Diana Adriano
El pasado sábado 24 de febrero, la comunidad se reunió en la parroquia Verbo Encarnado para rendir homenaje a la vida y legado de Malenita Calleros, quien hace 19 años partió hacia la Casa del Padre.
Malenita, reconocida por su incansable labor en favor de los más necesitados, fundó el grupo “Caminó al Cielo” dedicado al servicio social.
La Santa Misa en su honor fue presidida por el padre Felipe Juárez, asesor de la Pastoral de la Salud, quien reflexionó sobre el espíritu de solidaridad y amor al prójimo que caracterizó a Malenita.
Mujer ejemplar
A pesar de vivir postrada en una silla de ruedas debido a su condición de tetrapléjica, Malenita demostró un espíritu inquebrantable y de compromiso con los demás.
Decidida a hacer una diferencia, inició una cadena de oración por los enfermos, dedicando su tiempo a llamar por teléfono y escribir cartas a aquellos que necesitaban apoyo y consuelo.
Su grupo, Camino al Cielo, continúa hoy la misión que Malenita comenzó, brindando apoyo integral a personas enfermas. A través de visitas, acompañamiento y momentos de oración, el grupo se dedica a aliviar el sufrimiento y llevar esperanza a personas enfermas en situación difícil.
Por ello, en la misa el sacerdote exhortó a los asistentes a seguir el ejemplo de fidelidad de Malenita y buscar el amor de Dios en sus vidas.
Momento de la Unción
Tras la homilía, el sacerdote procedió a administrar la Unción de enfermos, pidiendo al Espíritu Santo intervenir en la vida y corazón de cada uno de los presentes.
Decenas de personas recibieron el sacramento, desde quienes acudieron en silla de ruedas o utilizando bastones, hasta fieles de la tercera edad que llegaron a la celebración para presentar sus necesidades.
Durante la oración resonó un silencio solemne y reflexivo, y se pudo observar a personas que cerraron sus ojos en un descanso espiritual, buscando paz y sanación.
En un gesto compasivo, el sacerdote se acercó a cada persona para ofrecer una bendición individual, mientras los integrantes de ‘Camino al Cielo” oraron con sus manos extendidas para pedir por la salud y el bienestar de todos los presentes.