Este es un homenaje que las religiosas Misioneras de María dolorosa quisieron hacer por escrito al padre Refugio Montoya, tras su fallecimiento hace una semana

Hermanas Misioneras de María Dolorosa
Hubo una vez un sacerdote joven que al escuchar el llamado de Cristo a seguirle no dudó y dejándolo todo lo siguió.
Se le recuerda estrenando su joven sacerdocio con un gran dinamismo y entrega, un gran promotor de la catequesis, construyó un centro para las catequistas en el Terrero, Namiquipa. Ahí colaboraron con el dos de nuestras hermanas, a las que les construyó la casa para que ellas coordinaran este centro. Hasta la fecha continuamos haciendo presencia en este lugar, pero con otro proyecto.
Ya en otras parroquias a algunas de nuestras hermanas les tocó trabajar con él, siempre incansable en el trabajo por el Reino. En una ocasión escribió una semblanza de Mons. Baudelio Pelayo, nuestro fundador, recordando todas las obras que realizó en favor del pueblo juarense, terminaba nombrando la Congregación de Hermanas Misioneras de María Dolorosa, como la obra maestra a través de la cual, se prolongaba su celo apostólico.
Siempre sentimos como el P. Montoya apreció y valoró a la Congregación, cuando celebraba su aniversario sacerdotal (15 de Sep.) nos enviaba una felicitación por nuestra fiesta de la Virgen de los Dolores; y este septiembre pasado la felicitación la publico en Facebook. Los caminos de Dios no son nuestros caminos, quien iba pensar que esta felicitación sería la última y la dejo plasmada y grabada para compartirla, con ello no se quedaría solo en unos pocos, sino que la quiso hacer extensiva… Gracias Padre Montoya, sabemos que seguirás pidiendo por nosotras.
Gracias Señor por su fecundidad sacerdotal, recompénsalo con un abrazo eterno.