Ana María Ibarra
Después de haber trabajado el año pasado con el objetivo y el “modelo de situación”, la comunidad diocesana, encabezada por el señor obispo don J. Guadalupe Torres Campos, se reunió en lo que fue la primera Asamblea Diocesana de Pastoral del 2020 para trabajar con el “modelo ideal” que se busca para el Plan Diocesano de Pastoral.
La Asamblea se llevó a cabo los días 27, 28 y 29 de enero en la parroquia El Señor de la Misericordia, a donde llegaron los agentes de pastoral involucrados en los trabajos.
Modelo Ideal
Cada una de las 14 dimensiones que se trabajan en la diócesis realizó algunas preguntas con la finalidad de buscar los conceptos importantes para obtener el “modelo ideal”, es decir, los pasos a seguir para alcanzar el objetivo, el cual fue presentado en noviembre pasado.
El trabajo se realizó nuevamente por dimensiones, tomando en cuenta la realidad que se vive actualmente en la diócesis.
Lunes 27 y martes 28 de enero se realizó el trabajo arduo, cuyos frutos se presentaron el miércoles 29, en un plenario en que cada dimensión presentó a la asamblea su “modelo ideal”.
Después de concluir la exposición de cada dimensión, el padre Mario Manríquez, vicario de pastoral de la diócesis, motivó a la comunidad diocesana a seguir adelante.
“No nos echemos para atrás. Debemos seguir adelante y echarle ganas, con actitud de humildad ante nuestro Señor. Debemos reconocer que no somos la Iglesia que debemos ser, debemos pedir perdón y reconocer nuestras fallas como Iglesia diocesana”, dijo el padre Mario.
Enseguida los invitó a prepararse para la celebración eucarística y así concluir con la Asamblea.
Motivados a continuar
Presidida por monseñor Torres Campos, la misa de clausura fue una acción de gracias por los grandes frutos que surgieron de la asamblea.
“La presencia del Espíritu Santo ha actuado en nosotros. Vamos a ofrecer la Eucaristía por nuestra diócesis, por todo el pueblo de Dios, los consagrados, los seminaristas, los movimientos, diáconos y sacerdotes. Pedimos perdón por nuestras faltas, aceptamos con humildad y contamos con su misericordia”, dijo el obispo al iniciar la celebración.
En su homilía, monseñor Torres hizo un recuento de la asamblea anterior donde cada dimensión meditó sobre su situación actual, descubriendo sus fortalezas, oportunidades, pero también sus debilidades y amenazas.
En cuanto al trabajo realizado en esta primera asamblea del 2020, monseñor Torres resaltó como fruto principal el descubrir lo que Dios quiere para la diócesis.
“A través de esta iluminación hemos descubierto qué quiere Dios de nosotros, qué nos pide como Iglesia Diocesana. Han trabajado intensamente, han hecho reflexión profunda, se han dejado iluminar y guiar por el Espíritu Santo, han descubierto lo que Dios quiere”, resaltó el obispo.
Monseñor Torres se dijo contento y orgulloso por el trabajo realizado e invitó a la comunidad a no desanimarse.
frase…
“Vamos a apropiarnos, a ilusionarnos con este modelo ideal. Llevamos dos pasos: la realidad y el ideal, nos falta el diagnóstico. Los invito a seguir trabajando, a seguir reuniéndonos y ponernos en las manos de Dios. Agradezco a todos por su presencia”.
Mons. J. Guadalupe Torres