El cónclave para elegir al 267º Sucesor de Pedro comenzará el próximo 7 de mayo, tras la conclusión de las Misas de sufragio por el eterno descanso del difunto Papa Francisco. ¡Oremos todos por este evento de nuestra Iglesia!
Agencias
Más de 180 Cardenales reunidos en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano decidieron que el próximo miércoles 7 de mayo comenzará el Cónclave para elegir al 267º Sucesor de Pedro, en la Capilla Sixtina del Vaticano, que permanecerá cerrada al público durante esos días.
Esto ocurrió el pasado lunes 28 de abril durante la V Congregación General, en la cual se presentaron 20 intervenciones sobre la Iglesia, su relación con el mundo, los desafíos que se presentan y las cualidades que deberá tener el nuevo Papa para responder a tales retos.
Ahí mismo fueron electos tres nuevos Cardenales de la Comisión que asiste al Cardenal Camarlengo de la Santa Iglesia Romana para los próximos tres días: los cardenales Reinhard Marx, Luis Antonio Tagle y Dominique Mamberti.
Con excepción del jueves 1 y domingo 4 de mayo, los otros días también hubo reunión de cardenales para preparar el Cónclave.
A continuación te explicamos detalles de esta especial reunión que define el futuro de la Iglesia.
Inicio del Cónclave
El momento del inicio del Cónclave está establecido por las normas de la constitución apostólica de Juan Pablo II, Universi Dominici Gregis, actualizada por Benedicto XVI con el Motu Proprio del 11 de junio de 2007, y con la más reciente del 22 de febrero de 2013.
Según la Constitución, el Cónclave – del latín cum clave, que significa cerrado – comienza entre el decimoquinto y el vigésimo día después de la muerte del Papa, después de los Novendiali, los nueve días de celebraciones en sufragio por el alma del Pontífice difunto.
Más concretamente, desde el momento en que la Sede Apostólica queda legítimamente vacante, los cardenales electores presentes deben esperar quince días completos por los ausentes, hasta un máximo de veinte días, si hay razones graves. El Motu Proprio Normas nonnullas también deja al Colegio Cardenalicio la facultad de adelantar el inicio del Cónclave si es cierto que están presentes todos los electores.
En estos días todavía se espera en Roma a Cardenales procedentes de los lugares más lejanos del mundo. En la Ciudad Eterna encontrarán alojamiento en la Casa Santa Marta, la Domus Vaticana donde Francisco había decidido vivir, renunciando al apartamento papal.
Misa de apertura y procesión
En la mañana del miércoles 7 de mayo, todo el Colegio Cardenalicio concelebrará la Misa «Pro eligendo Pontifice» en la Basílica de San Pedro, presidida por el Cardenal Giovanni Battista Re, Decano del Colegio. En un excepcional y conmovedor momento de unidad, se dirigirán a la Capilla Sixtina cantando el antiguo himno «Veni Creator Spiritus», invocando la guía del Espíritu Santo.
El decano invitará a sus hermanos a dirigirse por la tarde a la Capilla Sixtina con estas palabras:
“Toda la Iglesia, unida a nosotros en la oración, invoca constantemente la gracia del Espíritu Santo, para que sea elegido por nosotros un digno Pastor de todo el rebaño de Cristo”.
Desde allí, la sugestiva procesión con traje coral se dirige a la Capilla Sixtina, en cuyo interior los cardenales cantarán el himno Veni, Creator Spiritus y prestarán juramento.
Votaciones
Dentro de la Capilla, los cardenales prestarán juramento de secreto antes de comenzar la votación. La Capilla Sixtina estará acondicionada con bancos para el recuento de votos y un horno donde se quemarán las papeletas. Para elegir al Papa será necesaria una mayoría cualificada de dos tercios. Están previstas cuatro escrutinios por día, dos en la mañana y dos en la tarde, y después de la 33ª o 34ª votación, en todo caso, se hará una segunda vuelta directa y obligatoria entre los dos cardenales que hayan obtenido mayor número de votos en la última votación. Pero también en este caso siempre será necesaria una mayoría de dos tercios. Los dos cardenales que quedan en pugna, en señal de humildad, no podrán participar activamente en la votación. Si los votos para un candidato alcanzan los dos tercios de los votantes, la elección del Pontífice es canónicamente válida.
La elección del nuevo Papa
En este momento el Cardenal Diácono de mayor antigüedad llama al Maestro de las Celebraciones Litúrgicas y al Secretario del Colegio Cardenalicio. y preguntará al recién elegido: «¿Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?» — ¿Acepta su elección canónica como Sumo Pontífice? — Si la respuesta es afirmativa, se pregunta: «¿Quo nomine vis vocari?» — ¿Con qué nombre será llamado? El nombre pontificio elegido pronto resonará en todo el mundo.
Tras la aceptación, se queman las papeletas, logrando que desde la Plaza de San Pedro se pueda ver el clásico humo blanco. Al final del Cónclave, el nuevo Pontífice se retira a la “Sala de las Lágrimas”, es decir, la sacristía de la Capilla Sixtina, donde revestirá por primera vez los ornamentos papales – preparados en tres tallas símbolo de preparación para un futuro impredecible– con los que se presentará a la multitud de fieles atraídos a la Plaza de San Pedro por la fumata blanca.
Después de la oración por el nuevo Pontífice y del homenaje de los cardenales, el «Te Deum» resonará en la Capilla, marcando el final del Cónclave.
Poco después, el Cardenal Diácono de mayor antigüedad saldrá al balcón de la Basílica de San Pedro para pronunciar el histórico «Habemus Papam», presentando al nuevo Papa precedido de la cruz procesional, que bendecirá la ciudad de Roma y el mundo exterior con el Urbi et Orbi. (Tomado de Vatican News y Zenit)
Tres fases en la votación
1.Preescrutinio
En esta primera fase se realiza:
*La preparación y distribución de las papeletas por parte de los Ceremonieros, quienes entregan por lo menos dos o tres a cada Cardenal elector; dichas papeletas deben tener forma rectangular y llevar impresas en la mitad superior las palabras Eligo in Summum Pontificem, mientras que en la mitad inferior debe dejarse espacio para escribir el nombre del elegido.
*La extracción por sorteo, entre todos los Cardenales electores, de tres Escrutadores, de tres Infirmarii o encargados de recoger los votos de los enfermos y de tres Revisores; este sorteo es realizado públicamente por el último Cardenal Diácono, el cual extrae seguidamente los nueve nombres de quienes deberán desarrollar tales funciones.
2.Escrutinio
En la segunda fase se lleva a cabo:
*En las papeletas de modo secreto cada Cardenal elector escribirá claramente el nombre del candidato al que elige, evitando escribir más nombres, ya que en ese caso el voto sería nulo.
*Cada Cardenal elector, por orden de precedencia, después de haber escrito y doblado dos veces la papeleta, teniéndola levantada de modo que sea visible, la lleva al altar, delante del cual están los Escrutadores y sobre el cual está colocada una urna cubierta por un plato para recoger las papeletas.
*Al llegar a la urna el Cardenal elector pronuncia en voz alta: “Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido”.
*A continuación deposita la papeleta en el plato y con éste la introduce en la urna. Se inclina ante el altar y vuelve a su sitio.
*Una vez que todos los Cardenales electores introdujeron su papeleta en la urna, el primer Escrutador la mueve para mezclar las papeletas y luego el último Escrutador procede a contarlas, extrayéndolas de manera visible y colocándolas en otro recipiente vacío.
*Los Escrutadores se sientan frente a una mesa colocada delante del altar; el primero de ellos toma una papeleta, la abre, observa el nombre del elegido y la pasa al segundo Escrutador quien, comprobado a su vez el nombre del elegido, la pasa al tercero, el cual la lee en voz alta.
* Los Escrutadores suman los votos obtenidos por los varios nombres y los anotan en una hoja aparte. El último de los Escrutadores, a medida que lee las papeletas, las perfora con una aguja en el punto en que se encuentra la palabra Eligo y las inserta en un hilo, para que puedan ser conservadas con más seguridad. Al terminar la lectura de los nombres, se atan los extremos del hilo con un nudo y las papeletas así unidas se ponen en un recipiente o al lado de la mesa.
3.Postescrutinio
En esta última etapa:
*Los Escrutadores suman todos los votos que cada candidato ha obtenido y si ninguno ha alcanzado al menos los dos tercios de los votos, el Papa no ha sido elegido; en cambio, si alguno ha obtenido al menos los dos tercios, se tiene por canónicamente válida la elección del Romano Pontífice.
*En ambos casos, los revisores deben proceder al control tanto de las papeletas como de las anotaciones hechas por los Escrutadores, para comprobar que éstos realizaron con exactitud y fidelidad su función.
*Inmediatamente después de la revisión, antes de que los Cardenales electores abandonen la Capilla Sixtina, todas las papeletas son quemadas por los Escrutadores, ayudados por el Secretario del Colegio y los Ceremonieros, llamados por el último Cardenal Diácono.
*En el caso de que se debiera proceder inmediatamente a una segunda votación, las papeletas de la primera votación se quemarán sólo al final, junto con las de la segunda votación.
¿Cuántos escrutinios se realizan?
Según se establece en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, el primer día usualmente se lleva a cabo una sola votación y a partir del segundo día se pueden realizar dos votaciones por la mañana y dos por la tarde.
Después de cada dos votaciones sin éxito, se puede dedicar un tiempo a la oración y reflexión de los Cardenales electores antes de continuar con el proceso de elección del nuevo Papa.
Si después de varios días de votación no se alcanza una mayoría, se pueden considerar otros métodos de elección, según lo dispuesto en la Universi Dominici Gregis.
¿Cuántos votos se necesitan en el Cónclave para que un cardenal sea Papa?
Para ser elegido Papa, un cardenal debe recibir una mayoría calificada que se logra con los dos tercios de los votos válidamente emitidos durante el Cónclave.