Ana María Ibarra
Con la alegría que la caracteriza y una expresión de agradecimiento, la hermana María Inés de Jesús Sacramentado, Clarisa Capuchina, celebró el pasado 17 de septiembre su 75 aniversario de vida consagrada.
La misa de acción de gracias, presidida por el obispo diocesano, don José Guadalupe Torres Campos, se realizó en la parroquia de Cristo Rey, donde se encuentra el convento de las Clarisas Capuchinas.
Al inicio de la celebración, se leyó una semblanza sobre la vida de Sor María Inés, quien en su generosidad de responder a Dios, vino a esta frontera hace 64 años a fundar el convento de las clarisas de Ciudad Juárez.
En su homilía, el obispo reflexionó sobre el llamado personal que el Señor hace a cada uno de sus hijos para realizar una misión a través de las diversas vocaciones, y resaltó el llamado que hace más de 75 años le hizo la hermana María Inés.
“Nuestra festejada, la madre María Inés, hace 75 años dijo “sí” al Señor y se consagró de una vez y para siempre. En aquella juventud de la hermana, Dios se le manifestó en Aguascalientes y ahí comenzó a vivir como esposa de Cristo”, expresó el obispo.
“Han sido 75 años de “si” que ha crecido, que se ha fortalecido por la gracia de Dios, porque Cristo ha estado con ella”, agregó monseñor.
Después de las palabras del obispo, de rodillas, las Clarisas Capuchinas, frente al altar, renovaron junto con la hermana María Inés sus votos de pobreza, castidad y obediencia.
En la celebración se hicieron presentes amigos de la congregación así como algunas religiosas como Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, Siervas de los Pobres, Hermanas Guadalupanas, Oblatas del Santísimo Redentor y Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado.
Al concluir la Eucaristía se ofreció un festejo en el Colegio Tercer Centenario ubicado a un costado del convento.
Una vida de entrega
Esther Martínez Reyna es el nombre con el que fue registrada la religiosa María Inés, quien nació el día 4 de febrero de 1921, en la localidad de Ledesma, Jalisco, y hoy tiene 94 años de edad.
Sus padres fueron don Agapito Martínez, ferrocarrilero, y Petra Reyna de Martínez, quien se dedicó al hogar.
Esther fue bautizada el 13 de febrero de 1921 por don Jesús Muñoz, en la Vicaría de Ledesma, Jalisco, y fue confirmada el 30 de Octubre del mismo año, por el Excelentísimo Señor Obispo don Ignacio Valdespino y Díaz, en Aguascalientes, Aguascalientes.
En el convento
Ingresó el16 de junio de 1939 al Monasterio de la “Betania del Corazón de Jesús’’ en la ciudad de Aguascalientes, a la edad de 18 Años.
Tomó el hábito el 17 de diciembre de 1939 como novicia de coro, bajo el nombre de Sor María Inés de Jesús Sacramentado Josefa.
En ese entonces, la pequeña comunidad constaba de 12 religiosas de votos perpetuos, cuatro postulantes y como única novicia, María Inés.
La hermana María Inés hizo sus votos simples el 19 de diciembre de 1940, a la edad de 19 años y sus votos perpetuos el 19 de Diciembre de 1943.
Fundadora en Ciudad Juárez
Generosa con el Señor, siempre contenta de hacer su voluntad, sor María Inés fue enviada a Ciudad Juárez a fundar un monasterio en 1951, por lo que el pasado 17 de septiembre, la congregación celebró su 64 aniversario de presencia en la diócesis.
Sobre este acontecimiento, el obispo diocesano resaltó la fidelidad de la religiosa, quien dejándolo todo, incluso su familia, vino a Ciudad Juárez a fundar su comunidad como fiel seguidora de Cristo.
“Ha vivido el nacimiento de una nueva diócesis, ha vivido la presencia de cuatro señores obispos, se ha entregado, ha sido pobre a imagen de Cristo a través de la oración y la contemplación”, dijo monseñor Torres.