Es muy común en las familias que, cuando nace un niño nuevo, muchas personas visiten a la afortunada pareja.
Familiares y amigos, aunque vivan muy lejos, se enteran de la noticia, y traen regalos consigo para el niño recién nacido. Todos están ansiosos por levantar al niño en sus brazos y sentir la alegría de ser parte de la familia.
Esto sucedió cuando nació el Rey del universo, Jesucristo, unos magos se enteraron que había nacido y entonces gustosos fueron a adorarlo.
El Pasaje del Evangelio según san Mateo 2, está lleno de símbolos muy importantes para analizar, creer y aplicar a nuestras vidas.
1.La Estrella:
Símbolo de la Buena Noticia Universal
Desde muy niños, en la escuela, aprendemos que las estrellas son astros, los cuales brillan con luz propia.
Las estrellas tienen la particularidad de poder ser observadas desde cualquier parte. Han sido tema para escribir canciones, poemas y también de relacionarse con buenas cosas.
Pero, ¿Qué significa esta estrella para nosotros los cristianos?
La respuesta es que Cristo es la luz del mundo, es nuestro guía, es nuestra luz. Una estrella que refleja las buenas noticias de perdón y redención.
Sobre esta estrella también han surgido preguntas.
El mundo y aún algunos cristianos se preguntan cómo pudo ser posible que una estrella se haya movido para guiar a los magos.
Para Dios nada, absolutamente nada es imposible. Dios puede usar todo lo que Él quiera para revelar su poder y darnos a conocer el mensaje de salvación, por medio de Jesucristo.
2. Los Magos:
Símbolo del Evangelio Universal
Sobre estos misteriosos hombres, quienes vinieron a adorar a Jesús, también han surgido escritos, comentarios, opiniones.
Se ha dicho que son tres, también se le ha dado nombres. Ninguna de las dos afirmaciones está en la Biblia. El que sean tres, surgió del número de presentes que le dieron al niño. Los nombres, son parte de las historias tradicionales.
Lo que inferimos, por la historia bíblica, sobre estos Magos de Oriente es que eran personas conocedoras de las promesas que Dios había hecho al pueblo de Israel.
Este conocimiento tiene que ver con la presencia de los judíos en lejanas tierras, cuando fueron llevados como cautivos al exilio en Babilonia. Estas naciones conocieron de la profecía mesiánica de enviar un Salvador.
En este caso, lo que sabemos por su actitud, es que ellos creyeron la Palabra escuchada, creyeron en la existencia real del verdadero Dios y esperaban que Dios cumpliera su profecía sobre el nacimiento del Mesías.
También, el escuchar las advertencias reveladas en sueños, del peligro que representaba Herodes para la vida del niño: 12 Regresaron a su tierra por otro camino, evidencia que su fe y temor de Dios eran auténticos.
Para nosotros, en este tiempo, nos recuerda que el Evangelio no solo es para los judíos, sino como dijo Jesús, “El Evangelio sería predicado a todas las naciones, hasta lo último de la tierra”.
También sirven para alimentar nuestra fe y confianza plena en toda la Palabra de Dios, la que no sólo debemos oír, sino también obedecer.
3. Herodes:
Símbolo de la degeneración del pecado
Tristemente la historia recuerda al Rey Herodes por su crueldad.
Sobre él hay evidencias de que era un peligroso asesino, quien había matado a su abuelo, hermano y una de sus esposas junto con la madre, además de tres de sus propios hijos.
Su crueldad era tanta que, cuando estaba triste o frustrado, ordenaba a sus soldados torturar y matar a la gente, quería escuchar los lamentos del pueblo, para saber que no era el único que sufría.
Por el texto, también sabemos que Herodes era un hábil mentiroso, quien intentó, para cumplir sus planes criminales, de engañar a los magos. “Vayan e infórmense bien de ese niño y, tan pronto como lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore”.
Herodes también es una muestra de aquellos que escuchan la palabra de Dios, pero la rechazan, no la creen. Él convocó a los estudiosos de la Escritura, de las profecías, para buscar información sobre este rey que nacería: Esto es lo que ha escrito el profeta: “Pero tú, Belén, en la tierra de Judá, de ninguna manera eres la menor entre los principales de Judá; porque de ti saldrá un príncipe que será el pastor de mi pueblo Israel.”
El mundo evidencia que hombres como Herodes no son asunto del pasado. Hay gente llena de tanta crueldad, maldad manifiesta, pecadores sin escrúpulos.
Crueles como quienes apoyan y practican el aborto. Crueles para explotar a la gente o perseguirlos por motivos políticos, raciales y religiosos.
Pero también, aquellos que escuchando la Palabra de Dios, prefieren cerrar sus oídos, rechazarla y seguir actuando conforme a sus pecados y generando más maldad. Aquellos que pretenden burlarse de Dios, engañar a Dios. Los que se dicen creyentes, pero tuercen la Biblia, también son como Herodes. Los que se dicen creyentes, pero viven tranquilos en su pecado sin arrepentimiento, son iguales o peores que Herodes.
4. Los regalos:
Símbolos de Redención
Oro: En los tiempos antiguos, el regalo e oro estaba reservado a personas importantes, a reyes. Así que este regalo, muestra que los magos creían que el niño que había nacido, era un rey. Jesús mismo dice que él había nacido para reinar, pero su reino no era de este mundo, su reinado no tenía comienzo ni fin, Él es Rey Eterno.
Incienso: El incienso era usado para presentar ofrendas y oraciones a Dios. Lo que estos hombres estaban haciendo, era reconocer, no solo la majestad real del pequeño Jesús, sino su origen divino. Para ellos el niño era Rey y Dios.
Mirra: En este regalo encontramos la claridad que tenían los magos sobre la misión que había traído a Jesús a la tierra y cómo culminaría.
La mirra representa el sufrimiento. Cristo había venido al mundo, el Rey y Dios Eterno se había hecho hombre, para ofrecer su vida por la redención de la humanidad por causa de sus pecados.
En este regalo vemos retratado el precio de nuestra redención. Su conquista por la salvación universal no sería a través de la guerra o la toma del poder por la fuerza, sino que sería llevado, “como cordero al matadero, sin abrir la boca” La muerte, la muerte en la cruz, sellaría el pacto de salvación y por medio de su sangre seríamos limpios de todo pecado.
La muerte abre el paso a la redención, al sacrificio perfecto, la resurrección a la victoria de Cristo y, en Jesús, la victoria que nos ha concedido Dios a todos nosotros.
Son símbolos de esperanza
La Epifanía de Reyes está llena de símbolos de esperanza y redención de que todas las promesas de Dios son ciertas y están disponibles para nosotros
La estrella, que es Jesús, sigue brillando y guiando por Su Palabra para Salvación de todas las naciones, en el Evangelio.
El pecado sigue presente, pero para todos los pecadores, siempre Cristo está presente para redimirnos del pecado, para limpiarnos y transformarnos. Siempre habrá incrédulos que rechacen, enseñen falsamente la Biblia, la usen para sus fines, pero la paga del pecado es la muerte, pero el Evangelio no es condena para nadie, es poder de Dios para salvación.
Dios nos ha concedido tres regalos maravillosos.
El oro de hacernos parte, por gracia, de la familia del Rey Jesús. El incienso, es la seguridad de que, por medio de Cristo, nuestras oraciones son escuchadas y respondidas desde el cielo, pero también la puerta abierta para adorar a Dios en Espíritu y verdad.
La mirra, el siempre volver a la obra de Cristo en la cruz y saber que en él todos nuestros pecados tienen perdón y nos lleva a la vida eterna.
La historia bíblica de los magos es una fiesta espiritual que inflama nuestras almas con la esperanza en Cristo Jesús. Rey, Dios y Redentor.
Otro signo: La rosca de reyes
Según sabemos, Herodes mandó a matar a todos los niñitos menores de 2 años, según era la fecha en que había aparecido la constelación astronómica (Mt. 2, 16b).
Jesús se salvó por el mensaje del Ángel a José (Mt. 2, 13), yendo para Egipto como anteriormente lo había hecho su Pueblo.
No hay fecundidad apostólica ni vida en abundancia sin antes haber pasado por Egipto, signo y realidad del desierto, el sufrimiento, la esclavitud, la marginación, la opresión injusta, manteniendo en todo ello siempre la fidelidad al Señor que nos llamó, la justicia, las virtudes y los valores.
Las mujeres hebreas de Belén, para no perder a sus niños, los escondían en tinajas de harina.
Más adelante, celebraban los judíos la salvación de muchos ese día haciendo y comiendo panes ácimos para esa fecha.
Tradición cristiana
La tradición cristiana, celebrando la liberación de Jesús niño en su huída que dejó desairado al perseguidor, elaboró una rosca de gustosos ingredientes:
La forma circular de la misma significa la eternidad de Dios, que no tiene principio ni fin: Quien fue el liberador de Jesús.
Dentro de esta rosca signo del Dios eterno que salvó a Jesús Niño de la muerte prematura, se colocan uno o dos muñequitos que representan al Niño Dios, inmerso en el Dios eterno.
Las confituras, pasas, cerezas, nueces, frutas abrillantadas, que tanto nos gustan y la decoran, significan las distracciones banales del mundo, que nos alejan y separan del encuentro con Jesús.
El que encuentra al Niñito en su interior, es celebrado y se transforma en el centro de la reunión (ganó, diríamos en criollo).
Tiene esto un profundo significado:
Las distracciones y tentaciones del mundo no deben apartarnos del encuentro con Jesús, por muy bonitas y dulces que parezcan ser.
Y Jesús está inmerso en la eternidad de Dios, por más que se comunica salvadoramente en el tiempo y el espacio de este mundo, y haya penetrado por la Encarnación en la historia témporo-espacial humana.