boda del cordero, quiero estar en esa mesa y probar ese banquete”, agregó.
Agradecido con Dios
Lleno de agradecimiento Salatiel recibió los sacramentos acompañado de su esposa, hijos, y hermanos de comunidad.
“Me siento muy emocionado, siento mucha alegría, tenía toda la semana esperando que llegara este día, estoy muy contento que por fin voy a formar parte de ese banquete”, agradeció con lágrimas de emoción.
E invitó: “Si aún no han tomado ese paso, si al igual que yo solamente asisten y no pueden formar parte del banquete, tomen la decisión, porque uno nunca sabe cuándo Dios nos llame a su presencia y quizá no portes ese traje para entrar a esa fiesta”.
Bautizado y confirmado
Fue en la parroquia San Vicente de Paúl, donde Salatiel recibió los sacramentos que le dieron la bienvenida formal a la Iglesia Católica el pasado viernes 10 de junio.
A la entrada del templo fue recibido por el obispo don José Guadalupe Torres Campos quien lo interrogó sobre su deseo de formar parte de la Iglesia y cuestionó a los padrinos sobre su compromiso de seguir apoyando en la fe a su futuro ahijado.
“Salatiel, ¡entra en la Iglesia para que formes parte con nosotros en la mesa de la palabra de Dios!”, exclamó el obispo dando entrada a Salatiel.
En su homilía el obispo dirigió unas palabras a los confirmandos, especialmente a Salatiel de quien resaltó su testimonio y lo invitó a seguir perseverando en la enseñanza de la fe.
“Salatiel ha manifestado que conoce a Cristo. Le hemos abierto las puertas de la Iglesia, de nuestro corazón. Es importante el testimonio. Te invito a seguir perseverando, a salir adelante”, expresó el obispo.
Después de las palabras de monseñor Torres, Salatiel se arrodilló para realizar un acto de perdón rezando el “Yo pecador” y luego dio inicio el rito del Bautismo en el que fue ungido con el óleo de los catecúmenos, realizó sus renuncias, rezó el Credo y fue bautizado con el agua para después ser revestido de blanco, señal del cristiano.
Junto con el resto de los jóvenes, Salatiel recibió el sacramento de la Confirmación y posteriormente la sagrada Comunión, momento emotivo para Salatiel, familiares, amigos, su párroco Alejandro Martínez, y toda la comunidad de San Vicente de Paúl.
La esposa de Salatiel, Yolanda Vences, afirmó sobre el especial acontecimiento:
“Me siento muy contenta, muy gozosa. Le doy gracias a Dios porque después de tantos años él ha dado este gran paso. Él se ha convencido y deseaba formar parte de este banquete Es un día muy feliz y de mucha alegría para toda la familia este momento”.