Concluyó el mes de junio, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús… presentamos el testimonio del padre David Hernández, quien por este medio invita a las familias juarenses a acercarse devotamente al Corazón de Jesús…
Ana María Ibarra
La devoción que el padre David Hernández profesa al Sagrado Corazón de Jesús, nació cuando él era pequeño, en el seno familia, y se afianzó en el Seminario, por lo que, para el sacerdote, ser devoto al corazón de Jesús es vocacional y se experimenta en adoración al Santísimo Sacramento.
Frutos de la Novena
El padre David compartió que desde que él era pequeño recuerda haber visto la imagen del Sagrado Corazón en su hogar.
“Es una imagen tipo romboide. Recuerdo mucho verla arriba de la puerta de la casa y hasta la fecha anda por ahí esa imagen. Para mí siempre ha sido significativa la presencia del Sagrado corazón. En la casa tenemos otra imagen que llego por una rifa en el trabajo de mi papá”, compartió el padre David.
Desde entonces, el Sagrado Corazón de Jesús ha estado en la vida del padre David y de manera especial en su vocación, ya que su devoción se afianzó en el Seminario.
“La imagen del Corazón de Jesús comenzó a hacerse muy presente en mi vida especialmente en la etapa de teología, en la etapa configurativa que es precisamente configurar mi corazón con el corazón de Jesús, como siente Jesús. Fue una luz grandísima que apareciera esta devoción al reflexionar las virtudes del corazón de Jesús”, expresó.
El sacerdote compartió que fue cuando cursaba la etapa filosofía, ya listo para pasar a la teología, cuando inició a rezar la novena al Sagrado Corazón
“Siento que me ayudó muchísimo, porque me afianzó después de ahí con una libertad tremenda. No lo puedo explicar, pero después de esa novena para mí fue una total libertad y alegría de estar seguro de que el sacerdocio es mi camino y es al que Dios me ha llamado”, señaló.
El entrevistado dijo que en su devoción ha intentado hacer la novena de los nueve primeros viernes del mes, sin embargo, no lo logró hasta convertirse en sacerdote.
“Durante un año traté de realizar los nueve primeros viernes del mes y ahora como sacerdote me ha concedido realizar esta práctica devocional que, como Él promete cuando se le aparece a Santa Margarita María Alacoque (doce promesas): las almas frías pronto serán fervorosas, las que son tibias volverán al fervor y las que son fervorosas llegaran rápidamente a la santidad”.
Devoción de ternura
El padre David mencionó que una de las promesas del Sagrado Corazón va dirigida a los sacerdotes: Les daré la capacidad de mover los corazones a través de la predicación.
“Le dije al Señor que si esto me lo concedía, estaría disponible. También nos dice que nuestros nombres estarán escritos en su corazón y por eso creo que es una de las devociones más tiernas, de mucho fuego, que implica constancia y disciplina en uno mismo”, dijo.
Añadió que en las visitas a Jesús Sacramentado y en la oración escrita que realiza, la mayoría de las veces le habla a Jesús en esa advocación, dirigiéndose al corazón de Jesús.
“Esas prácticas devocionales me llevan a la caridad, es decir, a practicar ese amor en el prójimo, sobre todo en el más pobre. Después de algún acto devocional, Jesús se me presenta en los pobres, en los migrantes, en los ancianos, en los niños, y en personas que necesitan ser consolados”, añadió.
Programa de vida
Así, para el joven sacerdote, consolar a los corazones agobiados se ha convertido en un programa de vida y de acción.
“Cuando la gente se acerca a través de la Confesión de alguna charla, termino diciéndoles que se acerquen al Corazón de Jesús, que nos ama y nos consuela”.
Para acercarse al corazón de Jesús, agregó el sacerdote, basta hacerlo con sencillez, tal y como cada uno es, a través de la Adoración Eucarística, de la Comunión, y sobre todo, en un diálogo sincero.
Devocionales
Entre las oraciones y devocionales al Sagrado Corazón de Jesús se encuentra el Detente, la cual llegó al padre David en el 2019, estando él en la parroquia San Francisco de Asís.
“La señora Graciela Soria y su familia somos amigos. Ella me regaló el Detente y me dijo que la guardara en mi cartera para que me protegiera. Siempre he sido escéptico. Sin embargo, desde que la traigo, me ha librado de peligros”.
Más que una formula mágica, el padre David señaló que es una cuestión devocional, de confianza en el Corazón de Jesús.
“El Detente es una cuestión devocional de un sacerdote, que no está en contra de la Iglesia, sino que es para confiarse al Corazón de Jesús. Esa oración del Detente nos debe llevar a la humildad, a la confianza total en el Señor y a vivir una vida eucarística. Si me libró de algún peligro, es para acercarme a Él; y si me pasa lo contrario, es confiar y descubrir la enseñanza”.
Una invitación
Recordando que el mes de junio es el mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, el padre David Hernández invitó por este medio a que la gente se acerque a Él.
“Tengan la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en su casa, realicen los devocionales y vivan una vida eucarística. No me puedo decir devoto del Sagrado Corazón de Jesús sin una vida eucarística, y sobre todo en la práctica de la caridad. Pidan al Sagrado Corazón de Jesús por las vocaciones para que nos conceda ser sacerdotes según ese Corazón. Encomienden a sus familias al Sagrado Corazón de Jesús”.
Oración de consagración familiar
Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies, renovamos alegremente la Consagración de nuestra familia a tu Divino Corazón.
Sé, hoy y siempre, nuestro Guía, el Jefe protector de nuestro hogar, el Rey y Centro de nuestros corazones.
Bendice a nuestra familia, nuestra casa, a nuestros vecinos, parientes y amigos. Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.
Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.
Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y
en nuestras comunidades. Queremos ser instrumentos de paz y de vida.
Que nuestro amor a tu Corazón compense, de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.
Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Confianza profunda e ilimitada. Amén.