Ana María Ibarra
Una pausa para encontrarse con Dios y tomar impulso para continuar con los estudios, vivieron los jóvenes seminaristas durante la semana del 7 al 12 de enero, de ejercicios espirituales.
Cada facultad estuvo acompañada por un sacerdote, mismo que dirigió una temática según la etapa de estudio.
Guía invitado
José Jesús Gutiérrez Sánchez, sacerdote de la Arquidiócesis de Monterrey, estuvo en el Seminario acompañando a los jóvenes de la etapa de teología compartiendo con ellos temas y reflexiones acerca de la misericordia y el perdón que brinda Dios.
“Reflexionamos que también tenemos que dar y experimentar esa misericordia y ese amor de Dios. Hablamos también de la Virgen María, dócil y ejemplo del seguimiento a Jesús; del Espíritu Santo que nos renueva y anima”, compartió el padre José en entrevista.
Además del seguimiento de Jesús, otro tema que el sacerdote de Monterrey compartió con los teólogos fue sobre la vida sacerdotal.
“Vimos la importancia de vivir en comunidad, la caridad entre los sacerdotes, sin descuidar nuestra persona, nuestra espiritualidad, nuestra salud, nuestra familia. Estar atentos de manera integral de nosotros mismos, nuestro ministerio y nuestro apostolado”, agregó.
El sacerdote añadió que además de compartir con los quince estudiantes de teología, tuvo oportunidad de convivir durante la comida con los jóvenes del Seminario Menor y el desayuno con los formadores.
“Es la primera vez que vengo al Seminario y me recibieron muy bien, hemos tenido buena convivencia”.
Con estudios en Derecho Canónico, el padre José Jesús señaló que los ejercicios espirituales son una pausa para estar con Jesús, así como los discípulos estuvieron con Él en la montaña.
“Es un tiempo para conocerlo más y al conocerlo más, puedan amarlo, amar a la Iglesia y servir a Dios y a la demás. Es un agarrar fuerza para seguirse entregando durante el año con mejor espíritu y discernimiento”, concluyó.
Seminario Menor
Por otra parte, el padre Carlos Daniel López compartió con los jóvenes del Seminario Menor.
“La temática central fue con relación a formar el corazón sacerdotal de los muchachos. Se piensa que hasta teología es cuando se tiene que formar, en realidad tienen que verse como futuros sacerdotes desde ahorita”, compartió el sacerdote.
Añadió que esta formación les ayudará a tomar desde esta etapa las decisiones y elecciones importantes.
«Nos enfocamos en el tema de la respuesta que tienen que ir dando basados en la Escritura, lo que el Señor pide y la disposición del corazón”, dijo.
El sacerdote agregó que los jóvenes estuvieron disponibles, con buena actitud y participación.
“Si algo rescato es que por ser lo más chicos están limpios, no están amañados ni enviciados con nada y ahorita es cuando puede absorber muchas cosas buenas para dar fruto. Es una etapa ideal para formar en ellos un corazón que responda a la vocación”, dijo contento por recordar
“Fue verme en ellos y recordar que la parte espiritual fortaleció mucho mi deseo de ser sacerdote y me ayuda a comprometerme a dar buen ejemplo”, finalizó.