Los sacerdotes de nuestra diócesis también fueron niños, así que con motivo del pasado Día del Niño nos compartieron alguna anécdota y foto de su infancia para que podamos reconocerlos.
Ana María Ibarra/ Claudia Iveth Robles
Un día antes de que se celebre el Día del niño presentamos este reto a nuestros lectores: adivinar quién es el niño de la foto, y reconocerlo entre los sacerdotes que hoy nos guían en la diócesis.
Invitados por Presencia para compartirnos sus gráficas e historias, los sacerdotes accedieron contentos, a la vez que invitaron a los lectores a seguir la palabra de Dios cuando nos dice en Mateo 18:
“En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
-¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. Entonces dijo:
-Os aseguro que a menos que cambiéis y os volváis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos”.
“Recuerdo que cuando tenía, de diez años de edad, entré al coro de niños de la parroquia, y allí veía celebrar a los sacerdotes en La Sagrada Familia: Padre Jorge Gustavo Fong, Padre Hesiquio Trevizo y luego Padre Nachito Villanueva y Joselo Salazar (q.e.p.d) y de visita muy seguido el Reverendo Padre Vicentito Echarri. Mi corazón vibraba por la alegría con que amaban la Eucaristía. Me conquistó ese misterio que es amar a Jesús desde la Santa Misa. Llegué un día a casa y a mi mamá le dije: Si llego a ser sacerdote, ¿Cómo le voy a hacer para tocar la guitarra y dar la Comunión al mismo tiempo? Y pensé adaptar un copón en la parte alta de mi guitarra para cantar y así distribuir la Sagrada Hostia entre verso y verso del Canto de Comunión… mi mamá solo sonreía y dijo que Dios me haría entender que “No se puede andar en la procesión y tocar las campanas”. ¡Aún no entiendo…sigo buscando una guitarra con copón integrado en la caja de resonancia!!!!
Adivina quién es:
- a) Jorge Ramos
- b) Istibal Valenzuela
- c) Oscar González
“Con esta anécdota no quiero darle ideas a nadie pero les puede servir.
A mí se me hacía muy raro que los niños que tenían viruela siempre se andaban rascando por todos lados y no comprendía por qué ellos tenían tantas costras en la cara y en los brazos. En la escuela había muchos que habían tenido viruela y tenían muchas cicatrices, yo pensaba que porque les habían picado los mosquitos y se la pasaban rascando o se habían caído en el arroyo por donde vivíamos, ya que tenía muchas espinas (colonia Pino Suárez)
De hecho a mis hermanas mayores (3) les dio viruela y eso era realmente divertido porque veía cómo se retorcían de la comezón. Pero todo cambió cuando a mi me dió la viruela, porque comprendí todo, retorcerse como gusano, rascarse todo el tiempo y sobre todo las cicatrices. No quería tener cicatrices en mi cara, (pues de eso vivía jejeje).
Ante la comezón insoportable mi técnica era gritar y brincar, aunque ya habíamos encontrado una crema muy buena para la comezón, que era un poco cara y la usaba poco para que alcanzara, así que ese era mi pretexto perfecto para brincar en las camas y el sillón por las tardes, después de la escuela.
Cuando gritaba era porque no aguantaba la comezón y como no quería quitarme las costritas para que no me quedaran marcas, soportaba lo más posible y luego gritaba y brincaba en las camas. Claro que había momentos en que no tenía comezón, pero sí ganas de brincar y lo hacía, mi mamá y papá pensaban que era por comezón y no me regañaban.
En la foto se aprecia muy bien al lado derecho de mi nariz una de las 3 cicatrices de viruela que tengo en la cara, las otras visibles son de otras heridas de batalla. Creo que las camas y los sillones no lo merecían, pero era una oportunidad de saltar en ellos a la hora que yo quisiera sin que me regañaran. P.D. Si les da viruela, ¡ya saben la técnica!
Adivina quién es:
- a) Francisco Sánchez
- b) Víctor Vega
- c) Jesús Salinas
“Recuerdo mucho una vez que estaba viendo la caricatura de Hansel y Gretel con mi hermanita, éramos pequeños. Recuerdo que aquélla caricatura tenía una casa encantada que era toda de dulce y las puertas eran de chocolate. Cuando vi eso lo relacione con las puertas de la iglesia San Felipe de Jesús, pensando que eran puertas de chocolate. Cuando termina la caricatura me voy muy espichadito sin decirle nada a mi hermana para ir y aprovecharme todo el chocolate de la puerta de San Felipe de Jesús. Vivíamos pegadito a la iglesia y por eso me fui solo. Cuando llegué me acerqué a la puerta y estaba cuidando que nadie me viera para que no me quitaran mi chocolate. Me acerqué más a la puerta para darle una lamida con la lengua y me astillé mi lengua. Ahí me di cuenta de la ingenuidad de ser niño al pensar que esas puertas eran de chocolate porque eran cafés y así como los chocolates Hersheys, con cuadros”.
Adivina quién es:
a)Guillermo Sías
b)Roberto Ríos
c)Jorge Ramos
“Cuando yo estaba pequeño vivía en una casa en la calle Lago de Pátzcuaro y Simona Barba. Tenía siete u ocho años y el entorno eran puros sembradíos. La Simona Barba todavía no estaba pavimentada en ese entonces. Un día andábamos cocoreando una manada de borregos, yo era el más chiquito de los que estábamos ahí, estábamos cocoreando y que se viene la manada de borregos, que responden también, y se vinieron sobres de nosotros. Éramos como cinco o seis niños los que andábamos y todos se treparon a los arboles menos yo, entonces me agarraron los borregos y topete tras topete. El señor que los andaba cuidado me los quitó, porque todos me estaban topeteando y recuerdo que saltaba de un lugar a otro, me levantaban los borregos, me llevaron a la casa con mis papás todo lleno de ronchas, espinado, tanto por el miedo como por la topeteada que me pusieron los borregos. Estuve muy asustado algunos días, todo acomplejado y ya jamás volví a cocorear”.
Adivina quién es:
a)Salvador Magallanes
b)Roberto Luna
c)Armando Delgado
Cuando yo era pequeño me preguntaban, como suelen hacer las personas mayores a los niños: ‘niño ¿Qué vas hacer de grande?’, y yo les respondía: ‘¡padrecito!’. Porque realmente admiraba a mi párroco, en él yo veía un hombre de Dios. Pero me sorprendía que la gente adulta se reía de mí, y respondían cosas que yo no entendía, como: ‘sí, padrecito, pero de cinco’, ¡y se reían!… yo no comprendía por qué decían eso y yo sólo le decía a Jesús: si Tú quieres, yo quiero ser como él (mi párroco), ¡y sí quiso!”.
Adivina quién es:
a)Felipe de Jesús Juárez
b)Omar Gutiérrez
c)Jorge Alfonso García
“Mi papá tenía un restaurante en el centro, a mi me gustaba ir los domingos a trabajar de mesero, ¡por las propinas y por las hamburguesas con papas que vendía mi papá!…Fui creciendo y agarrando práctica y en su momento aprendí inclusive a cocinar… sólo hamburguesas, tacos, burros… y algún otro antojito que mi papá me enseñaba.
Adivina quién es:
Leonardo García
Oscar González
Istibal Valenzuela
“Un día de escuela salí corriendo de la casa, pero ya iba tarde y se me olvidó la mochila en la casa. Cuando llegué a la escuela me di cuenta que no llevaba mochila y la maestra me regañó y me devolvió por la mochila. Mi mamá, cuando me vio volver a casa, también me regañó, así que nunca más volví a olvidar la mochila.
Adivina quién es:
a)Oscar González
b)Leonardo García
c)Guillermo Sías
“Mi papá nos llevaba todos los domingos de paseo y en una ocasión nos llevó a un cerro donde había Ojitos de agua. Era en 1984, tenía yo 10 años. Mi hermano, dos años menor que yo, y yo, nos subimos corriendo a un cerrito y teníamos un perrito que se fue corriendo detrás de nosotros. Ya cuando íbamos a bajar se me ocurrió hacerlo corriendo y me tropecé con el perro, ¡no me detuve! y me vine rodando hasta que mi mamá me agarró…me llevaron al Seguro todo descalabrado. Por eso me cortaron el pelo para poderme curar las heridas. La foto es la del pasaporte, pues en esas fechas tocó la cita para hacer el trámite”.
Adivina quién es:
- a) Roberto Luna
- b) Julián Badillo
- c) Jesús Tovar
Dice mi mamá que cuando estábamos chiquillos vivíamos enseguida de un baldío, a las afueras de la ciudad. Mi mamá nos dejaba salir a jugar y un día mis dos hermanos se salieron a jugar, pero yo no. Cuando mi mamá terminó de hacer sus quehaceres fue a buscarnos, pero a mí no me encontraba. No sabían que yo estaba adentro. Cuando entró mi madre, estaba muy asustada y me vio en un rincón, yo traía una toalla en la cabeza y traía un Cristo en la mano. Me vio mi mamá y me dijo ¿Qué estás haciendo aquí?, ¡te andaba buscando!
Le dije: ‘Mamita, no me moleste cuando estoy hablando con Cristo’. Yo tenía 3 años.
Dice mi mamá que yo estaba arriba de una máquina de coser antigua y que nunca se explicó cómo me subí ahí por el crucifijo, que estaba colgado en esa pared, arriba de la máquina”.
Adivina quién es:
a)Hna. Elva Álvarez, OSM, Secretaría General del obispado
b)Hna. Carmen Zubía, MMD
c)Hna. Georgina Onofre, MMD
En una ocasión iba a misa con mi hermano. Tenía 9 ó 10 años. Iba yo a acolitar y se nos hizo tarde. La parroquia estaba como a diez minutos de nuestra casa, a pie. ¡Y se nos ocurrió pedir ‘rait’!.
El señor que manejaba una camioneta nos permitió subir a la caja. Pero cuando le tocamos la cabina para bajar, ¡no escuchaba! …¡Posiblemente estaba sordo…!
Y nos bajamos en pleno movimiento. Iba a velocidad normal. Al tocar el suelo no podíamos correr a la velocidad que llevaba, ¡y nos arrastró!
Nuestras rodillas quedaron adoloridas y un tanto sangrantes. El pantalón roto. A la hora de la misa, cuando había que hincarse, ¡También lo hice con gran dolor! Hoy cada vez que me hinco, varias veces recuerdo ese hecho, ¡ahora con risa!
Adivina quién es:
a)Pedro Luis Reyes
b)Benjamín Cadena
c)Marcelino Delfin
Uno de los recuerdos más bonitos de mi infancia es cuando mi papá nos llevaba a pescar. Vivíamos en San Buenaventura y ahí se encuentra el Río Santa María, y desde chiquito mi papá me llevaba a pescar con él.
El primer recuerdo que yo tengo es cuando tenía 2 años ya empezaba a hablar, entonces mi papá me llevo al río con él. Él tenía su caña de pescar, recuerdo que a mí me puso en la orilla con una cuerda grande y en el anzuelo le puso una lombriz y me amarro al cinto de él, con una cuerda, para que no me soltara.
Me dijo: ‘aquí, mijo, va sacar un pescado grandote’. Yo estaba atento con mi caña de pescar y de repente que cae un pescado y le grito: “Papi, papi, me lleva… y dice mi papá: ‘¿cómo que lo lleva?’ y agarró mi caña y dijo ‘¡ah, sí se lo lleva’… y esa vez sacamos tres pescados grandotes. Son inolvidables en mi infancia esos momentos de ir a pescar con mi padre”.
Adivina quién es:
a)Daniel Payán
b)Efrén Hernández
c)Mons. René Blanco
“La verdad siempre fui muy bien portado y no recuerdo ninguna travesura que haya hecho. Siempre fui calladito, atento y obediente”.
Adivina quién es:
a)Pbro. Agustín Navarro
b)Mons. Isidro Payán
c)José Ríos