Diana Adriano
El pasado 23 de marzo, la Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo (RCCES) llevó a cabo su Retiro de Hombres en las instalaciones del CECADE, bajo el lema: “Dios llamó al hombre y le dijo; ¿Dónde estás?” (Génesis 3,9).
El encuentro reunió a 150 varones provenientes de distintas parroquias de la diócesis, quienes, con disposición y entrega, iniciaron la jornada con la celebración de la Santa Misa, presidida por el padre Arturo Martínez, asesor de la RCCES.
A lo largo del retiro, los participantes fueron guiados en un camino de reflexión y renovación espiritual, buscando responder al llamado de Dios en sus vidas.
Los temas fueron impartidos por Miguel Valencia, predicador de la Arquidiócesis de León, y Jesús Enríquez, abordando aspectos fundamentales de la vida cristiana:
«Eres el Plan de Dios», basado en Salmo 45 y Santiago 4,8, recordó a los participantes que son parte del designio divino y están llamados a acercarse a Dios con confianza.
«Te perdono, perdónate tú también»: Con referencias a Hechos 3,19 y 1 Corintios 16,13, se enfatizó la importancia del arrepentimiento, la reconciliación y la fortaleza en la fe.
«Un nuevo comienzo»: Inspirado en Josué 1,9 y Mateo 24,43, motivó a los asistentes a confiar en la guía de Dios y asumir con valentía su papel en la familia y la comunidad.
El retiro fue una oportunidad para que los participantes renovaran su compromiso con Dios, fortalecieran su fe y encontraran en Él la fortaleza para seguir adelante.
“Dios ha puesto un propósito en cada uno de ustedes. Que este retiro sea el inicio de una nueva etapa en sus vidas, con corazones renovados y llenos de su amor”, expresó el predicador.
En voz alta
Uno de los momentos más intensos del retiro ocurrió durante la Hora Santa, cuando el predicador invitó a los asistentes a clamar a Dios con fe, recordando las palabras del ciego Bartimeo: “¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!” (Marcos 10,47).
Conmovidos por el llamado, todos comenzaron a repetir la frase en voz alta, llenando el lugar con un ambiente de fervor y entrega.
“Hoy han clamado al Señor con todo su corazón. No dejen que este fuego se apague, llévenlo a sus hogares, a sus familias y a su comunidad. Dios los ha llamado, y Él mismo los fortalecerá en su camino”.