Ana María Ibarra
- Con una misa de acción de gracias, en la que se llevó a cabo la imposición de distintivos y téseras, integrantes del Movimiento de Enfermeras de Acción Católica celebraron su día el pasado 6 de enero, compartiendo además la tradicional rosca de reyes.
Servicio y entrega
La celebración se realizó en la parroquia El Señor de la Misericordia y fue presida por monseñor J. Guadalupe Torres Campos, obispo diocesano, quien estuvo acompañado por los sacerdotes José Solís y Jesús Salinas, párroco y vicario, respectivamente, de dicha parroquia.
En su homilía, el obispo resaltó que es Dios mismo quien se manifiesta en el enfermo, el pobre y el necesitado.
“El Señor dice: me acompañaste, me atendiste, lo que hiciste en ellos, lo hiciste en mí. El Señor se nos manifiesta en amor y gracia. También salimos como aquellos magos, siguiendo la estrella. Debemos dejarnos guiar por la estrella para ir al encuentro de Jesús en el pobre y enfermo”, dijo el obispo.
Instrumentos de Dios
Monseñor les dijo a las enfermeras y a los enfermeros que cada uno de ellos ha sido llamado como instrumento de Dios.
“El Señor se fija en ustedes para ser una extensión de sus brazos, de sus manos, de su corazón, para ir al encuentro de los enfermos con delicadeza, esmero y vocación de servicio y apostolado. Solamente uniéndonos a Cristo seguimos el apostolado”, afirmó.
Luego, dirigiéndose a la Asamblea congregada dijo: “todos en algún momento hemos sido enfermeros”.
“Hemos cuidado al papá, al abuelito, a un hijo. Hemos experimentado esa donación en torno al misterio de la vida, en torno a Belén, a María. Aquí estamos en la Eucaristía para dar gracias y pedir su ayuda para que se manifieste. Tengamos esa fe para reconocerlo y al tener esa entrega, convertirnos en estrellas para atraer al otro hacia Cristo”, motivó.
El obispo invitó a los asistentes, especialmente a los enfermeros y enfermeras a comprometerse, en este inicio de año, a amar y servir al necesitado y al enfermo.
“Quiero agradecer a Dios por la ayuda que alguna vez todos vamos a tener de ustedes. Dios les bendiga y les fortalezca”, finalizó.
Al finalizar la Eucaristía, integrantes del Movimiento ofrecieron una rosa a Santa María de Guadalupe, para enseguida pasar al comedor parroquial y compartir con familiares y amigos la tradicional rosca de reyes y chocolate caliente.
Reciben distintivos y téseras
Después de la homilía, María Teresa Pérez, Elisa Salgado y Verónica Hernández, recibieron su distintivo que las reconoce como integrantes del MEAC, esto después de haber cumplido con una preparación previa.
Las enfermeras fueron llamadas por su nombre y una a una subieron al presbiterio donde el obispo les impuso el distintivo que las hace miembros del MEAC.
Enseguida, más de 20 integrantes del Movimiento, recibieron, como cada año, su tésera, documento oficial que las hace mie
mbros del movimiento y mediante el cual renovaron su compromiso de esforzarse por vivir el Evangelio de Cristo en comunión con toda la Iglesia, así como de formarse constantemente.
Cabe mencionar que en la Acción Católica, la tésera es la tarjeta que identifica al enfermero o enfermera como miembro de la Iglesia para el Apostolado Seglar.
El Movimiento de Enfermeros de Acción Católica tiene 25 años de presencia en Ciudad Juárez y el 50 por ciento de sus integrantes se encuentran aún activos en el sector público o privado, principalmente en el ISSSTE e IMSS, mientras que la otra mitad de los miembros son jubilados.
La actual presidenta del MEAC es la enfermera María Elena Chávez.