Ana María Ibarra
Dado que cuentan ahora con infinidad de aplicaciones que se pueden utilizar para muchas necesidades de la vida cotidiana, los teléfonos celulares en ocasiones suelen generar cierta adicción en los usuarios, lo que, a su vez, como ocurre con otras adicciones, provoca todo tipo de consecuencias, entre éstas accidentes y lesiones.
Damián, es un joven adulto a quien la preparación de un viaje soñado lo llevó, hace un año, a utilizar excesivamente su celular. Este uso le causó una lesión en los dedos de su mano izquierda, lo que le costó tiempo de recuperación y cuatro mil pesos en terapia.
La obsesión
Aunque Damián no se considera un hombre obsesionado por el celular o adicto a su uso, reconoce que la emoción de aquel viaje lo llevó a darle un uso desmedido.
“Pasé esa temporada de preparación del viaje para buscar toda la información que pude, y justifiqué su uso en ello… todo el tiempo estaba utilizando el celular”, compartió Damián.
Sin saber que el uso constante del dispositivo lo llevaría a sufrir una lesión, Damián recordó que tomaba el celular siempre con la mano izquierda, acostado, a veces sobre el brazo, lo que después aprendió que era una mala postura que terminó ocasionándole una pequeña lesión.
“Me tuvieron que dar terapia porque en las terminales de los dedos me dolía tanto que no podía sostener nada, ni siquiera agarrar un vaso. Se me quedó la mano con dolor en todas las terminales de los dedos, especialmente en los primeros tres que era la posición donde agarraba el celular”, compartió.
Fueron el dedo pulgar y los dos que siguen, incluso estuvo a punto de salir lesionado del cuarto dedo, solo el dedo “chiquito” quedó sano, pues con ese dedo no alcanzaba a tomar la postura.
“Me tuvieron que dar diez sesiones de terapia, hasta que se me quitó el dolor y quedara bien la mano, porque me dolía mucho. Cuatro mil pesos me costó la terapia”, compartió.
Tomar conciencia
Esta experiencia ha ayudado a Damián a tomar conciencia de que una mala postura, agregada al uso constante del celular, lo puede llevar nuevamente a una lesión. Por ello ha optado por dejar de usar constantemente el teléfono.
“Cuando tengo otras actividades en la casa lo dejo en el cuarto. No lo cargo conmigo ni a la hora de comer. Lo reviso en algún momento del día solamente y cuando lo uso lo recargo sobre una mesa o algo parecido y así lo uso, ya no lo tomo con las manos. Me quedé como arisco”, expresó.
El joven resaltó que muchas veces al utilizar el teléfono móvil no da importancia a la postura, pero resaltó que en definitiva, es un aspecto que se debe debe cuidar.
“Se debe utilizar una buena postura para el uso del celular como se hace en otras actividades, todo acto repetitivo, si no está bien hecho, te puede hacer una lesión”, dijo.
Relató que otro problema que advirtió por el uso del móvil, son derrames en los ojos. “Porque en ocasiones utilizó el celular en las noches con la pura luz del celular, y he amanecido con derrames”, compartió, el joven, quien ya también recibió tratamiento para este síntoma.
Mensaje
Aunque quizá no a todos los usuarios de celular les suceda lo mismo que a él, Damián recomendó a los lectores de Presencia utilizar el celular conscientemente, sin obsesionarse.
“Quizá no a todos, pero les puede afectar la vista, la postura del cuerpo, las manos, los dedos. Los invito a usarlo conscientemente, no obsesionarse. Además, en lo espiritual y en lo cotidiano, te abstrae, te saca de otras cosas que podrías hacer, de convivencia, de relación con las personas”.
“Es fácil saber si es adicción porque te quita la tranquilidad, estás inquieto cuando no lo utilizas. Es importante que estemos atentos”, finalizó.