Diana Adriano
La oración y la vocación son inseparables, ya que una alimenta y fortalece a la otra, guiándola en su camino de servicio y amor. Así es para Sor Martha Olivia Pérez, religiosa Dominica de la Doctrina Cristiana, la importancia de orar por las personas que tienen una inquietud vocacional y seguir orando aún cuando ya han sido consagradas al servicio de Dios.
Escuchar a Dios
Sor Martha compartió su viaje de discernimiento hacia la vida consagrada, marcado por encuentros providenciales y una profunda conexión con la oración que ella misma hizo, y que otras personas hicieron por ella.
Su llamado fue en un encuentro casual con una religiosa dominica en la librería Paulinas, donde fue invitada a un retiro vocacional, lo cual aceptó sin saber que ese sería el inicio de una nueva etapa en su vida.
La religiosa compartió que ese retiro tuvo el lema “Contemplar y dar a los demás lo contemplado”, inspirado en las enseñanzas de Santo Tomás de Aquino, y que esa frase resonó profundamente en su corazón.
“Esta idea de combinar la contemplación con la predicación despertó mi interés y avivó la búsqueda de un mayor significado en mi vida”, dijo.
Así, la joven Martha Olivia se entregó por completo al proceso de discernimiento, y hoy recuerda que encontró siempre claridad en la oración y en la participación en la misa diaria en el Santuario de San Lorenzo.
“Me sentía un poco fuera de lugar entre los adultos, pero la misa se convirtió en un oasis de paz y encuentro con Dios, para guiar mi camino”, dijo.
Práctica de la oración
Sor Martha recordó haber tomado un Taller de Oración y vida, mientras ya recibía formación en el convento, en el cual aprendió a fortalecer su relación con Dios , pues recibió valiosas técnicas para profundizar en la vida espiritual.
Dijo que en el convento igualmente aprendió a llevar un diálogo amoroso con Jesús, siempre guiada por la comunidad dominica como maestra, guía y motivación.
“Ya tengo 26 años en el convento y aun siento que soy como un infante ante el Señor que aún no sabe dirigirse a Él, a veces pienso que la oración es un arte y es una técnica alimentada con el conocimiento doctrinal, pero también las palabras de mi director espiritual resuenan con mucha fuerza”, reconoció.
Dijo que si propio director espiritual le explicó que para hablar con Dios lo más importante es la sencillez y la sinceridad, y es algo que hasta la fecha tiene presente cuando ora por sí misma, pero también cuando pide por la vocación de otras personas.
Diálogo constante
Hoy sor Martha Olivia Pérez tiene varios lugares favoritos para la oración y el diálogo con Dios: algunos paisajes naturales, así como el Sagrario son los lugares predilectos de Sor Martha para encontrarse con lo divino de manera tangible.
Desde ahí ora por su propio servicio en la Orden de Predicadores, pero también eleva oraciones para pedir la intervención divina en aclarar algunas dudas que personas pudieran tener para consagrar su vida a Dios.
“Normalmente antes de asumir alguna responsabilidad siempre me pongo en manos de Dios, al igual que oro por las personas con las que comparto mi vida”, expresó.
Así, el compromiso va más allá de sus propias necesidades, ya que ora por quienes la rodean, por su familia, por las necesidades del mundo, entre ellas la de más vocaciones a la vida consagrada, y por todos aquellos que la ayudan espiritual y materialmente.
Y al igual que la oración personal, la Eucaristía, la liturgia de las horas en comunidad y el rezo del Santo Rosario, son los pilares que sustentan la vocación de sor Martha hasta el día de hoy.
“Si eres un joven que está en busca de su vocación, ya sea el matrimonio, vida Consagrada o como soltero, te invito a que vayas a la Eucaristía diariamente, a que ores incesantemente, porque misa y oración serán tus brújulas que te llevarán a puerto seguro, a encontrar la vocación que Dios pensó para ti”, sentenció.
“Por último, quiero pedirte un favor, que no dejes de orar por todos los Consagrados, y ten por seguro que aunque no te conozco estarás presente en mi oración”, concluyó.