Hoy como coordinador de choferes de autobuses foráneos, este antiguo conductor de rutera ha tenido siempre presente que Dios está por sobre todas las cosas y por eso a Él se encomienda para transportar con bien a miles de personas.
Ana María Ibarra
Ser chofer de un autobús de transporte de personas no es nada sencillo, pues quien conduce lleva en sus manos la responsabilidad no sólo de su vida, sino la de otras personas.
Es por ello que Adrián Morales, quien durante 10 años condujo un camión de transporte público en Ciudad Juárez y hoy coordina una agencia de camiones foráneos, mantiene su fe en Dios, quien lo ha llevado a ser un chofer responsable.
En las manos de Dios
“Cuando fui chofer, siempre le pedí a Dios me protegiera de percances en el camino. Como chofer uno está expuesto a asaltos, accidentes, de todo. Conozco al padre Beto (Roberto Luna) hace mucho años y él siempre nos ayuda con la oración pidiéndole a Dios a ser responsables y manejar con cautela, respetando lo que indica la Ley de Tránsito”, dijo Adrián al compartir su testimonio.
Amigo desde hace años del padre Roberto Luna, párroco de Corpus Christi en Tierra Nueva, Adrián comentó que la petición que siempre dirigió a Dios antes de manejar, fue que le ayudara a llevar siempre su mente clara, pues asegura que cualquier distracción puede ser fatal.
“Le he pedido fortaleza para poder ser responsable. En el camino nos encontramos con compañeros irresponsables que se pasan los altos, incluso me tocó ver que consumían drogas o tomaban alcohol en horas de trabajo. Según sé, esto ya está controlado”, compartió.
Hoy, Adrián está convencido de que su fe lo ha protegido de los percances a los que como chofer está expuesto.
Seguridad para el pasaje
Actualmente Adrián es coordinador de transporte foráneo, y aunque ya no conduce, su fe sigue siendo importante para él, pues sigue teniendo bajo su responsabilidad la seguridad de cientos de personas.
“La agencia es una herencia de mi madre. Mi responsabilidad ahora como encargado es proteger al pasaje cuidando que las unidades cumplan con su aseguranza y que estén en buen estado. También que los choferes tengan en orden su documentación, que estén aptos para manejar las unidades y la gente no vaya en riesgo”, afirmó.
Esta labor, agregó Adrián, la puede llevar a cabo a través del reglamento y la ayuda del sindicato al que pertenece.
“Todos los días le pido a Dios personalmente que me permita llegar a mi trabajo con bien y salir con bien, aquí también estamos expuestos a un asalto. Tengo a mi cargo 7 choferes que viajan a Torreón y siempre que salen los pongo en manos de Dios a ellos y a sus pasajeros”, resaltó el entrevistado.
Convencido de que los pasajeros son lo más importante en este oficio, el entrevistado dijo tener presente a Dios para poder hacer bien su trabajo.
“Desde mi puesto como coordinador, pero también como vendedor, sé que siempre tengo que darle buen trato a la gente, desde que le vendo el boleto, hasta cuidar que el operador que la lleve con bien. Lo principal es que el pasaje llegue con bien a su destino”, afirmó.
Vivir su fe
Tener como amigo al padre Roberto es para Adrián y su familia una bendición, pues siempre que tiene oportunidad el padre Roberto acude a sus instalaciones y les imparte la bendición para él, su familia, sus choferes y su negocio.
“Es una persona que Dios puso para que nos proclame la Palabra. Cuando trabajé en el camión siempre me di tiempo para ir a misa, aunque trabajaba toda la semana. Ahora también cada domingo voy con mi familia a misa”, dijo.
Finalmente, el entrevistado se dirigió así a sus colegas:
“Quiero decir a los compañeros transportistas que Dios está sobre todas las cosas, por eso es importante ponernos en sus manos siempre. Los invito a tener cuidado sabiendo que llevan a su cargo vidas humanas y es una responsabilidad. Debemos acudir a cursos de transporte para mantener la calma, ser educados, serviciales, pacientes con el pasaje para no tener conflictos, ya que son vidas a nuestro cargo”.
FRASE…
Quiero decir a los compañeros transportistas que Dios está sobre todas las cosas, por eso es importante ponernos en sus manos siempre. Los invito a tener cuidado sabiendo que llevan a su cargo vidas humanas y es una responsabilidad.