Diana Adriano
El Centro de Eventos Cibeles fue testigo de una noche llena de música, solidaridad y esperanza el pasado 21 de abril, durante la celebración del concierto ‘Cantando por la Migración; Concierto Sinfónico de música mexicana’.
Organizado con el objetivo de recaudar fondos para la Casa del Migrante, el evento logró congregar a cientos de personas comprometidas con el apoyo a personas en movilidad, quienes se dieron cita en dos diferentes funciones.
El evento no solo fue una oportunidad para disfrutar de la música, sino también para reflexionar sobre la situación de vulnerabilidad que enfrentan miles de personas en su búsqueda de mejores oportunidades.
Cómo se sabe, la Casa del Migrante, se dedica a brindar apoyo integral a migrantes y refugiados, ofreciéndoles albergue, alimentación, asistencia legal y atención médica.
Derroche de talento
La función de las 5 de la tarde del concierto benéfico comenzó con una actuación memorable a cargo del seminarista Edgar Ramírez, quien interpretó con maestría la canción ‘Tiene espinas el rosal’.
Su voz cautivó a la audiencia desde los primeros compases, preparando el escenario para una velada musical inolvidable.
La sorpresa llegó cuando los sacerdotes Francisco Bueno, director de la Casa del Migrante, y el padre Andrés Villalobos subieron al escenario para entonar a dúo el popular tema ‘La negra Tomasa’.
La energía contagiosa de la canción no solo animó a los presentes, sino que también logró poner a bailar a todos los asistentes, creando un ambiente de alegría.
El acompañamiento musical estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica y Coro Esperanza Azteca, Revolución UACJ y la Filarmónica Joven de Ciudad Juárez, quienes demostraron su talento y profesionalismo en cada nota.
La sinergia entre los músicos y los intérpretes en el escenario generó momentos emotivos y memorables para todos los presentes.
El padre Luis Soriano hizo su debut en el escenario con una conmovedora versión de la canción ‘Cómo te voy a olvidar’, sorprendiendo a todos con su talento interpretativo. Su participación fue recibida con aplausos y muestras de aprecio por parte del público.
Por su parte, el padre Gregorio López conmovió a los presentes con su interpretación de ‘El Triste’, tema cargado de emotividad y sentimiento. Su voz resonó en el recinto, transmitiendo la profundidad de la letra y el mensaje de solidaridad hacia los migrantes.
El talento femenino también brilló en el escenario, con la participación de las cantantes Sophia Muñoz, Nesly Franco y Nora de la Rosa.
El concierto culminó de manera inolvidable con un emocionante momento en el que todos los sacerdotes participantes se unieron para interpretar ‘México Lindo y Querido’.
Agradece
En nombre del equipo de la Casa del Migrante, el padre Francisco tomó la palabra para agradecer a los asistentes su presencia y apoyo al evento.
Igualmente agradeció el esfuerzo y la dedicación de los artistas, los voluntarios y los colaboradores que hicieron posible su realización.
Finalmente reafirmó el compromiso de la Casa del Migrante de seguir trabajando incansablemente en la defensa de los derechos y la dignidad de los migrantes y refugiados.