Ana María Ibarra
Como un tesoro valioso definió el obispo diocesano, don J. Guadalupe Torres Campos, a los Ministros Extraordinarios de Comunión que se congregaron el pasado sábado 11 de octubre para participar en una misa donde renovaron su ministerio, mientras que diez personas fueron instituidas en el ministerio.
De color blanco se vistió el templo de El Señor de la Misericordia al recibir a aproximadamente mil servidores, quienes llegaron acompañados de sus familiares y miembros de sus comunidades, prestos para participar en la celebración.
Atentos escucharon del obispo ser llamados “ministros de la esperanza”.
“Vivimos este momento en el marco del Jubileo de la Esperanza. Un don de Dios y de amor de parte de Dios que ha puesto sus ojos en cada uno de ustedes. Cuando caminamos juntos en la fe y en el amor de Dios, de Cristo, traducimos ese amor en nuestras vidas que se manifiesta en servicio”, dijo el obispo.
En su reflexión, agregó que la regla de oro para vivir cada uno su ministerio es: El que quiera ser importante, que actúe. En el servicio está la grandeza y la importancia de la persona.

“La Iglesia es madre y maestra, nos exhorta en nombre de Cristo a la unidad. El ministerio que ustedes realizan los lleva a estar íntimamente unidos a Cristo y esto los debe llevar a la alegría”, expuso.
Luego los envió a dar testimonio y les pidió no entristecer al Espíritu Santo.
“Ustedes son un tesoro muy valioso. Este ministerio es un regalo de Dios, cuídenlo, vivan en la oración, la comunión, vivan con plenitud, con gozo, con alegría. Háganlo todo con los mismos sentimientos de Cristo”, puntualizó el obispo.

Instituídos
Antes de instituir a los nuevos ministros extraordinarios de la Comunión, el obispo les dio la bienvenida a tan preciado servicio.
“Escuchen a sus párrocos, caminen con ellos. Gracias a las familias, que son importantes como apoyo. Que nuestra Madre Santísima sea modelo para todos”.
El padre Leonardo García, responsable de la Dimensión de Pastoral Litúrgica, pidió a las diez personas pasar delante del obispo, mientras que quienes haría la renovación de su ministerio permanecieron de pie.
El obispo interrogó a los candidatos sobre el ministerio de dar la Sagrada Comunión a sus hermanos y el servicio a desempeñar. Enseguida, se pusieron de rodillas y monseñor Torres oró por ellos y bendijo las cruces, los relicarios y los lienzos que utilizarán en su servicio.

Para concluir el rito, don Guadalupe esparció agua bendita sobre los nuevos ministros.
Al final de la celebración, el padre Marcelino Delfín Pozo, responsable de la Comisión Diocesana de Pastoral Litúrgica, agradeció al obispo su presencia, su cercanía y la confianza que le otorga para estar al servicio de ese ministerio.

“Gracias a los padres por su presencia acompañando a su gente”, dijo el padre Marcelino refiriéndose a los padres Gregorio López, Jesús Salinas, Jesús Apodaca y Jorge Pablo Lozano.
Se informó que en enero comienza la formación a nuevos candidatos a Ministros Extraordinarios de Comunión.

































































