Tras recibir un milagro de Jesús, la escultora mexicana Gogy Farías ha creado varias esculturas monumentales de esta devoción para difundir sus maravillas…es la autora de las imágenes en la parroquia local El Señor de la Misericordia.
Blanca Alicia Martínez
La sanación de una enfermedad que la tuvo inconsciente en el hospital varios días, durante los que vio el rostro de Jesús, llevó a la artista plástica mexicana Georgina Farías a la devoción de El Señor de la Misericordia, cuya imagen ha modelado innumerables ocasiones, con esculturas gigantes presentes en varias partes del mundo.
La colección de estas imágenes religiosas incluye una en el valle de Czestochowa, Polonia, uno de los pasos de sor Faustina Kowalska, su vidente, así como la que enmarca el altar de la parroquia en Ciudad Juárez dedicada a esta devoción.
Aquí la historia de cómo llegó a la diócesis esta imagen de la famosa Gogy Farías, autora también de innumerables esculturas sacras y seculares en el mundo y en nuestra ciudad, como Los Indomables, las mujeres migrantes, don Juan de Oñate, y otras.
En ti confío
Entrevistada vía telefónica, la misma Georgina Farías, conocida en el mundo del arte como Gogy, relató su encuentro con la Divina Misericordia, devoción que mueve su corazón católico desde la década de los 80s.
“En 1979 estuve muy enferma. Estuve hospitalizada con una septicemia. Entré un 5 de mayo y desperté un 9 de mayo sintiéndome muy cerca de Jesús…en un sueño lo había visto, no sé si lo vi, o lo soñé, pero la verdad es que me sentí muy cerca de Él”, relató.
Tras esas horas de permanecer entre la vida y la muerte, Georgina despertó viendo en su cama una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, devoción que seguía desde antes. Así que cuando llegó a su casa sana y salva, pidió a una de sus empleadas comprar estampas, para luego ella difundirlas como una acción de gracias por su sanación.
Pero cuando esta persona regresó, Gogy descubrió que las estampas no eran del Sagrado Corazón de Jesús como había pedido, sino de El Señor de la Misericordia.
“No conocía esta imagen, pero cuando vi la leyenda en la imagen ‘Jesús en ti confío’, pensé: así es, así que bienvenido a mi vida”.
Y sin conocer la devoción, mucho menos el rezo de la Coronilla, Georgina, su madre y sus hijas se dedicaron entonces a repartir las estampas de la Divina Misericordia en diferentes templos de la Ciudad de México, y también ofrecieron misas de acción de gracias por lo que consideraron una milagrosa recuperación.
Con el papa Juan Pablo II
Pasaron varios años, y Georgina era ya reconocida internacionalmente por su trabajo escultórico. Había realizado imágenes religiosas, entre ellas una escultura de San Agustín que se ubica en el Monasterio de St. Claude en Nueva Jersey, Estados Unidos.
En una ocasión, cuando se encontraba en una parroquia atendida por agustinos, en la Ciudad de México, llegó un obispo, quien pidió a Gogy realizar una escultura de una estampa que él llevaba: Era El Señor de la Misericordia.
“Le dije: a esa estampa le rezo y entonces me preguntó si conocía la historia de la devoción. Fue cuando conocí a Sor Faustina, pues aunque yo era devota de la imagen, no conocía la historia”, reconoció.
Así fue como Georgina comenzó a enamorarse aún más de la devoción y realizó una primera escultura de El Señor de la Misericordia -una pequeña-.
Era 1990, y se esperaba la segunda visita del Papa Juan Pablo II a México, así que Georgina pidió a ese obispo llevarla con el Santo Padre para entregar en la Nunciatura apostólica la citada figura elaborada en bronce.
Gogy saludó y recibió la bendición del hoy santo, Juan Pablo II, quien instituyó la Fiesta de la Divina Misericordia y canonizó a sor Faustina Kowalska. Era el 9 de mayo de 1990, justo 11 años después de su milagrosa curación y de haber conocido al Señor de la Misericordia.
“El papa me dio la mano y nos dio la bendición a todos”, relató Gogy.
Unos días después la llamó el Obispo de Netzahualcóyotl, José María Hernández, para decirle que tenía en su poder aquella imagen llevada a la nunciatura, y que quería una réplica gigante para su Catedral, dedicada al Señor de la Misericordia.
Georgina accedió y tras concluir la obra monumental, cinco mil peregrinos llevaron esa imagen desde el taller de la fundición, hasta a la Catedral de Netzahualcóyotl.
En tierra de sor Faustina
Fue a raíz de esta escultura que el primado de Polonia contactó a Gogy Farías para pedirle otra imagen monumental de bronce. Debido al costo de la obra, la escultora realizó imágenes pequeñas que ofreció a cambio de donativos, y también recaudó fondos para el traslado de la enorme figura sacra.
“Yo no vendo a nuestro Señor, pido para pagar la mano de obra y el material”, le diría luego Gogy a Tita Álvarez, su amiga juarense quien medió para que otra imagen monumental de El Señor de la Misericordia salida de sus manos, encabezara la parroquia dedicada a esta devoción en la mejor frontera de México.
La imagen monumental en Polonia fue entronizada en el Valle de Czestochowa, uno de los pasos de sor Faustina. Y tras esa escultura, Gogy comenzó a realizar otras similares para diversos santuarios del mundo: Puebla, Massachusetts, Mérida, Florida, La Habana, Chicago y ciudades fronterizas del lado mexicano, así como en el continente africano.
Con el comandante Fidel
Una anécdota especial es la de la escultura de la Divina Misericordia que fue enviada a Cuba con motivo de la primera visita de un papa a esa tierra comunista: Juan Pablo II.
“Hice la escultura y mandamos la imagen a La Habana en Julio de 1997. El papa iba en enero del 98, pero la pieza no salía de la Aduana, entonces busqué al embajador de Cuba y le dije: No somos contrabandistas. Vamos a acompañar al Papa en su visita como hombre de Estado. Fue como la escultura pudo salir”, recordó.
En esa histórica visita papal hubo una misa impresionante en la Plaza Martí, en la que se hicieron presentes todos los obispos de América Latina, de Estados Unidos y el mismísimo comandante Fidel Castro. Y fue en esa visita cuando la escultora mexicana recibió por segunda vez una bendición personal de Juan Pablo II.
Años más tarde, religiosos polacos pidieron a Gogy Farías elaborar una escultura gigante de Juan Pablo II, la cual es hoy emblemática y se admira en Torun, Polonia
La artista también ha elaborado numerosas esculturas de la Virgen de Guadalupe, como una de 4 metros de altura que se ubica en un Santuario del Virreinato en Santa Fe, Nuevo México.
Su arte en Ciudad Juárez
Fue en la década de los 90s cuando la artista conoció al alcalde de Ciudad Juárez, quien le solicitó una obra monumental para esta frontera, donde se acababa de estrenar la remodelación del Puente Internacional de las Américas (Puente libre).
“Vino el alcalde a invitarme e hice un trío de Caballos, en la Plaza de los Indomables”, dijo Georgina refiriéndose a esta distintiva obra de la ciudad.
En la reunión donde habló con el alcalde sobre su obra, Georgina conoció a
Tita Álvarez, quien, curiosa, descubrió en el sitio unas imágenes de El Señor de la Misericordia y preguntó por ellas.
“Gogy me dijo: es el Señor de la Misericordia, soy devota y hago imágenes para promover la devoción y se las regalo a algunos obispos. Entonces le dije, ¿Puedes regalarme una para mi obispo?, a lo que ella accedió”, relató Tita.
La imagen pequeña elaborada en pasta francesa llegó por paquetería, y luego de que Tita la entregó al entonces casi recién llegado obispo don Renato Ascencio, el propio monseñor la llamó para decirle:
“Llama a tu amiga porque voy a ponerla a trabajar, Voy a erigir una parroquia a El Señor de la Misericordia y queremos una imagen como esta, pero grande, para la cruz”, añadió Tita.
Gogy Farías recordó sobre ese momento: “El (obispo) me dijo: tengo una iglesia que es de la Sagrada Familia, pero quiero poner al Señor de la Misericordia en el altar… me pidieron una escultura de pasta”.
Resulta que el entonces ingeniero de la ciudad, Gilberto Contreras, hombre devoto, asesoró al obispo y calcularon que la cruz sobre el altar no soportaría una imagen de bronce.
“También le hice luego una imagen de pasta de la Sagrada Familia, de la Virgen y de san José, que permanecen en el templo” recordó Georgina, a quien, tiempo después, monseñor Gerardo Rojas (hoy obispo de Tabasco) le pidió hacer otra figura de El Señor de la Misericordia para el exterior de la parroquia, pero esta vez de metal.
Hoy ambas esculturas de la reconocida artista, recuerdan a los fieles juarenses la inmensidad de la misericordia del Señor.
Sobre Georgina Gogy Farías
*Originaria de la ciudad de México, Gogy Farías es una de las primeras mujeres escultoras del México contemporáneo.
*Cursó la carrera de Artes Plásticas en la Universidad Iberoamericana y asistió a la Escuela Nacional de Artes Plásticas “La Esmeralda”.
*Ha participado en más de 300 exposiciones colectivas y un centenar de muestras individuales.
*Es autora de más de 50 obras escultóricas monumentales que se exhiben en plazas públicas y privadas, iglesias y catedrales de distintos países.
*Ha participado en importantes muestras colectivas e individuales en Paris, Toulon, Nueva York, Nueva Jersey, Florida, La Haya, Roma, Barcelona, Madrid, Varsovia, Budapest, Hungría entre otras.
*En 2018 celebró 40 años de trabajo artístico.