- La Pastoral educativa es otra de las dimensiones del Plan de Pastoral con un alcance transversal…aquí la explicación de su aporte al trabajo de la Iglesia…
Ana María Ibarra
La pastoral educativa tiene ya un camino recorrido dentro de la historia de la Diócesis de Ciudad Juárez, aunque de manera un tanto informal. Pero el nuevo Plan Pastoral vendrá a dar un orden y una definición concreta a la hoy llamada Dimensión Educativa.
Así lo compartió el padre José Antonio Cerda, CCR, párroco de El Espíritu Santo, quien coordina esta dimensión pastoral, cuya acción evangelizadora incluye el acompañamiento a todos los actores del sistema educativo.
Parte de la pastoral
El término “pastoral” se debe entender como la acción del pastor, en este caso el obispo diocesano, quien conduce a su pueblo cumpliendo su misión, explicó el padre Antonio como introducción a explicar la misión de la pastoral educativa.
“La Iglesia se encuentra en manos del pastor que conoce a sus ovejas. Existen tres aspectos del servicio pastoral: sacerdotal, profético y regio. Dentro del plan pastoral se dividen las comisiones y dimensiones”, señaló.
Este triple poder: sacerdotal, profético y regio, lo tienen todos los bautizados.
“El sacerdote es el que santifica, el profeta es el enviado por Dios para anunciar el evangelio, y regio entra en la acción de servicio desde la caridad. La educación abarca los tres aspectos. No se reduce simplemente a la enseñanza, o la predicación sino que también santifica y sirve”, resaltó.
En cuanto al significado de educación, dijo, es donde se desarrollan todas las capacidades del ser humano.
“La educación se da en las personas desde el momento en que empezamos a existir, hay un proceso continuo de desarrollo. Para poderse llamar así, la educación debe ser integral, abarcar todos los aspectos del hombre, físico y espiritual”.
Agregó que existen dos aspectos de la educación: la que se recibe en casa en la manera en que el ser humano se desarrolla, y la educación dentro de un sistema, como en el caso de las escuelas.
“Para que sea educativo, un sistema tiene que tener en cuenta todas las dimensiones del hombre: corporal, espiritual, emocional, y si no tiene todo esto, no es educación. Los educadores por excelencia son los papás, la escuela ayuda, ilustra”, afirmó.
Madre y educadora
En esta dimensión educativa, dijo el sacerdote, la Iglesia es educadora, porque es madre y sus hijos son el pueblo.
“Como madre, desde esta dimensión pastoral, se aplica la educación porque desde el Bautismo se integra a la Iglesia. La acción educadora de la Iglesia se da en el seno de una familia católica”, señaló.
El sacerdote recordó que dentro del plan pastoral se habla de transversalidad, lo que quiere decir que ‘todo afecta a todo’.
“Y todo lo que hacemos en la Iglesia es educativo: la liturgia es educativa, los sacramentos, la catequesis, hasta los partidos de fútbol que se organizan en la parroquia, todo lo es, porque entra en esta transversalidad, porque estamos educando y transformando el corazón de los fieles”.
Carismas educativos
Señaló que también existen estructuras educativas y es ahí donde entran los carismas educativos.
“Todos los colegios católicos, atendidos por religiosos y religiosas, son estructuras educativas y tienen programas. Cada uno de ellos cumplen la misión educativa desde un punto de vista académico”.
Sin embargo, dijo que la Iglesia, desde su pastoral, no solamente contempla estas escuelas, sino que, como lo indican algunas encíclicas, todas las escuelas y universidades forman verdaderas comunidades cristianas.
“La pastoral educativa y la pastoral universitaria están enfocadas a formar una sociedad cristiana. Hablando de escuelas oficiales, no quiere decir que la universidad y las escuelas pertenezcan a la Iglesia, sino que quienes están ahí son católicos, y como católicos forman una comunidad”.
En este sentido, dijo, esas comunidades tienen que estar organizadas cumpliendo la triple dimensión: sacerdotal, profética y regia, que quiere decir ‘evangelizar en escuelas’.
“Los miembros de la dimensión educativa son los maestros y alumnos, formando una estructura social con un objetivo que es la educación. Esto en todos los grados: desde preescolar, primaria, secundaria, preparatoria, universidad y post grado”.
El padre Antonio dijo que, dado que evangelizar es llevar el evangelio, se debe evangelizar la cultura.
“La cultura tiene que ser expresión del evangelio, tener valores y que tenga sentido todo el conocimiento que se obtiene. No basta ser buen ingeniero o licenciado, necesitamos buenos cristianos y buenos ciudadanos. Es importante evangelizar la vida. No nos educamos para tener un título sino para ser hombres y mujeres plenamente humanos”, sentenció.
Riquezas para aprovechar
Para lograr esta misión, compartió el padre Cerda, la dimensión educativa tiene ya un trabajo desarrollado, quizá de una manera informal.
“Desde que se fundó Ciudad Juárez se empezó este trabajo de desarrollo de la sociedad. Traem
os detrás todo un bagaje espiritual, cultural y humano que tenemos que saber aprovechar”.
Resaltó que el Plan Pastoral pretende ordenar y definir toda la acción de la Iglesia, por lo que dijo, dentro de la dimensión educativa se debe organizar y definir acciones.
“Una riqueza en nuestra diócesis es la presencia y trabajo en las parroquias. Por otro lado, las escuelas católicas, incluso dentro de las escuelas oficiales existe un buen nivel académico. El nivel académico de la UACJ, del Tec de Juárez es excelente. Hay que trabajar mucho, pero tenemos un gran bagaje cultural en Ciudad Juárez”, reiteró.
Lo que se trabajará
Dentro de los retos de la Dimensión de Pastoral Educativa, están el enfrentar el porcentaje de de deserción escolar, lo cual es un problema que repercute en la sociedad y es algo en lo que se debe trabajar.
“Otra situación es que la gente preparada se va, no se queda aquí porque no hay posibilidades de desarrollo”.
Dijo que una línea de trabajo en esta dimensión es la atención a las familias desde el punto de vista educativo, así como acompañar a los maestros, desde el punto de vista académico.
“Debe haber un diálogo, una unión, entre ciencia y fe. Este sentido de comunidad educativa incluye a familias, alumnos, maestros, personal. No se trata de entrar a ponerlos a rezar el Rosario, sino de acompañarlos para que sean buenos estudiantes, buenos maestros”.
El sacerdote felicitó a todos los que participan en esta labor de la educación que, dijo, de cierta manera es una labor ingrata.
“Es una labor que no es reconocida, pero quien ve y premia es Dios”, puntualizó.
frase…
“La elaboración del Plan Pastoral representa una oportunidad para organizarnos. Tenemos que lograr que Juárez tenga paz y eso depende de la educación, de las familias y las escuelas”. Pbro. Antonio Cerda, CCR, asesor de la Pastoral Educativa