Dado el valor de su participación cívica en la jornada del próximo primero de julio, Presencia preguntó a jóvenes de la diócesis qué opinan del proceso electoral 2018…aquí sus inquietudes…
Presencia
Alrededor de 14 millones de jóvenes votarán por primera ocasión en la próxima elección federal en México. De esta manera, el candidato (a) que quiera convertirse en presidente de México, deberá ganar el apoyo de este segmento de la población, de acuerdo un diagnóstico que hace José Manuel Romero Coello, director del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve).
El grupo de los jóvenes representa casi una quinta parte del electorado (17%) y dentro del sector juvenil es el que más tiende a participar al ser su primera experiencia en unos comicios presidenciales, por lo que podría convertirse en el fiel de la balanza en una elección competida como la que se pronostica será la del siguiente año.
Por otra parte en México se desarrolla el Año de la Juventud, decretado por los obispos de México ante la proximidad del Sínodo de los Obispos que este año abordará el tema de la juventud a petición del Papa Francisco.
Por ello, y dado el valor de su participación cívica, en esta edición Presencia preguntó a jóvenes de la diócesis qué opinan del proceso electoral 2018, de los candidatos, y qué esperan del próximo presidente de México.
Aquí sus respuestas:
Estamos a casi dos meses de lo que serán las elecciones para el nuevo presidente de México y no sólo se sabe por el calendario, si no por el constante bombardeo de propaganda en el radio, televisión, redes sociales y anuncios publicitarios; la mayoría de los candidatos se autoproclaman como los que “salvarán México” pero… ¿realmente en 6 años pueden propiciar un cambio tan drástico en un ambiente tan hostil como el que se vive en los partidos políticos?;
A mi me parece que realmente para lograr un cambio tendríamos que despertar como ciudadanos, interesarnos por la política y tratar de colaborar en la construcción de una nueva sociedad. Los pequeños cambios pueden desatar una gran revolución si se producen en conjunto.
Claramente se ve el apoyo de la ciudadanía por “ya sabes quién” poniendo como argumento principal que los otros partidos sólo han dañado a México con su corrupción, injusticias y robos; en lo particular, pienso que claramente va a tener más gente de su lado ya que ha estado en campaña para presidente desde el año 2006 en el que se autoproclamó “Presidente legítimo de la República”. Para mí aún es dudoso que realmente tenga interés en colaborar sin querer imponer un régimen izquierdista en su manera de gobernar.
Lo más importante que hay que revisar de cada candidato debe ser su desempeño profesional en antiguos cargos ejercidos, que presenten sus declaraciones de patrimonio reales, propuestas realmente sustentables que puedan aplicarse y ayuden a la ciudadanía y particularmente como católicos, fijarnos en sus ideologías en cuanto a la línea de la defensa de la vida y la familia, paz, justicia y educación.
Espero que el nuevo presidente sea electo por las vías correctas de la democracia, y que una vez en el cargo Presidencial pueda lograr grandes cambios de sistema, que lleven a México a dignificar la política y su aplicación en todos los rubros.
Mireya Salgueiro/ 26 años/ Cirujano Dentista
Durante las elecciones del 2018 espero unas elecciones de muchos cambios. Particularmente creo que se verá a una juventud mucho más participativa durante el proceso electoral. No sólo a la hora de votar, sino también tomando iniciativa en activismo político y a la hora de influenciar las decisiones de los candidatos a la presidencia.
Se podría decir que durante algunas de las elecciones pasadas la juventud se ha notado un tanto apática y poco participativa. En este 2018 yo veo que esta actitud va a cambiar.
Creo que durante estas elecciones los candidatos a la presidencia son muy variados y considero que todos tienen fortalezas y debilidades. No vivimos en un mundo perfecto, y por lo tanto no considero que deberíamos dejarnos llevar por el idealismo. Como cristianos debemos buscar no al candidato perfecto, sino más bien al que tenga la intención de luchar por nuestros ideales y por el Bien común. Yo estoy convencido de qué se debe apoyar a candidatos que busquen realmente transformar al país de una forma positiva, más no hay que dejarnos llevar por el populismo y las falsas esperanzas. Considero que se tiene que tener precaución con este tipo de líderes (populistas) ya que podemos caer en el mismo error que países como Venezuela y Estados Unidos.
Del nuevo presidente de México espero y exijo un líder que ponga los intereses de la nación antes que sus intereses personales. Un presidente que busque promover y fomentar los valores Cristianos de ayudar al necesitado y de defender a la familia. Espero un presidente que busque resolver los grandes problemas de México como la desigualdad social, falta de educación, corrupcion y violencia, los cuales impiden que progrese nuestro país. Espero a un presidente que trabaje todos los días por convertirse en un mejor cristiano.
Francisco Gaytán Barrio/ 18 años/ Comunidad de Laicos Regnum Christi
De este proceso esperamos que se dé en total civilidad, que exista legalidad, justicia, que no se vayan a realizar prácticas que terminen con el proceso, como compra de votos, etcétera. Esperamos que sea proceso justo, transparente y deje a los mexicanos tranquilos porque fue desarrollado en todas las condiciones necesarias para que se pudiera llevar a cabo la democracia.
Opino que los ciudadanos católicos la tenemos muy difícil en esta circunstancia, y todos los ciudadanos, porque los candidatos están ahora sí que “como las aguas del Chavo del Ocho”, unos son de tamarindo, saben a limón, pero son de fresa. La verdad es que las alianzas que se han hecho entre los partidos no nos permiten a los ciudadanos poder distinguir las ideologías y las políticas públicas que vayan a poner, porque algunos son muy contradictorios: unos son de izquierda que se aliaron con los de derecha y viceversa y nos la pone dificil a los ciudadanos. Hay un exceso de pragmatimso por parte de los políticos, una excesiva busqueda del poder por el poder y esto nos invita a que los ciudadanos pongamos mucha atención verdaderamente en lo que vamos a elegir, en el candidato. Creo que la invitación es más a ver al candidato que al partido político, y esto no quiere decir que no votemos por un candidato de un partido político, pero sí pienso que tenemos que fijarnos en su trayectoria, sus valores, en lo que verdaderamente hagan, no nada más en lo que digan. Ya no son las ideologías que traen de partido, sino los acuerdos políticos que traen, a los cuales están llegando y nosotros prácticamente tenemos que estar adivinando cuáles van a ser.
Espero que el nuevo presidente sea elegido por la mayoría, para que no vaya a haber una división como se ha visto en otras elecciones, eso es lo primero, para que no quede el país dividido. Lo segundo es que sea una persona que verdaderamente responda a las necesidades que presentan las y los mexicanos en los temas de seguridad, de ayudar a los mas necesitados, y que sea una persona que vele por los intereses de la vida y de la familia. Que ponga a la familia en el centro de la política pública me parece fundamental y que cumpla las promesas que se vayan haciendo.
Y me parece fundamental que los mexicanos tenemos que estar orando por el futuro presidente de México.
Lic. Fernando Gallegos/ 34 años/ Director de Jaguares, jóvenes de bien, A.C.
El Proceso Electoral de este año representa un proceso muy diferente al de años anteriores, una generación diferente formaremos parte de él. Por tal motivo, espero que durante el ejercicio de este proceso se obtengan resultados justos ademas de que sea notoria una transparencia en cada paso y sobre todo que la democracia refleje el verdadero sentir de los mexicanos.
Los candidatos de este año muestran gran diversidad ideológicamente, lo cual vuelve complicado el seguir una línea que empate con ideología propia.
Espero del nuevo presidente un mejor gobierno que refleje verdaderamente un crecimiento en el desarrollo de México, para poder dar ese paso de un país en vías de desarrollo a un país con notable progreso en el que no sólo se beneficie a unos cuantos y se atienda a los más necesitados.
Brisa Martínez/ 25 años/ Ingeniera en aeronáutica