Diana Adriano
En el contexto de preocupación social por los contenidos y errores en los nuevos libros de texto diseñados por la Secretaría de Educación Pública para los niveles básicos de educación, el padre Antonio Cerda, sacerdote Cruzado de Cristo Rey, presentó una extensa explicación sobre la política educativa en México.
En la junta mensual del presbiterio del pasado martes 15 de agosto, el sacerdote destacó que los cambios en los libros de texto gratuitos podrían tener un impacto en la calidad de la educación.
Manifestó su preocupación por la adaptación de los estudiantes a los nuevos materiales y enfatizó la importancia de garantizar una educación de calidad que atienda no solo los aspectos académicos, sino también las necesidades emocionales y sociales de los estudiantes.
Principios fundamentales
El sacerdote, quien coordina la Pastoral Educativa en la diócesis, expuso la importancia de comprender los principios fundamentales de la educación, especialmente en el contexto de la educación cristiana. Resaltó la responsabilidad que recae sobre los educadores, incluyendo los de la Iglesia católica.
El padre Antonio retomó el mensaje de la Conferencia del Episcopado Mexicano emitido para el ciclo escolar 2023-2024, en el que ha subrayado el rol central de los padres de familia como los principales responsables de la educación de sus hijos y resumió el enfoque de la Iglesia con relación a la educación de la siguiente manera:
“Este enfoque desafía a la Iglesia y a la comunidad educativa a apoyar y colaborar con los padres en el cumplimiento de su deber educativo”.
Dos documentos
Sobre la cuestión de cómo la Iglesia puede responder y contribuir al desarrollo integral de los estudiantes en su formación académica, emocional y espiritual, el padre Antonio dijo:
“La Iglesia cuenta con un cuerpo doctrinal sobre la educación, plasmado en el magisterio educativo. Dos documentos fundamentales en este sentido son la ‘Divini illius Magistri’ y la ‘Gravissimum educationis’ del Concilio Vaticano II. En estas obras se encuentran los principios fundamentales que guían la educación desde la perspectiva de la Iglesia.», expuso.
Hizo hincapié en que estos documentos establecen el papel esencial de los padres de familia, la escuela, la universidad y los maestros en el proceso educativo. “Cada uno de estos actores juega un papel fundamental en la formación integral de los estudiantes y en la transmisión de los valores y principios defendidos por la Iglesia”, dijo.
Complejidad de la educación
Por otro lado, el sacerdote abordó la complejidad de la educación al mencionar las dimensiones a tener en cuenta: desde lo antropológico y psicológico hasta lo moral, académico, intelectual y social, entre otros.
“Este enfoque holístico refleja la realidad de que la educación abarca muchas esferas de la vida”, dijo.
Reconoció que esta tarea no es sencilla, y señaló que, en el contexto actual, es crucial abordar situaciones específicas, una de ellas, cómo responder a la propuesta actual de la enseñanza educativa.
Finalmente mencionó la importancia de fomentar el desarrollo de las capacidades individuales de los hijos y subrayó que los padres de familia tienen la responsabilidad de cuidar y apoyar el desarrollo de estas capacidades, guiando a sus hijos hacia un crecimiento integral en todas las áreas de su vida, siempre con apoyo de la Iglesia.