La consagración de ocho personas a su ángel de la guarda fue el fruto de la misión que realizó la Obra de los Santos Ángeles en Ciudad Juárez, a través de los sacerdotes Antonio María Cárdenas y Daniel Alves, quienes ofrecieron en esta diócesis una semana de charlas y retiros sobre los ángeles, la Obra de los Santos Angeles y la Orden de la Santa Cruz, a la que pertenecen.
La misión se realizó del 5 al 9 de octubre, pasados, mientras que la consagración tuvo lugar el jueves 8 de octubre en la parroquia El Señor de la Misericordia en una misa celebrada por los sacerdotes visitantes, provenientes de León, Guanajuato, donde tiene su sede la Obra.
En su homilía, el padre Antonio María Cárdenas invitó a los presentes a buscar cosas grandes y maravillosas, ya que “son las que Dios busca darle al ser humano”.
“Podemos decir que tú eres lo que estás pidiendo, tú eres aquello que deseas, que anhelas, que buscas, por eso yo te invito a que no pidas cosas pequeñas, pide lo verdaderamente grande; no vengan a una misa a buscar cosas pequeñas porque Dios quiere darte cosas grandes”, dijo.
Explicó a los fieles asistentes que cada uno tiene un hermano, que es el Ángel Guardián y que es quien indica siempre lo grande de la vida de cada uno.
“El ángel guardián nunca permitirá que nuestro corazón se desvíe a buscar cosas que no merecen ser buscadas, el ángel de la guarda nos apunta siempre hacia las cosas realmente grandes, nobles y bien hechas… por eso el Ángel de la guarda siempre apunta a Dios”, indicó el sacerdote.
Agregó: “Hoy unos hermanos nuestros se unen a este compañero, se consagran a ese compañero y hermano. Dios los recompensa porque ustedes están diciendo sí al plan de Dios: la unión de un hombre con su Ángel guardián… y a partir de la consagración, comenzarán a tener experiencias con su Ángel guardián”, dijo el sacerdote a los consagrandos.
Después de la homilía, las ocho personas se pusieron de rodillas frente al altar y el padre les hizo un interrogatorio en el que aceptaron a su Ángel Guardián como guía; después se dirigieron a la imagen de la Virgen e hicieron una oración, tras la cual recibieron innumerables aplausos de los presentes.
Previo a su consagración, estas personas discirnieron que la verdadera devoción a los santos Ángeles es útil para la vida de cada uno.
Por su parte, los sacerdotes de la Orden de la Santa Cruz visitaron durante su estancia en esta ciudad, las parroquias San Felipe de Jesús y San Mateo, así como ofrecieron un retiro a las religiosas clarisas capuchinas ya que parte de su carisma es promover la santificación de la vida consagrada y porque el Ángel de la guarda ayuda a a vivir de acuerdo a la vocación de cada uno.