Ana María Ibarra
Un medio para llegar a Jesús a través de María es el rezo del Rosario, mismo que trae además grandes frutos personales y espirituales. El padre Eduardo Mendoza, fiel devoto del santo Rosario, compartió algunos frutos que esta herramienta espiritual deja en las personas que lo rezan diariamente.
Su origen
El rezo del Rosario fue otorgado por la Virgen María a Santo Domingo de Guzmán en el siglo XIII, aproximadamente en el año 1208.
En ese momento de oración profunda, Santo Domingo recibe la instrucción de recitar el Padre Nuestro y Aves María.
“El Rosario es íntegramente bíblico, no viene tal cual, pero en su contenido tiene el Padre Nuestro que es revelación de Jesús. El Ave María empieza con el saludo del ángel, que viene en el capítulo de Lucas, y sigue con las palabras de Isabel”, explicó el padre Eduardo.
Dijo que al final, a este rezo se le agrega una petición especial a María.
“Cada misterio es un repaso de la vida de Jesús, desde su infancia hasta su muerte y resurrección. El papa San Juan Pablo II agregó los misterios de luz, que es la vida pública de Jesús, cuando empieza a hacer milagros, la predicación, la institución de la santa Eucaristía”, expuso.
Frutos del rezo
Para el sacerdote, quien es párroco de Nuestra Señora de Guadalupe, en Guadalupe, Distrito Bravos, es claro y contundente que la disciplina diaria del rezo del Rosario, trae como resultado la conversión, dando prioridad a lo que se debe.
“En mi experiencia personal, la oración del Rosario va indicando qué cosas se tienen que dejar para dedicarle tiempo a la oración, qué cosas están estorbando para seguir el camino hacia Dios”, señaló.
Resaltó que, aunque el Rosario es muy fácil de rezar, al hacerlo diariamente implica una disciplina y un esfuerzo, llevando a un orden exterior e interior.
“El alma va sintiendo mociones espirituales al reconocer que cuesta rezar el Rosario siendo tan sencillo. Es entonces donde se descubre que puede haber pereza, inclusive soberbia y orgullo, pues a veces estamos más dispuestos a oraciones de mayor complejidad”, dijo.
Ayuda excepcional
La oración del Rosario en familia, añadió, trae como fruto la unión familiar, pues donde está María está el Espíritu Santo y está Jesús.
“Donde se reza el Rosario diario, es difícil que el pecado llegue, habrá tentaciones, pero estaremos más fuertes para vencerlas y decidirnos siempre por Dios”, afirmó.
Otro fruto, agregó, es la liberación, e incluso, dijo, existe una indulgencia parcial permanente para quien rece el Rosario diariamente.
“Quien reza el Rosario experimenta una liberación personal, esto significa que si la persona está viviendo acechanzas del enemigo el Rosario ahuyenta esa presencia y se experimenta la libertad de los hijos de Dios para decidir renunciar al pecado y elegir por Dios”.
Kit completo
Por otra parte, dijo que el Rosario genera en el alma un deseo profundo de Dios.
“Quizá al inicio te cuesta, pero el alma que empieza a rezar el Rosario, al terminarlo va a querer rezar más. Así como vamos al Santísimo y podemos experimentar la presencia de Jesús en la Eucaristía, el Rosario te hace sentir el deseo del Cielo y, por consecuencia lleva a buscar a Dios, la Confesión, la misa y la Palabra de Dios. Es un kit completo”, mencionó.
Por lo tanto, resaltó, el Rosario cuenta con un poder especial que radica en la cita bíblica del Génesis, que señala que Dios ha puesto enemistad entre la serpiente y la mujer, esto significa la enemistad eterna entre María y el demonio.
“Cualquier tipo de presencia demoníaca saldrá huyendo ante la presencia de María. Sin embargo, el Rosario no es un fin en sí mismo, sino un medio para llegar a Jesús, una herramienta espiritual”.
Aclaró que la vida espiritual del creyente está en los sacramentos y es sumamente importante comulgar.
“Si tuviera que jerarquizar el orden de las oraciones, en primer lugar está la Eucaristía, la liturgia de las horas en segundo lugar porque es la oración de la Iglesia, palabra de Dios. En tercer lugar el rezo del Rosario, que es la herramienta espiritual que ayuda a abrir el corazón y nos lleva a Jesús eucaristía”.
Vencer la tentación
Aunque existe una sola estructura del Rosario, el padre Eduardo explicó que puede tener distintas intenciones.
“La estructura es la misma. Hay quien hace un Rosario por los enfermos, o los difuntos, por la paz. Si no se saben los misterios de memoria, se pueden rezar solo los Padres Nuestros y el Ave María, todo lo demás es complementario, aunque no deja de ser importante”, señaló.
Y agregó: “En Lourdes, en 1528, la Virgen pide orar por los pecadores; en Fátima, en 1917, la Virgen pide orar por la conversión de los pecadores y la reparación del pecado; ahora en Medgujorge la Virgen pide orar por quienes no han experimentado el amor de Dios, por los enfermos, los sacerdotes, la paz del mundo y las familias”.
En el Rosario misionero, agregó, la intención es pedir por la evangelización del mundo entero, de acuerdo al continente, pedir por las personas que se dedican al servicio del evangelio.
El sacerdote invitó a la comunidad diocesana a rezar el Rosario diario y a no dejarse vencer por la tentación. Asimismo, pidió rezar por los sacerdotes, el obispo y sus hermanos laicos.
“El camino del Rosario es muy rápido para encontrarse con Jesús y la Virgen. María y nuestro Dios atienden la oración. No se dejen vencer en el combate espiritual. Una tentación puede ser el tiempo para rezarlo, aprovechen todas las oportunidades que tengan para rezar. Sin embargo, hay que dedicar un tiempo especial para estar con María”, finalizó.