Diana Adriano
Con rostros llenos de ilusión, manos juntas en oración y corazones abiertos al llamado del servicio, 25 niños y adolescentes de la Catedral vivieron el pasado domingo 22 de junio un momento muy significativo en su camino de fe: la entrega de su túnica como monaguillos, en una solemne misa presidida por monseñor José Guadalupe Torres Campos.

Fue en la misa de las 12 del mediodía donde los monaguillos, vestidos de manera formal, fueron llamados por su nombre para pasar al frente del altar.
Allí, de rodillas y en silencio, elevaron una oración personal a Dios, en la que reafirmaron su deseo y compromiso de servir con humildad, responsabilidad y devoción en el altar del Señor.
Enseguida el obispo bendijo las túnicas que cada uno recibiría.
En un gesto cargado de ternura, fueron los propios padres quienes colocaron las vestiduras a sus hijos, como signo de acompañamiento en esta nueva etapa de la vida de sus hijos.
¿Quién es Jesús para mí?
Durante su homilía, el obispo centró su mensaje en la importancia de la oración como espacio privilegiado de encuentro con Dios.
“El Evangelio nos presenta a Jesús que se va a un lugar solitario a orar. Ese gesto de retirarse, de buscar el silencio, es una enseñanza clara para nosotros…es en la oración donde podemos encontrarnos con nosotros mismos, con nuestro prójimo y, sobre todo, con Dios”, dijo.
Dirigiéndose especialmente a los nuevos monaguillos y a sus familias, el obispo enfatizó que conocer a Dios no es solo una experiencia emocional, sino un proceso que implica profundidad, formación y constancia.
“Es muy importante saber quién es Dios, conocer a Cristo, para poder dar razón de mi fe. Cuando el mundo me pregunte ‘¿quién es Jesús para ti?’, debo estar preparado para responder con la certeza de quien lo ha encontrado en la oración y en el servicio.”
Señaló que el testimonio de los padres y el ejemplo de las comunidades parroquiales son piezas clave para que los niños crezcan en la fe.
“Qué hermoso ver hoy a tantos papás acompañando a sus hijos. Ustedes son los primeros testigos del amor de Dios”, expresó.

































































