Ana María Ibarra
Con gran gozo y alegría, fieles de la comunidad parroquia Nuestra Señora del Pilar celebraron a su Santa Patrona en dos distintos momentos: la primera por el 56 aniversario de erección parroquial y la segunda en la fiesta patronal.
Ambas celebraciones estuvieron unidas por una gran fiesta: la kermés parroquial.
Los festejos dieron inicio el domingo 01 de octubre con las Mañanitas a la Virgen, para seguir con las misas en horario normal de domingo.
Del lunes 2 al sábado 7 de octubre, la comunidad se reunió para rezar el Rosario de Aurora y participar de la Santa Misa a las 7:00 de la mañana.
El sábado 7 de octubre al cumplirse 56 años de vida parroquial la comunidad contó con la presencia del obispo diocesano, don J. Guadalupe Torres Campos, quien se alegró con la comunidad por su aniversario en misa a las 6:00 de la tarde, donde los exhortó a seguir trabajando para ser una Iglesia en salida.
En esa celebración la comunidad se sintió bendecida y querida por su obispo y con un corazón alegre y dispuesto recibieron y atesoraron las palabras de su pastor.
Al día siguiente, domingo 8 de octubre, los grupos parroquiales prepararon para toda la comunidad la gran kermés que se llevó a cabo en la plaza.
Fiesta patronal
Las familias de los alrededores acudieron para degustar de ricos antojitos mexicanos y pasar un momento en comunidad.
Del lunes 9 al miércoles 11 de octubre, la comunidad siguió rezando a su Santa Patrona a través del Santo Rosario pidiendo su intercesión por las necesidades de la parroquia y por la paz.
El jueves 12 de octubre, la comunidad se reunió en torno al altar para participar de la Eucaristía en el día de Nuestra Señora del Pilar.
En esa ocasión, se contó con la presencia del padre Roberto Luna, quien presidió la misa.
“Hoy celebramos a María en su advocación de Nuestra Señora del Pilar de una cultura española que se quiso hacer cercana. No hay como la cercanía del gozo materno de María”, expresó el padre Beto en su homilía.
Rsaltó el amor de muchos fieles que desde hace muchos años asisten a la parroquia, la cual, dijo “es un oasis de misericordia”.
“Quien llega aquí encuentra descanso, encuentra paz. En la Iglesia se habla mucho de la ternura de Dios, y esa ternura es a través de María”.
El celebrante pidió por los sacerdotes que estuvieron anteriormente en dicha comunidad y por su párroco, el padre Fernando Valle, quien en ese momento se encontraba en ejercicios espirituales.
Después de la celebración se cantaron Las Mañanitas a la Virgen del Pilar, y se invitó al padre Roberto a un desayuno en comunidad.