Meditación:
DIA NOVENO: El Poder de San Judas Tadeo
Leemos en el Evangelio de San Marcos que «Los Apóstoles salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban» (Mc. 16,20).
Según una tradición, San Judas Tadeo al predicar el Evangelio en Persia, convirtió a innumerables paganos, entre ellos al mismo Rey de Edesa, Agábaro, curándolo en su cuerpo y en su alma. Sus enemigos, los magos e impostores, nada pudieron contra San Judas pues quitó el veneno mortal a las serpientes que le arrojaron.
Podemos con toda confianza acudir al poder de San Judas Tadeo en aquellos casos en que toda esperanza, humanamente hablando, parece no existir, La devoción auténtica a San Judas Tadeo implica, por supuesto, el compromiso de vivir en Gracia de Dios, cumpliendo a la perfección los mandamientos tanto de Dios como de la Santa Madre Iglesia. Sería una incongruencia esperar un favor de un Santo, estando al mismo tiempo alejados de Dios por el pecado mortal.
Con la conciencia tranquila después de haber recibido la absolución en el Sacramento de la Reconciliación, después de habernos alimentado con el sacratísimo Cuerpo de Cristo en una santa comunión, podemos acudir a San Judas Tadeo invocando su intercesión ante Jesucristo, su pariente próximo y Dios Todopoderoso.
En caso de haber sido escuchadas nuestras súplicas, no olvidar dar gracias tanto a Dios como a San Judas Tadeo y propagar su devoción evitando supersticiones y exageraciones, que no agradan a nuestro Santo.