Ana María Ibarra
Con un sistema basado en una investigación científica y educativa, el Método Creighton busca ayudar de manera precisa y efectiva a identificar los días fértiles o infértiles de la mujer, para lograr o evitar un embarazo de manera natural y sin sustancias químicas.
Este, es impartido en la diócesis por Guadalupe Lugo Alarcón.
Breve historia
Después de que el Papa Pablo VI tuvo la visión de lo que se viviría en el mundo en cuanto la anticoncepción y métodos de reproducción asistida, escribió la encíclica Humane Vitae.
Tras leer la citada encíclica, el médico ginecólogo Thomas Hilgers se sintió interpelado por cumplir lo que Dios pide, y buscó la forma de ofrecer un método de planificación que los católicos puedan utilizar para hacer la voluntad de Dios.
“El doctor Hilgers comenzó a investigar y contactó a los doctores Billings para realizar un método de planificación científico que respete la moral católica para dar tranquilidad a las parejas”, explicó en entrevista Guadalupe Lugo.
La investigación
El médico se apoyó por matrimonios que comenzaron a graficar sus resultados, además contó también con el respaldo de la Universidad de Creighton, por la que el método lleva su nombre.
“Hilgers asoció ciertos patrones entre las gráficas que eran iguales y por consiguiente, los problemas para concebir, también”.
Esta similitud llevó al ginecólogo a una investigación científica, donde descubrió que el moco cervical proporcionaba muchos datos, no sólo para espaciar la concepción.
“Esto fue a principios de la década de los noventas. El doctor, asentado sobre el Creighton, desarrolló la Naprotecnología”, prosiguió la entrevistada.
Explicó que la Naprotecnología es una nueva ciencia de la salud de la mujer que monitorea y mantiene la salud reproductiva y ginecológica. Esta ciencia brinda tratamientos médicos y quirúrgicos que cooperan completamente con el sistema reproductivo.
Sin embargo, no todos los ginecólogos conocen esta técnica ni la quieren conocer, lo que para la entrevistada es una pena, además de que la medicina tradicional dejó de
investigar las enfermedades de la mujer, y ahora quier resolver muchos problemas de la mujer sólo con la píldora anticonceptiva.
Reconocer y tratar el problema
Las clínicas Napro siguen investigando para descubrir los motivos por los cuales algunas mujeres no pueden concebir un hijo y con la gráfica del Creighton se puede reconocer el problema y aportar un tratamiento adecuado, expuso.
“El método es una preparación de paternidad responsable, para lograr el embarazo, evitar el embarazo, para lograr la concepción y evaluar el embarazo. Se da también seguimiento del ciclo procreativo, y ayuda a los matrimonios a apreciar la sexualidad y el amor en todas sus dimensiones”, explicó.
Dijo que con la Naprotecnología y el Método Creighton, las parejas se hacen partícipes de su salud.
“Creighton se ajusta a las necesidades de la pareja, e incluso de la mujer soltera para conocer las causas de los ciclos irregulares, la pre menopausia o cualquier otra circunstancia”.
Guadalupe realiza este servicio de acompañamiento a parejas de manera profesional y se siente satisfecha de ayudarlas con un método avalado por la Iglesia y que no ofende a Dios.
Si estás interesada en el método
Comunicarse con Guadalupe Lugo al Whatsapp 656 215 3094.