“Bendito el que viene en el nombre del Señor”. Con estas palabras fue recibido el padre Ramiro Rochín al iniciar la celebración de toma de posesión en la parroquia Santa Cecilia.
Ana María Ibarra
Lleno de alegría y con un corazón dispuesto a entregarse al trabajo parroquial, el padre Ramiro Rochín Gaxiola recibió el pasado 11 de junio su nueva parroquia después de siete años de dedicarse a la formación de nuevos sacerdotes en el Seminario.
Fue la comunidad parroquial de Santa Cecilia quien recibió al padre Rochín como su nuevo párroco, participando con alegría en la misa de toma de posesión celebrada por el obispo diocesano, don José Guadalupe Torres Campos.
“Bendito el que viene en el nombre del Señor”. Con estas palabras fue recibido el padre Ramiro Rochín al iniciar la celebración de toma de posesión.
Nueva encomienda
A su arribo al templo, el sacerdote caminó por el pasillo central junto con sus hermanos del decanato Nuestra Señora del Carmen, así como sacerdotes del Seminario Conciliar, además del padre Aurelio Saldivar, su antecesor, seguidos por el obispo Torres Campos, quien a su pasó saludó y bendijo a la feligresía.
Al iniciar la celebración, el padre Jorge González, secretario canciller de la diócesis, leyó el acta del nombramiento como nuevo párroco, en el que destacan sus obligaciones como pastor y en la evangelización y la catequesis.
Enseguida, el padre Ramiro hizo su profesión de fe ante el obispo y, colocando su mano en el evangeliario pidió la ayuda de Dios en su nueva misión.
El padre Ramiro y el señor obispo firmaron el acta de toma de posesión.
Antes de la aclamación del evangelio, el obispo entregó al nuevo párroco el libro de los evangelios, con la encomienda de proclamar la Buena Nueva.
Motivados a trabajar en comunión
A la luz de la Palabra, el obispo compartió su homilía resaltando la fuerza del Espíritu Santo que conduce a la Iglesia y suscita dones y carismas para la construcción del Reino.
“El Espíritu Santo nos ilumina para evangelizar. Todos estamos llamados a llevar la buena nueva, a evangelizar, párroco, comunidad, grupos, ministerios. La importancia de misionar es que santifica al pueblo de Dios”, dijo el obispo.
El obispo invitó al padre Ramiro a entregarse con gozo y con fe, y a ejercer con fidelidad su ministerio.
“Juntos, como familia, crecer en la celebración, en la caridad, evangelizar. Tú, como párroco, y ustedes como comunidad, seguir colaborando, continuar la labor siempre con entrega. Padre Ramiro, tienes una comunidad buena, con riquezas en todo sentido. Sé entregado, sé amoroso, buen sacerdote, buen cristiano, cercano a la gente”, motivó el obispo al sacerdote.
Después de las palabras del obispo, el padre Ramiro visitó los lugares sagrados, concluyendo ese momento, con la toma de posesión de la sede.
Diálogo y contacto
Antes de finalizar la celebración, el padre Ramiro dirigió sus primeras palabras como párroco, mostrándose contento por su nueva encomienda.
“Estoy consciente de la responsabilidad. El Señor me pedirá cuentas de esta comunidad. Me encomiendo a la oración de ustedes para ser buen párroco. No vengo a apropiarme de nada, no vengo a inventar nada nuevo, antes que yo estuvieron otros sacerdotes”.
El sacerdote invitó a su nuevo rebaño a acercarse a él con confianza para conocerse.
“Los quiero desde que me dijeron que venía a esta parroquia. La única manera de conocernos es a través del diálogo, del contacto personal, quiero conocer sus nombres y sus historias. Pongo en las manos de nuestra Madre Celestial este trabajo”, dijo el sacerdote.
La comunidad recibió a su nuevo párroco con aplausos y una recepción al final de la celebración.