Diana Adriano
El pasado domingo 7 de diciembre, la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe dio inicio a los festejos previos a la gran celebración Guadalupana, con su ya tradicional kermés, evento que reunió a cientos de familias, visitantes y comerciantes que se dieron cita en la Zona Centro para convivir y apoyar a la comunidad parroquial.
Desde tempranas horas, los pasillos y la explanada de la Catedral se llenaron de color, música y aromas propios de la festividad, marcando el comienzo de una de las celebraciones más esperadas por la diócesis.

Dieron gracias
A las 12 del mediodía se celebró la Santa Misa, momento solemne que destacó por la presencia de payasos de la ciudad, quienes vestidos con sus atuendos característicos y luego de peregrinar, acudieron a misa para agradecer a Dios y poner su labor bajo la protección de la Virgen de Guadalupe.
La Eucaristía fue presidida por el obispo don José Guadalupe Torres Campos, quien, en su homilía, dirigió un mensaje cargado de esperanza en ese Segundo Domingo de Adviento.
“El Señor viene a nuestro encuentro, cada vez está más cerca. Nosotros hemos iniciado un camino de esperanza para encontrarnos con Él”, expresó el obispo al comenzar su reflexión.
Inspirado en el Evangelio de San Mateo, monseñor Torres destacó la figura de Juan el Bautista como voz que clama en el desierto e invitó a los presentes a asumir ese mismo papel en medio de los desafíos actuales.
“Es necesario que surjan muchos Juan Bautista, que cada uno de nosotros seamos esa voz en el desierto: en la vida, en la familia, en la sociedad. Juan predicó: ‘Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca’. También nosotros necesitamos un cambio: del pecado a la gracia, de la mentira a la verdad, de la guerra a la paz”, señaló.
El obispo subrayó que en este tiempo de preparación, la Iglesia está llamada a ser luz de justicia y de paz, recordando que Jesucristo es la verdadera salvación que ilumina a la humanidad.
Al concluir la celebración eucarística, los payasos se reunieron en torno al padre Eduardo Hayen para cantarle Las Mañanitas con motivo de sus 25 años de sacerdocio. Entre aplausos y felicitaciones, el momento culminó con la foto del recuerdo.
Así, el ambiente festivo con música, juegos y alimentos tradicionales continuó atrayendo a los visitantes durante toda la tarde, marcando así el arranque oficial del camino hacia el 12 de diciembre, día de la Solemnidad de la Virgen de Guadalupe.

































































