Un Bingo reunió a las Voluntarias Vicentinas también en torno a los preparativos que realizan para celebrar el Jubileo de su fundación, a nivel mundial…
Ana María Ibarra
Con el objetivo de recabar fondos para dos de sus proyectos, las Voluntarias Vicentinas de Ciudad Juárez llevaron a cabo el evento “Bingo 2017”, realizado el pasado martes 25 de abril en un salón de eventos sociales donde las asistentes además de apoyar se divirtieron jugando y degustaron de una rica merienda.
La actividad recaudatoria reunió a las voluntarias también en torno a los preparativos que realizan para celebrar el Jubileo por los 400 años de su fundación.
Centro Comedor
Uno de los centros que se verá beneficiado con lo recabado en el Bingo, es el Centro Comedor localizado en el área de Tierra Nueva, donde desde hace 15 años, de lunes a viernes, se da alimento a un número aproximado de 60 niños.
Así lo compartió Yolanda Ortega, presidenta del centro, quien compartió que anteriormente contaban con un comedor para adultos mayores al poniente de la ciudad.
“Los niños acuden, unos antes y otros después de ir a la escuela. Servimos la comida desde las 12 del mediodía hasta las 2 de la tarde, ahí la preparamos en la cocina que tenemos y les damos algo de postre también”, compartió Yolanda.
En este centro, atendido por diez voluntarias, no sólo se les brinda alimento a los pequeños, sino que también se les apoya con becas, útiles escolares, uniformes e inscripción escolar. Además, en Navidad se les ofrece una posada y se les da un obsequio.
“Se ponen muy contentos los niños y también nosotras, con la labor que hacemos nos sentimos contentas, fascinadas. Muchos de los niños que recibíamos chiquitos ahora ya son jovencitos y nos da gusto verlos salir adelante. Nos sentimos satisfechas con lo que hemos logrado con esos niños, aunque desgraciadamente con otros no”, lamentó Yolanda quien es vicentina desde 1997.
“También los evangelizamos. Hemos sacado grupos para que hagan su primera Comunión. Rezamos con ellos, los ayudamos a que conozcan más de Dios del modo que podemos y a nivel de ellos”, agregó Yolanda.
Para sacar adelante el comedor, las vicentinas se organizan de tal forma que lo atienden dos voluntarias por día. Preparan los alimentos con donativos que reciben, y cuando no llegan donaciones, ellas mismas costean los alimentos.
“Siempre vamos a necesitar ayuda económica y manos también. Quisiéramos ayudar mucho más a los niños. Gracias a Dios no nos falta, Él siempre nos resuelve nuestros problemas y nos ayuda a salir adelante”, finalizó Yolanda.
Centro Amor y Alegría
Amor y Alegría es un centro de Voluntarias Vicentinas que cuenta con servicios de asistencia en los hospitales General, de la Mujer e Infantil, además de ofrecer un servicio de becas a niños de primaria a universidad.
Martha de Hernández, presidenta del centro, compartió que son 21 socias activas quienes se dividen en los cuatro servicios mencionados.
“Tenemos 106 becados. Les damos una atención integral. Damos platicas a los becados y a los papás impartidas por sacerdotes, seminaristas, psicólogos, gente próvida, buscamos quien nos apoye en eso. También les damos su retiro de cuaresma, tratamos de evangelizar no solo darles la beca”, explicó Martha.
La presidenta de Amor y Alegría resaltó que el objetivo del servicio de becas es evangelizar y ante la respuesta de los beneficiarios se sienten contentas de lograr el objetivo.
En cuanto a los servicios en los hospitales, Martha compartió que en el Hospital de la Mujer el grupo encargado elabora canastillas para los bebés, mismas que son donadas.
“En el Hospital General se les da atención espiritual a los enfermos, si hay necesidad económica también les ayudamos. Al Hospital Infantil le damos un donativo mensual, ahí se atienden la necesidades de bebés. Hacemos lo que podemos y poquito más, pues también damos un donativo a un sacerdote de la Tarahumara”, compartió Martha quien lleva desde 1995 como voluntaria vicentina.
Satisfechas, no solo por lo que dan, sino también por lo que reciben de las personas, Martha reconoció que siembre hay necesidades que requieren del apoyo de la comunidad.
“Ahorita nos gustaría que nos apoyaran con ropita y artículos para las canastillas. Las personas que no tengan donde hacer su servicio, busquen donde hacerlo porque siempre es bonito ser útil para alguien aunque sea con poquito, pero siempre es bueno hacer algo por alguien más”, motivó Martha.