Este es un resumen de la carta que emitieron los obispos de la frontera México y Estados Unidos (Obispos Tex-Mex) en la que analizan la situación migratoria entre ambos países y piden velar por los derechos de los migrantes.
Agencias
El pasado miércoles 10 de enero, los obispos de la frontera entre México y Estados Unidos emitieron el mensaje Unidos construyendo el futuro con los migrantes, en el que exponen el fenómeno de la migración en Norteamérica, expresan su preocupación y emiten peticiones a los gobiernos de ambos países.
En el documento -que consta de tres capítulos y la conclusión- se ofrecen cifras y datos duros que permiten dimensionar el problema y conocer con detalle cuáles son los principales peligros a los que se enfrentan los migrantes internacionales: incertidumbre, rechazo, extorsión, tráfico humano, persecución, separación de la familia y violación a sus derechos humanos, entre otros.
Además, señalan que, a pesar de los esfuerzos realizados por los voluntarios de programas de atención al migrante -en donde Iglesia y sociedad trabajan de la mano- la situación desborda la capacidad de atención y los voluntarios frecuentemente se enfrentan a la angustia por la falta de recursos, y a amenazas o violencia por parte del crimen organizado.
Mensaje conjunto
En su mensaje, los obispos informaron que alrededor de 8 mil personas que buscan asilo están llegando diariamente a la frontera entre ambos países.
“Sabemos de las situaciones que los obligan a emigrar y del dolor que esto conlleva. Conocemos las múltiples violaciones a sus derechos fundamentales, la pobreza, las injusticias, la violencia, los peligros y los abusos que padecen, tanto en sus lugares de origen, como en los de tránsito y destino”, dice el texto.
La Iglesia no aboga por fronteras abiertas
Por otra parte, en este mensaje los obispos dejan en claro que la Iglesia no aboga por fronteras abiertas, sino por leyes que respeten los derechos humanos básicos, por lo que consideraron que los gobiernos deben crear leyes que incluyan tanto una frontera segura como una política de inmigración humana.
“No fomentamos la migración ilegal o indocumentada, sino que abogamos por vías legales para la migración”, apuntaron en el documento.
Añadieron que ellos, por su parte, renuevan su compromiso de continuar en constante comunicación y colaboración con agencias y entidades gubernamentales a nivel local, estatal y federal, “para proveer servicios que incluyen la información y la defensa jurídica, entre otros”.
Para los obispos, el Estado debe ser garante de la igualdad de trato legislativo y, por tanto, “debe proteger todos los derechos de la familia migrante y refugiada, evitando cualquier forma de discriminación en el ámbito del trabajo, la vivienda, la salud, la educación y la cultura”.
Acelerar el trámite de visas
Los obispos también pidieron a los gobiernos de ambos países incrementar y simplificar la concesión de visados, y adoptar programas de patrocinio privado y comunitario; ofrecer un alojamiento adecuado y decoroso; garantizar los servicios básicos, la seguridad personal, una adecuada asistencia consular, el acceso equitativo a la justicia y la libertad religiosa.
Asimismo, les solicitaron velar por el derecho a tener siempre consigo los documentos personales de identidad; dar a los migrantes libertad de movimiento y la posibilidad de trabajar; ofrecer la posibilidad de participar en una economía que les permita asegurar su subsistencia vital; proteger a los menores de edad, asegurarles el acceso regular a la educación y prever programas de custodia temporal o de acogida; promover la inserción social de los migrantes; favorecer la reagrupación familiar y preparar a las comunidades locales para los procesos integrativos.
La migración, oportunidad de evangelización
En el documento, los obispos explican que la Iglesia promueve y defiende los derechos humanos fundamentales porque «el anuncio del Evangelio propone la salvación integral del ser humano y su auténtica y efectiva liberación, logrando condiciones de vida adecuadas a su dignidad».
Citando al Papa Francisco, establecen que:
«La migración es una oportunidad de evangelización, que nos hace conscientes de que el fundamento de la dignidad de la persona no está en los criterios de eficiencia, de productividad, de clase social, de pertenencia a una etnia o grupo religioso, sino en el ser creados a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26-27) y más aún, en el ser hijos de Dios en el Hijo. Esta conciencia, que brota de la fe, debe llevarnos a acoger, respetar y amar a los migrantes, y así contribuir a la construcción de una sociedad más justa, una democracia más plena, un país más solidario, un mundo más fraterno y una comunidad cristiana más abierta, de acuerdo con el Evangelio».
Los que firman
Los obispos de Estados Unidos que firman el mensaje son Gustavo García-Siller, arzobispo de San Antonio; Michael Boullette, obispo auxiliar de San Antonio; Gary Janak, obispo auxiliar de San Antonio; Mark Seitz, obispo de El Paso; Michael Sis, obispo de San Angelo; Jaime Tamayo, obispo de Laredo; Daniel E. Flores, obispo de Brownsville y Mario A. Avilés, obispo auxiliar de Brownsville.
Por el lado de México, los obispos que signan el mensaje son Eugenio Andrés Lira Rugarcía, obispo de Matamoros; José Guadalupe Torres Campos, obispo de Ciudad Juárez; Alonso Gerardo Garza Treviño, obispo de Piedras Negras; Hilario González García, obispo de Saltillo y Juan Carlos Arcq Guzmán, obispo auxiliar de Monterrey.
Once peticiones concretas
Estas son las once peticiones concretas a los gobernantes de México y Estados Unidos, incluídas en el documento de los obispos Tex Mex “Unidos construyendo el futuro de los migrantes”:
- Incrementar y simplificar la concesión de visados, y adoptar programas de patrocinio privado y comunitario
- Abrir corredores humanitarios seguros y legales para los migrantes y refugiados más vulnerables
- Ofrecer un alojamiento adecuado y decoroso
- Garantizar los servicios básicos, la seguridad personal, una adecuada asistencia consular, el acceso equitativo a la justicia y la libertad religiosa
- Velar por el derecho a tener siempre consigo los documentos personales de identidad
- Dar a los migrantes libertad de movimiento y la posibilidad de trabajar
- Ofrecer la posibilidad de participar en una economía que les permita asegurar su subsistencia vital
- Proteger a los menores de edad, asegurarles el acceso regular a la educación y prever programas de custodia temporal o de acogida
- Promover la inserción social de los migrantes
- Favorecer la reagrupación familia
- Preparar a las comunidades locales para los procesos integrativos.