Al cumplirse 200 años del fusilamiento del Cura José María Morelos y Pavón, uno de los más grandes caudillos de la lucha por la Independencia, en estas fiestas patrias se reviven sus gestas, su pensamiento y su legado.
El Dr. Jorge Traslosheros, investigador de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, entrevistado, considera que “Morelos, en su contexto histórico, fue un católico consecuente. Nunca pretendió ser el ejemplo de católico para todo mundo. Se asumió como pecador y cuando tomó las armas dejó de celebrar Misas porque sabía que no podía hacer ambas cosas al mismo tiempo. Era un hombre de gran y profunda fe”.
El investigador señaló que “la visión de Morelos es la de una patria que aún no se cumple, en donde la única diferencia, como él mismo lo expresó, sea el vicio y la virtud, es decir, la capacidad de servicio a los demás.”
El Dr. Traslosheros interpreta el ideario de Morelos como el de “una patria en donde se modere la opulencia y la pobreza, una patria en donde todo se encuentre en un lugar y, haciendo los puentes analógicos, en donde la religión sea respetada. Lo que Morelos quería era una religión respetada y en donde la gente pudiera expresar libremente sus creencias y su religiosidad; una patria generosa en donde el fundamento para todos fuera esa capacidad de convivir.”
Al referirse al documento conocido como Sentimientos de la Nación, señaló que “es una de las piezas literarias más importantes del pensamiento católico de México porque el fundamento de este documento es la caridad, la política de la caridad”. Lamentó que este texto siga siendo poco estudiado.
Luego dijo que “la virtud, para Morelos, también conocido como El Siervo de la Nación, tiene una doble dimensión de fe y razón. La virtud, por un lado, como la entienden los romanos y los cristianos que conviven en la misma racionalidad. Cuando él dice: la virtud y el vicio, se refiera a aquellas personas que hacen el esfuerzo por ser mejores y que sirven a la nación, y que son los que merecen un reconocimiento, y no aquellos que se sirven de los demás, que son egoístas, que están en contra y viven en corrupción.”
José María Morelos y Pavón fue el principal caudillo que encabezó la lucha por la independencia tras la muerte del cura Miguel Hidalgo y Costilla, el Padre de la Patria, y después de varios triunfos en las batallas fue enjuiciado y ejecutado el 22 de diciembre de 1815, en Ecatepec, Estado de México, no sin que antes hubiera rezado en la iglesia conocida como “El Pocito”, a pocos pasos de la Basílica de Guadalupe.