La presa La Boquilla, en la zona de Delicias, ha sido escenario de recientes manifestaciones a causa del conflicto por el uso del agua.
Las protestas derivaron incluso en la muerte de una mujer agricultora y su esposo, quien terminó hospitalizado con heridas de bala tras un ataque atribuido a elementos de la Guardia Nacional.
Los productores mantienen tomada la presa para evitar que se extraiga más líquido, mientras las autoridades gestionan que sea la Comisión Internacional de Límites y Aguas quien mida el volumen de las presas y se deje de usar la violencia.
¿Qué opina de la intervención de la Guardia Nacional en el conflicto por el agua en Chihuahua?
El conflicto por el agua suscitado en la región centro-sur del estado se ha complejizado por los numerosos factores y actores que han intervenido: presidente de la República, gobernador del estado, diputados y senadores, exgobernadores, candidatos a la gubernatura, la Guardia Nacional, el Tratado de Aguas, Conagua, pequeños y poderosos agricultores, presidentes municipales, pobladores, la sequía, el nivel de almacenamiento, coyuntura electoral, etc. Es un tema amplio y que requiere más análisis.
Me parece en primer lugar que la presencia de la Guardia Nacional se debe al resguardo que ordinariamente hace el Estado ante instalaciones que considera estratégicas. El agua y la luz son bienes estratégicos. Lo hace en diferentes lugares del país o en previsión de posibles conflictos.
En segundo lugar me parece importante valorar que no se haya respondido con violencia a la confrontación que se presentó en un primer momento. Se ve una retirada de la Guardia Nacional ante la presión de los agricultores y pobladores del lugar, que los superaban en número.
Oscar Enríquez / Director del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte
México ha firmado varios acuerdos con Estados Unidos sobre la disposición de las aguas que comparten ambos países.
En las últimas semanas hemos visto noticias donde se han confrontado varios agricultores de nuestro estado con la Guardia Nacional, ya que los primeros no han cumplido con los acuerdos suscritos en 1995 a fin de compartir el recurso vital para sus siembras. Este conflicto ha llevado a que muera una mujer y resulte herido su esposo, con la sospecha de que fue personal de la Gendarmería Nacional.
Hay que comprender que la violencia no puede ser el camino hacia la resolución de cualquier conflicto, sobretodo por el contexto de polarización política que vivimos.
Es importante sí cumplir con los acuerdos que suscribimos, pero no a costa de la violación a los derechos humanos de nuestros campesinos y la necesidad del vital líquido, ya que su lucha es para la sobrevivencia de su forma de vida.
Diana Morales / Abogada derechohumanista
El Papa Francisco, al tratar la cuestión del agua en la encíclica ‘Laudato Si’, afirma que “el agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana” (Laudato Si, 28). El agua es, pues, un tema vital… de vida o muerte.
En este sentido, es fácil comprender a los agricultores que se opusieron a la extracción de la presa “La Boquilla” que los funcionarios federales solicitaron para el pago de agua a Estados Unidos según el acuerdo de 1944. Pues, sin agua, no hay producción, los alimentos se encarecen, aumenta la pobreza y, por último, llega la muerte en múltiples formas (violencia, enfermedad, hambruna…).
La presencia de la Guardia Nacional ante la toma de “La Boquilla” es ya un signo de represión. Es natural, la función de la Policía, el Ejército, la Guardia Nacional, o cualquier otra autoridad de ese campo, es represiva, no de diálogo. Por lo tanto, creo que era innecesaria e injustificada.
Más que el uso de las autoridades represivas, el Gobierno Federal necesita abrirse al diálogo, pues, las razones que llevaron a la toma de la presa son importantes.
Para empezar, Chihuahua nunca ha dejado de cumplir con el tratado de 1944. Óscar Ibáñez, director ejecutivo de la Junta Central de Agua y Saneamiento, explicó que, al 31 de agosto de 2020, la cuenca del Conchos, que está en Chihuahua, aportó 224.67 metros cúbicos por segundo, que es el 52% de entre los seis afluentes del Río Bravo (cf. cambio.gob.mx).
Además, el 28 de mayo de 2020 Conagua aceptó recurrir al acta 234 del Tratado, que, según explica el Dr. Ibáñez, se utiliza para condiciones de sequía en las que hay problemas para cumplir con el acuerdo.
Y, por último, lo más importante para evitar la extracción de la presa “La Boquilla” es, precisamente, la sequía por la que atravesamos; por este motivo, René Almeida, secretario de Desarrollo Rural, afirmó que “si sigue este nivel de extracción para el siguiente año no habría agricultura en la región centro-sur del estado, no habría producción lechera, ni algo de la producción de carne de ave, sería un desequilibrio de toda la cadena productiva” (cf. cambio.gob.mx).
En su encíclica, el Papa Francisco nos advierte que las consecuencias de una mayor escasez de agua incluyen el aumento del costo de los alimentos y de distintos productos que dependen de su uso (cf. Laudato Si’, 31). En pocas palabras, se provoca el aumento de la pobreza y de la muerte.
Por lo tanto, independientemente de las banderas y camisetas de partidos políticos, de discusiones entre los amantes del presidente Andrés M. López O. y los amantes de la oposición, los mexicanos debemos unirnos, dialogar, y llegar a una solución para este conflicto, porque es un asunto de vida o muerte.
Julio Fernández / Caridad y Verdad