Diana Adriano
El pasado 18 de junio, en la reunión mensual del presbiterio, el clero de Ciudad Juárez agradeció y reconoció al padre Pedro Luis Reyes González, por sus 27 años de entrega y servicio a la diócesis. Esto luego del anuncio de que el padre Pedrito se retirará a su tierra natal, Ejutla de Crespo, Oaxaca para vivir con su familia.
Ese día, el sacerdote recibió diversas cartas de parte de algunos sacerdotes que quisieron en ellas plasmarle su cariño, y un regalo especial por parte del presbiterio.
Además escuchó el mensaje de agradecimiento por su servicio que quiso presentarle el obispo don J. Guadalupe Torres Campos
Lazos de fraternidad
El padre Pedro Luis expresó su gratitud por las experiencias vividas en esta diócesis y por los lazos de fraternidad que ha cultivado a lo largo de los años.
“Primero quiero expresar palabras de agradecimiento, las palabras de solidaridad, las palabras de familiaridad en la fe y en el ministerio, lo cual para mí fue algo grande. Desde hace 27 años que yo me integré a la diócesis ciertamente a todos fui considerando a los padres como mi familia y ellos así me recibieron… desde que estaba don Renato, que en paz descanse”, dijo.
“Me fui integrando y hasta este momento los siento como parte de mi familia. Ver que expresaran este agradecimiento para mí fue motivo de mucha alegría, gracias a Dios», compartió el sacerdote en entrevista con Presencia.
El padre Pedro dijo que ese día de la junta de presbiterio, varios sacerdotes le entregaron cartas de agradecimiento y cariño, gesto que evidenció la profunda amistad y el respeto que ha cultivado durante su tiempo en Ciudad Juárez.
“Siento que soy como el árbol que lo arrancan de sus raíces, pues aquí en la diócesis mis raíces de fe, de solidaridad, de paz han sido muy profundas y siento que ahorita las están arrancando y es algo que me está doliendo mucho”, confesó.
Aunque reconoce que el retiro es un mandato del derecho canónico, el padre Pedro Luis no ocultó su tristeza ante la despedida.
“En un primer momento, pensaba que iba a ser más tranquilo, pero ahora que ya es algo concreto, está tocando fibras muy íntimas de mi ser, me siento con mucho dolor», añadió.
Sus servicios
El apostolado del padre Pedro en la Diócesis de Ciudad Juárez abarcó diversas parroquias y roles significativos que marcaron la vida de la comunidad.
El sacerdote inició su servicio en la parroquia El Señor de los Afligidos, donde permaneció por cinco años. Luego, dedicó nueve años de servicio en la parroquia Santa Inés, antes de asumir su último y más prolongada misión en la parroquia San Carlos Borromeo, donde el próximo 18 de agosto cumpliría 14 años como párroco.
Además de su trabajo en las parroquias, el padre Pedrito fue Decano en el decanato de Nuestra Señora del Pilar y Asesor de la Pastoral de la Catequesis, colaborando estrechamente con el padre Efrén Hernández.
También se destacó en la formación de laicos a nivel diocesano, contribuyendo significativamente al fortalecimiento de la fe en la comunidad.
Sus palabras de despedida
El padre Pedro Luis expresó su profunda gratitud hacia Dios, la Virgen María y hacia la comunidad de Ciudad Juárez, que lo recibió e integró en su vida, su fe y su trabajo pastoral.
Al referirse a su más reciente comunidad, de San Carlos Borromeo, dijo:
“Aquí siempre me sentí parte de una familia. También hubo sufrimiento, pero agradezco a todos por su tiempo y su familiaridad”.
Asimismo, pidió a su comunidad que continúen apoyando al padre Andrés Villalobos, quien asumirá como nuevo párroco de San Carlos Borromeo.
“Sigan con ese mismo dinamismo con el padre Andrés, que llega, y les pido que se integren a él y lo apoyen”, añadió.
El padre Pedrito compartió detalles sobre sus planes inmediatos.
«La parroquia la entrego, primero Dios, el 29 de julio. Luego quiero darme unas semanas de reposo y relajación, y después de unos días van a venir mis hermanas por mí, y en agosto nos vamos a Ejutla», informó.