Los presidentes nacionales del MFC y el secretario ejecutivo de la Dimensión de la Pastoral Familiar en la CEM se reunieron con vicario de pastoral y grupos de la diócesis.
Ana María Ibarra
Como parte de una visita misionera a la Diócesis de Ciudad Juárez, los presidentes nacionales del Movimiento Familiar Cristiano, Blanca Sastré y Jesús Ramos, acompañados por el sacerdote Oscar Lomelín, secretario ejecutivo de la dimensión de la Pastoral Familiar de la Conferencia del Episcopado Mexicano, sostuvieron una reunión con el vicario de pastoral, padre Mario Manríquez.
En la reunión estuvieron presentes el encargado de la Pastoral familiar en la diócesis, el padre Francisco Sánchez, además del padre Víctor Fernández, de la Pastoral para laicos.
El padre Oscar Lomelín se puso a disposición de la Pastoral Familiar en la diócesis y exhortó a los sacerdotes a iniciar un trabajo conjunto en esta dimensión unificando los esfuerzos de grupos y movimientos que trabajan por y para las familias.
Motivados a trabajar en unidad
El objetivo principal de la reunión del equipo nacional de la dimensión familia, fue primeramente ponerse a disposición de la Diócesis de Ciudad Juárez, principalmente del encargado de la pastoral familiar local.
El padre Lomelín compartió la importancia de trabajar con un grupo de matrimonios y laicos de los ministerios que trabajan en favor de la familia, así como él lo realiza a nivel nacional.
Son precisamente los presidentes nacionales del MFC quienes, junto con el padre Oscar están al frente de la dimensión familia, en el Organigrama que establece la Conferencia del Episcopado Mexicano a nivel nacional, la cual se enmarca en la Comisión para la Familia, Juventud, laicos y vida.
Los visitantes compartieron brevemente sobre los proyectos que la dimensión de la familia tiene a nivel nacional, y exhortaron a que la diócesis formara su equipo para organizar un calendario diocesano de la pastoral familiar y de esta manera todos los ministerios que trabajan para las familias lo adopten y trabajen todos por un mismo fin.
Fortalecen con su visita
Con un año en su labor como presidentes nacionales del Movimiento Familiar Cristiano, Blanca y Jesús Ramos, trabajan actualmente para fortalecer al movimiento volviendo a las raíces y revitalizando su ciclo básico de formación, el servicio y la unidad dentro del movimiento y con toda la Iglesia.
“En nuestro quehacer como presidentes del MFC está el poder percibir de primera mano la realidad de nuestros equipos diocesanos, los retos y desafíos que están enfrentando para encontrar la manera de cómo apoyarlos, cómo orientarles”, compartió Jesús.
A través de estas visitas, los presidentes nacionales llevan experiencias de una diócesis a otra para generar comunidad y unidad a lo largo del país.
“Tenemos, gracias a Dios, presencia en 84 diócesis del país, agrupamos cerca de 50 mil familias, y 15 mil jóvenes y adolescentes. Esto nos lleva a un quehacer intenso de mantener a este movimiento orientado bajo la misma estrategia, con la misma visión, buscando la unidad al interior, acorde a la visión que se va proponiendo, pero también a los tiempos que estamos viviendo, que nos exigen unidad y armonía con toda la Iglesia”, agregó Jesús.
Ser valientes con una misma respuesta
Contentos de haber encontrado en esta diócesis alegría, unidad, compromiso y espíritu de servicio en los matrimonios que quieren trabajar en la diócesis por las familias, jóvenes y madres responsables, los presidentes nacionales conocieron y acompañaron a diferentes grupos del MFC local durante los días de visita.
“Conocer sus experiencias revitaliza el quehacer del movimiento y nos permite ir acomodando los planes y las estrategias conforme a las necesidades particulares que existen en diócesis como esta y buscamos que estos acompañamientos respondan a la realidad de las diferentes diócesis”, explicó Jesús.
Por su parte, Blanca dijo que aunque cada diócesis tiene su realidad particular el espíritu de servicio, los desafíos que se presentan son los mismos y las familias del MFC están despertando la conciencia en la preocupación de atender y acoger a las familias.
“Es hermoso ver que quieren ayudar a más familias a retomar los valores humanos y cristianos para poder defender a la familia”, dijo Blanca.
Jesús agregó que se vive un escenario nacional de violencia, pobreza y ataque a las familias a través de la ideología de género, y contra la educación de los hijos.
“No son problemas particulares, en todos lados está sucediendo, se enfrentan los mismos desafíos a nivel nacional, quizá con la particularidad cultural. Las respuestas también son las mismas a nivel nacional: en el evangelio del amor de la vida ahí está la respuesta”, dijo.
Ser valientes
Los presidentes del MFC invitaron a las familias de Ciudad Juárez a ser valientes y actuar como individuos, como matrimonio, como familia y como comunidad ante la cultura de la muerte y el descarte que se vive.
“No son los tiempos para mantener la sobremesa en una displicencia de observar cómo la sociedad se va desmoronando y nosotros consentirlos pensando que son tiempos modernos. Es tiempo de identificar qué podemos hacer para revertir los efectos nocivos de esta cultura del descarte y de la muerte”, expresó Jesús.
“Sean valientes. Seguir a Jesús requiere valor, anunciarlo también, porque requiere desprenderse, el valor de hablar cuando sea necesario y de actuar”, finalizó Blanca.