Diana Adriano
El pasado domingo 3 de noviembre, la comunidad de la parroquia Todos los Santos celebró con entusiasmo su fiesta patronal, un evento que se llevó a cabo el domingo más cercano al 1 de noviembre, fecha en la que la Iglesia celebra a Todos los Santos.
Los servidores de la parroquia se dieron cita en el parque ubicado al frente de la Iglesia, donde se vivió un ambiente festivo y acogedor para la ocasión.
Desde temprano, los asistentes pudieron disfrutar de una variada oferta gastronómica, que incluía gorditas, pozole, tacos de bistec, Dorinachos, papas locas, enchiladas y mucho más, lo que permitió a los presentes compartir en comunidad mientras disfrutaban de la tradición.
La música en vivo fue uno de los grandes atractivos de la jornada, con la participación de los grupos Diligencia de la Sierra, Grupo Dank y Los Silvers.
A pesar del frío y la lluvia que amenazaron con desanimar a los asistentes, la respuesta de la comunidad fue contundente.
La gente se unió con alegría, mostrando que la fe y la festividad superaron cualquier adversidad climática.
Ser templos vivos
El padre Amadeo Ruiz, párroco de la comunidad, presidió la Eucaristía, festiva en la cual varios niños recibieron el sacramento del bautizo, un momento de alegría y bendición para las familias presentes.
Durante su homilía, el padre Amadeo compartió una reflexión sobre la vida cristiana, destacando la importancia de ser templos vivos y habitados por Cristo.
“No hay que ser templos preciosos pero vacíos, debemos ser esos sagrarios preciosos en los que habita Cristo, porque siempre nos reciben”, expresó el sacerdote, instando a los fieles a reflexionar sobre la necesidad de vivir en comunión con el Señor, no solo en apariencia, sino en el corazón.
El Sacerdpte también destacó que no se debe vivir sin propósito.
“No hay que tener un sinsentido de la vida”, agregó, subrayando que el sentido profundo de la existencia solo se encuentra en Cristo, quien da significado y propósito a todo.