* Entrevista al padre Patricio Pelayo, vicario judicial de la Diócesis de Ciudad Juárez sobre la reforma del Papa Francisco a los procesos de nulidad matrimonial…
Como un esfuerzo de parte del Papa Francisco para que los católicos se acerquen y permanezcan dentro de la Iglesia Católica, calificó el padre Patricio Pelayo, vicario judicial del Tribunal Eclesiástico de la Diócesis de Ciudad Juárez, la nueva Reforma que el santo padre realizó para los procesos de nulidad matrimonial.
“El papa ha querido unirnos y acercarnos a Jesús no solo a través de la evangelización, sino también en los sacramentos. De ahí la motivación de esta reforma que, creo, es la oportunidad para (componer) muchas situaciones matrimoniales que están irregulares”, dijo el vicario judicial.
La Reforma, que surtirá efecto a partir del 8 de diciembre del año en curso, traerá algunos beneficios tanto a los solicitantes como al personal de los tribunales, pero a su vez, dará paso a una profunda y mejor preparación de quienes atienden los tribunales, incluidos los obispos.
Aquí la entrevista con el Vicario Judicial.
- ¿Qué opina de la reforma del Papa sobre el proceso de Nulidad Matrimonial…era necesaria?
Sí. Se insiste en primer momento en la indisolubilidad, que el matrimonio permanece. Pero la reforma vino a dar mas facilidad al proceso. La Iglesia no pone barreras, no pone obstáculos a los fieles, sino que busca acercarlos de una forma u otra, entonces debemos aprovechar esta reforma en aquellos matrimonios donde en verdad haya motivos de nulidad para que se aclare y se dicte sentencia de nulidad. Los motivos de nulidad serán los mismos. Pero en el proceso la reforma dio más de lo que se esperaba. Los tribunales debemos capacitarnos para entender lo que el Papa nos dice y nos pide con esta reforma. Siempre ha habido documentos que se dan después de alguna situación para aclarar y dar instrucciones apuntando en detalles. Pero vamos a esperar cómo se da esta situación. Lo que favorece mucho es que ahora en los tribunales hay reuniones. A nivel provincia los tribunales de Chihuahua tendremos una reunión en octubre, vendrán integrantes de la Asociación Mexicana de Canonistas, con sede en Monterrey, a darnos indicaciones de las nuevas normativas.
Acabamos de tener una reunión con la Rota Romana que vino del Vaticano a principios de septiembre a la Ciudad de México, ahí participamos 50 tribunales eclesiásticos del país, pero fue antes de la Reforma. No es solamente el Papa sino que su equipo está apoyando para aclarar y que se haga todo correctamente. Esperamos que con esta reforma el apoyo sea más cercano.
- ¿Que es lo que más destaca de esta Reforma?
La eliminación de segunda instancia. He estado en el Derecho Canónico desde 1999, y desde hace varios años había una búsqueda de que se eliminara esta segunda sentencia por lo que la resolución fue aplaudida. Históricamente no existía una segunda sentencia sino que se integró para que no hubiera abusos, pero para muchos tribunales ha sido de dificultad esa segunda sentencia por los tiempos. La disposición indica que no será necesaria una segunda sentencia para que un matrimonio se declare nulo, bastará con una sola. Eso es muy favorable porque ya no necesitaremos esperar, en nuestro caso, la sentencia de Chihuahua y todo se podrá resolver en la diócesis. Claro que se deben reforzar los tribunales para no caer en abusos y tener la objetividad de que todo sea justo para las personas.
El papa ha dispuesto también que el proceso sea de una forma breve cuando el motivo de nulidad sea evidentemente, claro, se estudiará y pasará al obispo para que lo declare nulo.
Ahora hay que cuidar que todo sea lo más claro y objetivo posible. El obispo, en su función de juez, trabajará directamente. Antes tenía delegado al Vicario Judicial, pero ahora él mismo firmará los documentos que, con la instrucción y la revisión del caso, le conste. Me imagino que los obispos también necesitarán alguna preparación más profunda para llevar esta función, que la tienen por su misión de juez, pero ahora será más visible.
- En Ciudad Juárez, ¿cómo se atienden estos procesos y cuál es la demanda que existe?
Aproximadamente llegan a buscar información150 solicitantes al año, de los cuales entre 40 y 50 son los que inician el proceso. Hay quienes van en un año y regresan después de dos o tres años. De estos que inician la mayoría son favorables porque se investiga previamente. Se hace una primera entrevista a esos 150 para ayudarles a aclarar sus dudas. Existe el error de creer que lo que hace nulo un matrimonio es el último motivo de la separación definitiva, pero lo que lo hace nulo es la situación que se vivió al inicio del matrimonio. Por eso les ayudamos (a los solicitantes) a que tengan presente todo lo que estuvo en torno del noviazgo, en el momento de la boda y recién casados, eso es lo que hace nulo el matrimonio, porque ahí hubo algo que no se dio en las situaciones o en las condiciones de un matrimonio válido.
- Uno de los aspectos de la reforma es que el proceso se realice de forma gratuita, ¿qué opina? ¿La Iglesia puede sostener esos procedimientos?
El papa ha pedido que sea en forma gratuita, pero la siguiente palabra que no estamos viendo dice que “en la medida de lo posible”. Necesitamos personal, necesitamos un edificio donde trabajar, necesitamos papel, electricidad. Sí, el papa quiere que todo sea gratuito para ayudar a las personas, pero no se está teniendo en cuenta lo que necesitamos para poderlos atender. Antes de esta solicitud del papa nosotros hemos llevado procesos de manera gratuita por la situación económica que viven las personas y nos consta. Es algo que hemos practicado nosotros. El costo que hemos pedido es en realidad mínimo, que han sido 6500 pesos para las dos instancias. Habría que ver lo que dispone el obispo, pero estamos en esa disposición que el papa nos pide: ayudar a las personas y que la situación económica no sea un impedimento para que las personas tengan esa claridad de su matrimonio.