Son muchos los aspectos que cubre la Pastoral Penitenciaria en el desarrollo de su apostolado al servicio de los internos del Centro de Reinserción Social.
Aquí algunos aspectos de su servicio, a unas semanas de la visita del Papa Francisco al Centro de Reinserción Social 3 en Ciudad Juárez, donde visitará a presos, sus familiares, empleados y algunos agentes de la Pastoral Penitenciaria.
Dado que algunos internos no son de la ciudad, y sus familiares tienen poca posibilidad económica para apoyarlos, la Pastoral Penitenciaria procura entregarles lo necesario como pueden ser artículos de aseo personal, ropa, chamarras o cobijas.
En otras ocasiones se les ayuda con medicamentos y algo de despensa, dependiendo si se les permite ingresar víveres al penal.
Atención espiritual y psicológica
En este rubro se ayuda al interno impartiéndole talleres, asesorías y algunas dinámicas de superación personal, además de compartir con ellos el diálogo y la escucha.
“Sabemos que tenemos que ir a escuchar, que ellos en su tristeza, depresión o inclusive en su alegría, te quieren comentar algo y que los escuches es como una terapia”, dijo el padre Alberto Meléndez, capellán de la Pastoral Penitenciaria.
La asistencia espiritual es clave en la misión que realiza la Pastoral Penitenciaria. El capellán celebra la Eucaristía o celebración de la Palabra todos los domingos, y otros días se programan confesiones, preparación para recepción de sacramentos, así como catequesis permanente.
Pero el servicio de la Pastoral Penitenciaria no se remite sólo a lo espiritual o material, sino que además buscan dar apoyo a los presos en el ámbito legal.
“Les ayudamos en la cuestión de trámites, por ejemplo cuando van a tramitar su pre liberación, o una liberación anticipada, o simple y sencillamente revisamos cómo van sus casos en un enlace con las autoridades del penal”, compartió el capellán.
Dijo que debido al cambio de administración del Cereso hace tres años, cuando pasó del gobierno municipal al federal, los ingresos al penal se han complicado y ahora deben acatar normas mucho más estrictas para el ingreso.
Hospedería
Otro de los servicios que ofrece la Pastoral Penitenciaria es el de la Hospedería Maximiliano Kolbe, cuyo objetivo es recibir ex internos, internos recién salidos del penal o sus familiares, que no tienen a dónde ir.
Por el momento la casa está fuera de servicio, explicó el padre Alberto Meléndez, quien aseguró que no se estaba utilizando mucho y no hay voluntarios para la atención, pero consideró que proximamente podrán reabrirla.
En esta casa, ubicada en la colonia Toribio Ortega, muy cerca del Cereso, se recibe a personas que no son de la ciudad o no tienen un lugar donde vivir mientras visitan a sus familiares presos, o en el caso de los presos recién salidos, mientras consiguen reinsertarse en la sociedad.
“Cuando un interno sale y sobre todo si ha tenido mucho tiempo, tiene miedo a salir a la calle… hay muchas situaciones en las cuales hay que acompañarlo y este es uno de los objetivos al hospedarlos”, dijo Tomasa Muñoz, quien durante años coordinó de la hospedería.
Un segundo objetivo de la casa es recibir a familiares que vienen de otras partes de la República y que de alguna manera llegan con un presupuesto reducido y buscan un lugar seguro y cercano al Cereso.