Sacerdotes explican por qué el matrimonio homosexual no es posible.
Los sacerdotes Juan Carlos López, teólogo moral con especialidad en bioética, y Julián Badillo, canonista diocesano, reflexionaron sobre la naturaleza del matrimonio, hombre y mujer, en torno a la propuesta del gobierno federal para otorgar lo que califican como “derecho” para que personas del mismo sexo se unan como “matrimonio”.
Ambos explicaron que, más que ser una invención de la Iglesia, el matrimonio es una realidad natural y por lo tanto, el “matrimonio igualitario”, como tal, no existe.
“La misma Constitución, la misma ley, define al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer con el fin de procrear una familia. La propuesta del presidente entra en corregir y quitar de la definición la idea de tener hijos, y pueda caber el matrimonio igualitario, la unión entre personas del mismo sexo dentro del concepto del matrimonio”, expresó el padre Juan Carlos.
Naturaleza del matrimonio
Dado que la definición del concepto matrimonio radica en su naturaleza, el padre Juan Carlos López explicó que este concepto no puede ni debe ser utilizado según el parecer o el interés de unos cuantos, pues el mismo concepto reúne las características para ser entendido como la unión entre un hombre y una mujer.
“El matrimonio es la estructura que sostiene, planifica y permite un desarrollo pleno, libre y auténtico del varón y la mujer así como de los posibles hijos que puedan llegar fruto de su amor”, explicó.
Añadió que desde la antropología teológica y personalista, el amor tiene ciertas características y una de ellas es la fecundidad.
“El amor por naturaleza es fecundo, una unión entre parejas del mismo sexo le falta la fecundidad que, a nivel antropológico, psicológico, es algo propio de la relación conyugal. Santo Tomás hablaba del matrimonio como una amistad conyugal con rasgos distintivos que son los actos conyugales, la intimidad de la pareja, y eso lo distingue de cualquier otro tipo de amistad”, afirmó.
Por su parte el padre Julián Badillo, dijo que la unión entre heterosexuales se da por la naturaleza, pues es normal que el hombre tienda a buscar a la mujer y la mujer al hombre para constituir una alianza, una convivencia.
“Esto está entre la realidad de la naturaleza. Se habla de una alianza y de un consorcio porque de la misma índole natural es donde se dan y donde se reciben pues tanto el hombre y la mujer son capaces de cumplir esta realidad de unión que Jesús eleva a la dignidad de sacramento”, dijo el canonista.
Un derecho
Para los sacerdotes, la iniciativa del “matrimonio igualitario” surge de un discurso legal, un reclamo de un derecho que no existe y que el gobierno promueve por querer competir con otras naciones, lo que lleva al país a envolverse en graves problemas.
“Un tema que hay que abordar es en qué consiste un derecho. No cualquier cosa la podemos reclamar como derecho. Ahí entra la filosofía del derecho para darnos cuenta que no cualquier cosa que a mí se me ocurra, la puedo reclamar como derecho”, enfatizó el padre López.
Por su parte padre Badillo dijo que el país se encuentra en una época de derechos pero no se menciona de una obligación. Sin embargo dijo, el matrimonio no es un derecho ni algo inventado por la Iglesia, sino algo que ya está escrito desde su origen.
“No podemos contemplar el matrimonio como un derecho, como algo que podemos manipular y hacerlo a beneficio para algunos, es algo que ya está escrito desde el origen de los pueblos. Los gobiernos han ido legislando, a favor o en contra, pero es lo único que han hecho. La Iglesia voltea los ojos y ve cómo era desde el principio”, dijo el padre Badillo.
Complementariedad
Al contemplar la naturaleza del matrimonio, canonista y teólogo coincidieron en que la pareja de hombre y mujer se complementan por los rasgos propios de la unión, lo cual no existe entre parejas del mismo sexo.
“La relación de pareja entre hombre y mujer, hablando de complementariedad amorosa, tiene sus rasgos distintivos. A nivel psicológico, físico, emocional y afectiva, la mujer y el hombre se complementan. Una verdadera complementariedad, enseña la antropología, se da en la diferencia sexual”, agregó el padre Juan Carlos.
Así mismo, el padre Julián explicó que hombre y mujer, en esa complementariedad, tienen algo que ofrecerse e intercambiar, y en ese intercambio y alianza se da una continuidad.
“Es un consorcio que tienen capacidad de darse y recibirse. El matrimonio expresa la complementariedad, la comunión, una realidad donde no solamente la identidad hombre y mujer los diferencia sino que el hombre necesita la mujer y la mujer necesita al hombre para cumplir con esa complementariedad”, expresó el padre Badillo.
Naturaleza elevada a sacramento
El experto canonista reiteró que el matrimonio no es una invención de la Iglesia, sino que descubrió su gracia como sacramento, al que fue elevado por el mismo Jesús.
“El mismo acto humano entre el hombre y mujer Jesús lo elevó a sacramento como dice el Canon 1055: la alianza matrimonial por la que el varón y la mujer constituyen entre si un consorcio de toda la vida, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados”, citó el sacerdote.
Por lo tanto, dijo, Jesús da un contenido sobre natural para que ese amor entre hombre y mujer sea una bendición, un camino de salvación, donde ellos puedan, a través de esa gracia realizar la voluntad divina”,
No es discriminación
Los sacerdotes aclararon que estas reflexiones desde el derecho natural no implican una discriminación para las personas que se reconozcan o se sientan con una orientación afectiva y sexual homosexual, más bien, es un llamado y una invitación a contemplar la propia naturaleza y lo que Dios ha dispuesto desde un principio.
“Es importante ayudar a distinguir que puede haber orientación sexual por personas del mismo sexo y estamos llamados a entender dentro de su búsqueda y sus luchas, pero también a iluminar y ayudarnos a entender todo porque hay cosas que por su propia naturaleza dan razón de su ser y no estamos posibilitados a transformarlo”, dijo el padre Juan Carlos.
“Como bautizados católicos estamos llamado a ver nuestra naturaleza, descubrir lo que Dios ha dispuesto, no para inventar ni generar polémicas sino para aclarar. Se dice que la Iglesia es homofóbica y promueve el odio a la diversidad, pero no, al contrario es una manera de buscar el dialogo y buscar juntos lo que quiere Dios de nuestras vidas”, expresó por su parte el padre Julián.
Y añadió: “No se trata de satanizar a nadie sino de aclarar las cosas, de defender no una idea, sino una realidad que hay que proteger y amar. Así como se declaran derechos a todos, como Iglesia tenemos el derecho de que se respete una institución natural, que no fue hecha por mano de hombre sino que fue inscrita en la realidad humana”.